ABBA AGAPE. 20 de enero de 2019. Parte 1. Testimonios, Preguntas y Respuestas.



ABBA AGAPE. 20 de enero de 2019. Parte 1. Testimonios, Preguntas y Respuestas.

Bienamados y amados por el Amor y en Amor del Amado, queridos Abbas, en estos días de celebración de la fusión de los éteres, que la Paz, el Amor y la Alegría sean vuestra morada de la eternidad. En el corazón de cada Abba, tu presencia y tu ausencia se fusionan, en la misma serenidad y en la misma Verdad.

Pongámonos cómodos por unos instantes en la Presencia y en la Luz.

Celebremos la Vida y la Alegría de esta manera.

Pongámonos juntos en el Ágape perpetuo, para celebrar la comunión y la resurrección, en un momento en que cada vez más de vosotros os estáis redescubriendo en la sencillez de la infancia, donde la verdad es la perfección, y donde la evidencia os lleva a la danza de la alegría que es la celebración.

La Luz los ha invitado a ser lo que son, Luz ustedes mismos, brillando dentro de la densidad y aligerando cualquier densidad. En todos y cada uno de nosotros, desde el momento en que la celebración está allí, no cabe duda de la veracidad de tu Ser y de tu No-Ser, donde todo se convierte precisamente en esta danza de lo evidente y de este estado que nunca se puede sustraer ni amputar.

En cada momento de estos días en que se os da la totalidad de lo que sois, devolviéndoos esta ligereza, más allá de mis palabras y de vuestras palabras, la celebración se convierte en una hoguera, donde la alegría llega a prevalecer sobre los desórdenes de este mundo.

En este Ágape Abba que estamos creando en este momento, estamos invitados a la reciprocidad de la acogida, a la reciprocidad de la alegría y a la manifestación tangible del Amor que pasa a través de cada persona y de cada lado, que todavía puede ser opuesta o resistida, iluminando entonces la escena de tu vida, más allá de cualquier explicación y justificación, en la desnudez de quien eres, antes y después de todo.

Celebración con las palabras y en el silencio de tu presencia, en esta alegría inefable de encontrarnos en la misma unidad, en la misma comunión.

Así que, si lo aceptas, cada día y cada hora, la celebración se manifiesta por la sonrisa y la evidencia de tu presencia. Cada uno de vosotros da y acoge, con la misma intensidad y alegría, donde nada puede afectar a esta felicidad indecible, donde os encontráis, sin ser amputados ni velados.

Más y más de ustedes están revelando la verdad, donde ya no hay necesidad de explicaciones, palabras o imágenes, sino simplemente dejar que lo que siempre ha sido y será, más allá de la forma, su naturaleza intrínseca y su esencia, sea. Sean cuales sean los olores, las imágenes o las visiones, sólo el Amor permanece como un punto de apoyo, como un punto de emergencia y resurgimiento de lo que ha sido enterrado y olvidado. Es en este sentido que la vida se convierte en celebración, que la vida se convierte en restitución y don permanente.

Mientras más y más de ustedes lo están viviendo, viéndolo, y por lo tanto teniendo una comprensión de ello, es en el despojo total de toda visión, toda proyección y toda percepción, que la belleza de un gran silencio es revelada a ustedes y al mundo. Esta es la acción más obvia, a través de tu silencio y presencia que establece en este mundo la celebración que precede al evento.

Cada uno de ustedes está invitado al banquete de la celebración, donde el agua viva no puede faltar y donde todo lo que parecía faltar está lleno. En este estado de espacio y no de tiempo, sólo hay evidencia que permite que la gracia cubra cada uno de tus movimientos, cada uno de tus pensamientos, así como cada una de tus miradas. Y esta es una celebración, sin ritual y sin oficio, en el athanor de tu corazón, revelando la majestad y plenitud de la Luz revelada, la de tu presencia, conduciéndote a vencer, sin esfuerzo y sin trabajo, las visiones fragmentadas de los hábitos de este mundo. Que sea a través de tus ojos, de tus manos, de tus miradas y de tu interioridad, que la majestad del Amor se despliegue en su totalidad.

Una pacificación particular está emergiendo en ti, dándote a sentarte, con creciente facilidad, la manifestación en este mundo de tu eternidad. Celebrando la vida, celebrando el Amor, todo se convierte en magia, todo se convierte en un signo y todo es una oportunidad para celebrar la verdad, llevando la ligereza en lugar de todo sufrimiento y dolor, ya sea en ti o en cualquier lugar de la superficie de la Tierra.

La celebración de la fusión de los éteres que ocurre en estos días os llena de alegría, desde el momento en que percibís la inutilidad de cualquier cuestionamiento, como la inutilidad de cualquier reacción, pacificando hasta lo más íntimo de vuestras células. Esta libertad, desde dentro y desde fuera, ya no puede ser frustrada por ninguna restricción de los hábitos de este mundo, descubriendo así, a cada minuto, a cada respiración, a cada mirada, que tú eres Eso.

El sentido de mis palabras y el sentido de tu presencia no necesita justificación, porque es justo y se ve, atravesando así todos los desórdenes de este mundo como posibles desórdenes que se resuelven en ti por la acción de la gracia y la acción de la Vida, llevadas por la inteligencia de la Luz y del Amor.

En esta entrega incondicional a su propia eternidad, ustedes aligeran el peso de este mundo, trabajando entonces en los talleres de la Vida, en los talleres de la creación, así como en los talleres de levantar los últimos velos, donde se convierten en lo que realmente son, sin estar sujetos a ningún sueño de creación, ni a ninguna evolución. Porque la perfección no tiene que evolucionar, sino simplemente ser restaurada. Lo es ahora y lo es todos los días. La inteligencia de la Luz los conduce a ustedes mismos, no importa lo que digan, no importa lo que cuestionen.

Las palabras son sólo el ritmo del aliento de Luz que armoniza y fluidifica todo lo que está sucediendo ahora mismo en las pantallas del mundo, así como en la pantalla de tu personaje.

Alegría y danza, testigos de tu alegría, alegría que en sí misma es el testimonio del verdadero Amor en este Ágape. La paz está emergiendo y la paz es completa, cubriendo todo el sufrimiento. Más allá de la iluminación a veces dolorosa, notarás en estos días que lo que era doloroso se consume en el fuego de la alegría y el fuego de la dicha, desde el momento en que eres acogido, desde el momento en que aceptas.

Silencio

En este momento de nuestra presencia común en el corazón de la verdad, la emanación de nuestras presencias brilla en toda esta esfera planetaria, pero también en toda la creación, resonando en la atmósfera de la Tierra, difundiendo la buena nueva acompañada constantemente por los cantos de los pueblos del mar, celebrando con vosotros la resurrección y la libertad, iluminando con cada respiración un poco más la densidad de vuestra vida, magnificándola y transmitiéndola.

En el brillo de tus ojos y en el brillo de tu sonrisa, no hay rastro de perversión, no hay rastro de dualidad. Ahora la vida te compromete a celebrar cada minuto y en cada circunstancia. Porque más allá de toda apariencia y de todo lo que pasa, permaneces inmutable, aquí mismo en este mundo, presente en tu eternidad y en la eternidad de tu presencia.

Nuestras palabras ya no enseñan, sino que declaman la verdad de cualquier manera posible, cualquiera que sea la condición que no pueda frenar el ímpetu de la Vida y el ímpetu de Ágape. Ninguna justificación o explicación en este mundo puede ser ignorada o insatisfecha por la verdad de tu presencia, de tu resplandor, pero también de tu acogida.

Esta celebración no sólo concierne a los átomos constituyentes de este mundo como cualquier forma de vida. Fa te dijo que, hoy lo estás viviendo. Esto se refleja y se marca en vuestra carne, como en toda medida de lo que se puede medir en este mundo, demostrando la inutilidad misma de la necesidad de medir el Amor, porque el Amor nunca se mide y nunca se compara.

Cada ocasión y cada mirada de tu vida, como con cada respiración, revela la majestad de lo que siempre ha sido y ha sido olvidado. En la majestad del silencio, las ideas y los pensamientos no pueden persistir, conduciéndote al vacío eterno donde sólo la Beatitud es el único destino que no necesita movimiento o desplazamiento, sino simplemente de ese silencio mismo, porque todo viene de ello y todo vuelve a ello.

Cualquiera que sea la densidad que haya sido la tuya, en cualquier problema dentro de tu vida así como en cualquier interacción, ya sea en los sufrimientos residuales de este cuerpo, en cualquier lesión pasada, son iluminados y consumidos, liberando en su totalidad el Amor que no necesita ser encerrado en ningún sufrimiento o en ninguna resistencia.

La entrega del ego planetario se hace con alegría, aunque por esta razón, dentro de este mundo, la aparición de la violencia puede a veces perturbarlos, pero ya no puede alterarlos, digan lo que digan, piensen lo que piensen. La verdad de esta experiencia aparece más y más claramente para ustedes, poniendo fin colectivamente a las dudas e incertidumbres sobre el futuro de la Vida más allá de cualquier forma.

Si prestas atención, acogiendo cada vez más, la vida te llevará al santuario de la eternidad, para que este resplandor no pueda ser detenido por alguna circunstancia efímera o algún acontecimiento dramático de apariencia, vivido en este mundo.

Pase lo que pase, y como se ha anunciado, todo es sólo un pretexto para liberar lo que aún no era libre, todo es sólo un pretexto para vivir la plenitud de Ágape, revelando Abba Ágape en ti, donde ningún marco y ningún límite puede estar entre tú y la verdad, y entre cada uno de nosotros presentes en la superficie de este mundo, mucho más allá de la especie humana. Porque esta celebración concierne tanto a los pueblos invisibles como a todas las conciencias, cualquiera que sea su forma, en la superficie de este mundo.

Los animales de este mundo, así llamados, como las plantas, y como te lo ha dicho Fa Âme, se muestran hoy en su majestad, demostrando así, a los ojos de todos, que la vida no puede ser constreñida más allá de una cierta etapa, atravesando así todas las barreras de la incomprensión y todos los límites de la depredación.

En este mismo momento, dondequiera que estén en esta Tierra y en este preciso momento en que nos damos la acogida, la revelación de la Luz ilumina de una manera cada vez más abrupta este Amor desnudo y les muestra claramente, y les da la oportunidad de vivir de todas las maneras posibles, ya sea por la vibración, o por la energía, o por sus pasos danzantes, por sus canciones como por sus silencios, conduce a que la verdad sea más y más tangible y densa dentro de esta densidad.

Y verás, como ya ha sido el caso durante muchos meses, pero quizás más intensamente y con más fuerza, que nada puede dejarse al azar en tu vida, como en cualquier parte de este mundo. Porque todo es iluminado, porque todo es revelado, no conduciéndolos a la confrontación, sino mucho más al perdón y a la aceptación, porque ustedes no son ninguna de estas cosas, porque ustedes son lo que jamás ha pasado, y jamás pasará.

En el yo eterno, tu presencia y tu ausencia, ser y no ser, se combinan en la misma sinfonía, declamando la belleza del Amor. No se puede mantener ninguna resistencia, de ningún origen. El fuego del Amor, el fuego ígneo de la gracia, viaja libremente por este mundo, llamando a cada puerta, a cada corazón, a cada reino y a cada acontecimiento.

El advenimiento de la Luz en su plenitud pone fin a los acontecimientos para dar paso a un gran silencio. Innumerables señales en ti y de todo el mundo están llamando a tu puerta, para que no tengan que abrirse más puertas, porque no pueden permanecer cerradas.

Silencio

El milagro del Amor se hace incesante. El milagro del Amor se hace natural aquí mismo, en medio de las imágenes de este mundo, así como de todo lo que ha sido ocultado y escondido, llamando, les recuerdo una vez más, al perdón y a la gracia, y no a la lucha por pretender actuar por ustedes mismos.

La lealtad a la Luz que ustedes son es de hecho sólo la lealtad a ustedes mismos, porque es perdonando que son perdonados y que ustedes captan que finalmente, al otro lado del velo último, no hay nada que perdonar, porque todo está cumplido y el sueño desaparece de sus percepciones y de sus secuencias.

El Cielo se ha unido a la Tierra y la Tierra se une al Cielo para realizar el milagro de una sola cosa, en la única conciencia, donde la fraternidad no depende ni de un reino, ni de una comunidad, ni de una creencia, sino que se reconoce en la misma Vida, en sus diversas manifestaciones y formas, en sus diversos reinos presentes en esta Tierra.

Toda la naturaleza acompaña tu ascensión, lo que te muestra que no necesitas moverte ni proyectarte más allá del momento presente eterno, consumiendo así los últimos deseos de conciencia en cualquier futuro, porque todo ya ha llegado y todo ya está hecho, permitiéndote ejercer la libertad dentro de este mundo mismo, ya sea obviamente dentro de ti, pero también, si lo aceptas sin miedo y sin vacilación, estar libre de cualquier contingencia y de cualquier vínculo con este mundo, en cualquier obligación o justificación que hasta ahora pudiera restringirte.

La libertad no puede ser restringida, el Amor no puede ser amputado, sólo puede ser pleno y completo, sólo puede ser una forma de culminación de lo que nunca se ha movido y siempre ha estado ahí. Es esto lo que cubre lo que puede quedar de elementos de hábitos, hábitos en la forma, hábitos en la visión separada.

Porque la visión se hace una, mostrándote por la alegría de tu corazón y de tu conciencia, en la verdad de la manifestación aquí y ahora: todo es Uno y todo es Uno. Esto logra Ágape sin que usted tenga que buscar o esperar por cualquier cosa de cualquier tipo. La espera ha terminado porque la restitución se está haciendo y se está completando en estos días de hoy, en este instante presente que es el instante eterno.

Fusionando el Ser y el No-Ser, en la misma danza y en la misma mirada, el resplandor de vuestra eternidad sólo puede consumir todo lo que puede oponerse, dentro y fuera, a la restitución integral de la verdad del Amor. No hay inconvenientes ligados a las circunstancias corporales de tu encarnación, que hoy pueden ser mantenidas o subsistir ante este fuego de Amor consumiendo las últimas ilusiones, las últimas proyecciones y las últimas batallas que todavía piensas que puedes estar llevando a cabo dentro de ti mismo así como en la superficie de este mundo. Y te nutre, en verdad, en una abundancia que ningún dinero o posesión puede acercar.

Así es la libertad que no es de este mundo, en esta fraternidad y en esta igualdad, todo sucede. Porque todo ya ha pasado y no hay nada que hacer.

No tienes que moverte, simplemente tienes que danzar la evidencia de la Vida, de todas las maneras posibles y de todas las maneras posibles, no por un esfuerzo de demostración, sino sólo por la aceptación incondicional de todo lo que pasa a través de ti en el cuerpo como en la conciencia, como en los pensamientos, donde no hay nada que justificar, donde no hay nada que probar, porque la evidencia muestra a través de, cualquiera que sea la densidad residual del cuerpo o tus últimos pensamientos, así como tu último condicionamiento, donde ya no hay un marco, donde lo imposible se hace posible en cada momento, donde la magia de la Vida viene a celebrar en ti, a través de la vibración, el silencio y lo que se puede manifestar a tu mirada, la misma Unidad.

La celebración concierne, por supuesto, a todos los pueblos, como he dicho, y también a todos los reinos. Esta celebración también implica la celebración con los pueblos de las estrellas, con confederación, más allá de cualquier arquetipo, ascendencia y jerarquía. Así que, en pie de igualdad, de Corazón a Corazón, todo sale a la luz para que ninguna noche pueda continuar.

Cada uno de ustedes está invitado a la dulzura, cada uno de ustedes está invitado a esta plenitud que no sufre falta ni distancia.

Donde los últimos velos de conveniencia, de adherencia a cualquier rol, ya sea social o espiritual, te dan esa ligereza que ningún maestro, ningún dios y ningún arquetipo puede medir. Porque la perfección se despliega, poniendo fin a cualquier sentimiento de imperfección, injusticia o incomprensión. Es una celebración de cada respiración, es una celebración en cualquier apariencia.

En este mismo momento, la fiesta del Ágape se despliega con majestad en el corazón de cada uno que acoge, sin restricciones y sin reticencias, la belleza de lo desconocido. La Luz guía tus pasos, la Luz guía tus pensamientos, la Luz ilumina tus ojos. Una Luz que no viene de ninguna parte sino de vosotros mismos, donde no hay salvador, porque todo está ya salvado, donde no hay necesidad de palabras, porque el silencio envuelve vuestras palabras en el perfume y la esencia de la verdad.

En esa majestad, no eres nada de este mundo y sin embargo eres todo este mundo también. No veo ninguna paradoja, sino simplemente la misma verdad. No te detengas por ningún elemento de este mundo como por ningún elemento de tu pasado, porque no eres nada de lo que sucedió, porque no eres la consecuencia de ningún pasado.

Así es la libertad del eterno momento presente, conjugando con vuestro eterno yo en la misma ronda de Beatitud, donde la Beatitud se ríe de cualquier conveniencia así como de cualquier pensamiento o decencia. Ninguna convención o insinuación puede ser mantenida, trayendo claridad a sus palabras donde las palabras se convierten en Verbo, actualizando el Espíritu en cada palabra hablada. Porque más allá de la palabra, está la esencia del Verbo que los acompaña en el corazón de cada persona, donde nada necesita ser filtrado o discriminado, porque el Amor nunca discrimina, porque el Amor nunca clasifica, porque el Amor no necesita organización, porque el Amor no necesita ser dirigido, porque el Amor no necesita ser enmarcado, porque el Amor no necesita ser ni siquiera explicado.

¿Necesitas explicarle a este mundo cómo caminas? No, camina tú. No hay necesidad de comprensión, hay ciertamente una necesidad de aprendizaje, en los momentos iniciales de su encarnación. Lo mismo sucede con el Amor, sin necesidad de organización, sin necesidad de discriminación, sin necesidad de medición, porque el Amor jamás se mide. El amor no puede ser contado, ni siquiera medido, de ninguna manera.

Tanta plenitud es la celebración de Ágape, en la resonancia de los corazones, escapando del tiempo y de la noción de distancia, la matriz Crística y su fuego ígneo consumen de todas partes, como se observa, lo que sólo pasa y lo que sólo da la impresión de congelarse. El Amor jamás puede ser congelado, el Amor jamás puede ser envuelto, el Amor no necesita un escenario, no necesita de ti, ni de mí. Porque es de este Amor que nace la forma, porque es de este Amor espontáneo que brota más allá de la Fuente que la creación se manifiesta, como un sueño, que era enriquecer lo que ya era rico en naturaleza.

Así toda falsedad se consume con alegría y gozo desde el momento en que la aceptas plena, incondicionalmente y sin restricciones.

La suavidad es el bálsamo de toda violencia. Esta dulzura de acogida, que es la esencia misma de lo femenino sagrado, así como de la co-creación consciente, les permite poner fin a la separación de los sexos, a la noción de complementariedad, así como a la necesidad vital de cualquier naturaleza.

Una nueva libertad, incluso en este mundo, que está pasando por la agonía de sus últimas necesidades de control, ya no puede limitarte o restringirte, tan pronto como la aceptes. Porque el Amor es acogida, del mismo modo que es don y restitución. Es libre de todas las formas, es libre de todos los mundos y de todas las dimensiones, como te lo ha dicho en Fa Âme.

Esto es en cierto modo una forma de confianza, no en la historia, ni en ningún futuro, sino en el momento vivido, dentro del aquí y ahora. Todo lo demás se hace por sí mismo, todo lo demás no te necesita, sino que pasa a través de ti. Por eso se les ha dicho que se dejen atravesar y que atraviesen todo lo que parece resistir, tanto en la pantalla del mundo como en la pantalla de su cuerpo. Porque de la confianza en quiénes son y quiénes pueden ser ustedes es todavía desconocida, fluye la revelación última, que no necesita ni de su persona, ni de la más mínima vibración, ni de la más mínima percepción, sino simplemente de aceptar la evidencia y danzar en ella.

En efecto, hay que dejarse llevar por la gracia de la Vida, hay que dejarse llevar por esta alegría y este gozo que no necesita justificación, ni demostración, sino simplemente ser acogido y atravesado.

Toda la Tierra resuena ahora tan pronto como uno de ustedes celebra Ágape, bailando la Vida que la baila, entonces todos los universos participan en ella, desde las dimensiones más altas de la creación hasta la dimensión de la Tierra, terminando cualquier distancia, incluso entre dimensiones, terminando cualquier marco específico de cada dimensión.

La libertad no puede ser arreglada o incluso organizada. Desde el momento en que aceptes esta espontaneidad en tu vida, notarás que la vida hará todo para satisfacerte, no sólo en relación a tus últimas necesidades relacionadas con la encarnación, sino también para satisfacerte en Ágape, donde la falta se vuelve aún más completa, en alguna apariencia de falta de experiencia en este mundo. Ninguna historia y ningún plan puede ser mantenido con respecto al Amor total y libre de cualquier condición, en la resonancia de Ágape y la celebración de Agape.

Desde los cielos más elevado hasta las partes más profundas de la Tierra, la misma resonancia y comunión, celebrando tu resurrección terminando con la muerte, terminando con la privación. También aquí la celebración es espontánea, desde el momento en que la aceptación incondicional de lo que ocurre incluso dentro de lo efímero, sólo puede mostrar la belleza inherente a la Vida, a pesar de todas las apariencias y pensamientos, así como de todos los sufrimientos.

Silencio

La celebración Ágape te lleva más allá de todo cuestionamiento y te lleva a declarar la belleza del Amor de todas las maneras posibles y accesibles, en tu mente y en este mundo. Tal es la verdad, tal es la facilidad del Amor.

Silencio

El Paraíso Blanco cubre este mundo, aparentemente helado, con el frío y el blanco que revelan el calor, para poner un fin real y concreto al calor y al frío en tu carne, ante todo, cualesquiera que sean las manifestaciones de calor o frío intenso que experimentes en el transcurso de tus días, que son sólo el equilibrio y la aniquilación del calor y el frío, la alternancia de sombra y luz, ilustrada por tus días y noches, y es dentro de la noche más fría donde surge la Verdad, incluso para aquellos que se han opuesto a ella, por ignorancia o por voluntad.

Es en las profundidades de la noche que renace la primavera, es en las profundidades de tu corazón, como cualquier sufrimiento, que la Luz aparece a tus ojos y sentidos. Los resultados son permanentes y dependen sólo de su aceptación, y dependen sólo de su pereza, no queriendo entender, no queriendo explicar, sino simplemente dar testimonio de innumerables maneras, de esta celebración de Ágape.

Es donde os encontráis a vosotros mismos, como os encontráis los unos a los otros. Aquí es donde ya no puede haber la más mínima distancia, ni el más mínimo juicio, sino simplemente la ligereza de la danza, simplemente la evidencia de la Alegría.

En este momento, desde todas partes en todos los universos, que incluso escapan del tiempo y del espacio, esto se revela en esta Tierra, cumpliendo profecías, cumpliendo, como habéis vivido individualmente de manera cada vez más extensa, el juramento y la promesa, no sólo para los que despiertan y para los que son liberados, sino como se ha dicho, para toda la creación, así como para todos los reinos presentes en esta Tierra.

El Cielo se ha desposado con la Tierra y la Tierra se ha desposado con el Cielo, de nuevo, para realizar el milagro de una cosa, donde jamás nada ha sido separado o dividido, y donde nada puede faltar.

Como fuiste impulsado hace muchos meses, hoy puedes ver que cada una de tus palabras, cada uno de tus testimonios, así como cada una de tus experiencias y vivencias, conducen a que toda la vida aparezca cada vez más clara, con más y más evidencia y lucidez, con más y más certeza. Esta certeza, que no depende de ningún hecho, explicación o incluso fe, sino simplemente de tu presencia, pasando por todos los desórdenes que aún son evidentes, tal vez de los elementos de tu persona o de tu vida, poniendo un fin real y concretamente a tu vida y a tu persona, donde no hay hambre, donde no hay muerte.

En esta Beatitud que crece en cada momento en cuanto la aceptas y la aceptas, no puede haber duda alguna de que el Amor no depende ni de una dimensión, ni de ninguna creación, ni de ninguna evolución. Pero este Amor que tú eres ha permitido que el sueño de la creación se haga realidad. Todos somos parte de ella, sin excepción. Pero ha llegado la hora del nuevo amanecer, que no está acompañado de ninguna muerte, ni de ningún fin de luz, ni de ninguna alternancia en modo alguno.

Silencio

Cada uno de ustedes está invitado, con la misma intensidad y franqueza, a dejar que la inteligencia de la Luz sea experimentada, porque no hay ninguna condición previa excepto el punto de vista de la acogida. Si aceptas sin restricciones y sin filtrar nada de tu vida entera, incluso en sus aspectos más dolorosos o sufrientes, entonces encontrarás que ya no hay razón para sufrir o faltar, porque el Amor alimenta de una manera real y concreta, mucho más eficazmente que los alimentos de este mundo, en cualquier aspecto.

Silencio

En esta celebración de Ágape, ahora será el momento de escuchar lo que cada uno de ustedes les permite expresar, ya sea a través de preguntas que todavía están presentes, o sobre todo a través del testimonio del momento vivido en nuestra compañía común. Cada uno de ustedes está invitado, más allá de cualquier cuestionamiento, incluso si hay alguno, a venir a celebrar este intenso momento del día con unas pocas palabras.

Entonces, cada uno de nosotros, en este momento en que estamos en resonancia, podremos ver que cada palabra pronunciada por cada uno de ustedes en cada interrogatorio como en cada testimonio, conduce a la misma alegría y a la misma intensidad de la celebración.

Así que, bienamados Abbas, es hora de que yo, en esta primera parte de esta celebración, escuche lo que tienes que decir. Háganlo sin rubor ni desvíos, sin ninguna restricción, porque en la espontaneidad de sus palabras, así como en sus declaraciones, hay obviamente la aceptación incondicional de la Verdad. Esta es la demostración que vamos a hacer de ella, no por una necesidad de demostración, sino por la necesidad de desplegar plenamente esta celebración de Ágape que ha comenzado.

Así que están invitados al banquete de celebración con unas pocas o muchas palabras, lo que sea, pero invito a cada uno de los presentes en esta pequeña asamblea a que vengan y hablen a la asamblea sobre la vida en la Tierra. No preparéis palabras y dejad que venga lo que viene, desde el momento en que hayáis entrado en el espacio donde estoy, para decir lo que sale y lo que tiene que manifestarse.

Por eso, los invito a esta ronda de Amor, para que cada uno pueda traer su alimento como alimento al mundo. Porque lo que das te es devuelto instantáneamente, y lo verás cada vez más a menudo y de forma iterativa y permanente.

Entonces, bienamados, no pongan más distancia, ni más pensamientos, sino simplemente vengan y expresen su silencio, o sus pocas palabras, o sus muchas palabras, pero no se limiten de ninguna manera, porque Yo les recuerdo y como dije, es en su espontaneidad que la acogida es hecha, independientemente de ustedes, y así es como ustedes acogen a toda la creación en un increíble y sin embargo tan verdadero acto de Amor, y sin embargo que era desconocido hasta entonces en este mundo, porque había sido olvidado y enterrado.

Entonces, pido a cada Abba presente, aunque no tenga nada que decir, que venga a mí, ya sea con una palabra, ya sea por silencio o por una palabra, en esta asamblea restringida, cada uno de ustedes debe venir y traer su piedra de Amor y su regalo de Amor, justo aquí, en este momento.

Así que, bienamados, están invitados a venir y aprovechar este medio que se les ofrece para compartir la alegría y desplegarla. No dudes, sea lo que sea que salga de ti, déjalo salir acercándose a mí. Os acogeré en mí como vosotros me acogéis en vosotros, para hacer allí también el milagro de una cosa, no para nosotros, presentes aquí en esta asamblea, sino para la asamblea de todas las conciencias de la Tierra.

Así que, bienamados, el primero de ustedes viene a nuestro lado, aunque no tengan nada que decir, los invito al silencio, pero también a estar cerca. Entonces empezamos.

— Voz: Hay una hermana allí.

— Hermana (en portugués): Amadas hermanas, amados hermanos....

— Tienes que hablar más alto.

— Hermana (en portugués, más fuerte): Amadas hermanas, amados hermanos, esta impresión es tan fuerte, tan maravillosa, que no hay palabras. Sólo puedo decir: gracias, gracias, gracias, gracias, gracias.

No es necesario traducir las palabras, porque las palabras llevan el Verbo, son el Verbo. Cualquiera que sea el idioma o los silencios, es una celebración. Y también te doy gracias, por tus palabras en tu lengua, porque estas palabras, más allá de la comprensión, en el lenguaje que utilizas, están impresas en tu corazón por la evidencia del Amor que llevan tus palabras.

Y cuando lo sientan, y sólo entonces, los invito a dar paso a otro corazón de esta asamblea, para que todos en esta asamblea puedan presenciar esta celebración.

Silencio

— Una hermana hablará.

— Hermana - Nosotros somos uno. Visión de mi corazón.

Silencio

Cada uno de ustedes decide la duración aparente, pero cada uno de ustedes viene a celebrar. Podemos dar la acogida y lo hacemos.

Silencio

— Hermana: Es para dar testimonio de lo que experimenté durante el viaje en barco, para ir a ver las ballenas. Ya era muy fuerte la noche anterior, en relación con Fa Âme.. Por la mañana, mientras salíamos en auto, mucha emoción, y luego, bueno, llegamos a abordar el barco, yo formaba parte del segundo grupo, y cuando oí bajar al primero, me dije: bueno, ballenas, no vamos a verlas.

— Y de alguna manera, fue bueno para mí porque, cuando subí al barco, me dije a mí mismo: bueno, hay algo que no está bien si los esperamos tan fuerte, Fa Âme y pequeña Fi, bueno, no sé cómo le llamamos, el pequeño, podría ponerlos en peligro. Así que me pasaron estos pensamientos, diciéndome: no es justo que los esperemos, si los esperamos demasiado, los pondremos en peligro.

— Y luego escuché a Isabelle y Élodie cantando "Le Paradis blanc". (Risas) Y luego salieron las lágrimas, porque para mí era muy especial, ya que era la canción que había elegido para papá. Y.... fue la última música que lo acompañó antes de que fuera reducido a cenizas, de hecho.

— Así que allí salieron las lágrimas, y al mismo tiempo fue muy hermoso, porque fue realmente un hermoso tributo para él. También era marinero. Y una de las tres fotos que traje de Bélgica, está al timón de un barco y ha vuelto de Ramsgate. Es una foto vieja, un poco áspera, con un círculo de café en el borde inferior derecho, pero la tomé porque había una luz en su sonrisa que... bueno, era tan contagiosa que la tomé.

— Y así, en esa etapa del viaje por mar, bueno, me encontré un poco como el liube, en la proa del barco, con las piernas por la borda, la cara bañada en lágrimas. Pero era precioso, era sólo... Sí, esas notas del "Paraíso Blanco" que flotaban en el aire, en el aire transparente, así, y luego la luz de la sonrisa de papá que... que estaba allí, en el gran cielo azul, sobre mí.... Y se convirtió en todo sonrisas, como una maravilla de maravillas, pero, era simplemente hermoso.

Y no me creerás, pero es en ese mismo momento, no antes, no después, no después, no después, es en ese mismo momento que, por el bien de un pequeño hombre acuático, llegaron esas docenas de delfines... bailando, jugando, jugando, jugando, jugando, bailando, en un ballet que era de una belleza, de una pureza, de una perfección, de una dulzura como ningún otro... Y ahí mismo, explosión pero... pero... no parece así, pero fue realmente una explosión pero, de Alegría y Amor, de Amor puro, de Amor puro... Y sólo… bueno sí... ese deseo de sumergirse en el paraíso blanco, donde las noches son tan hermosas, tan largas, que te olvidas del tiempo, a solas con el viento, para hablar con los peces de plata.... bueno, no voy a cantar porque te pongas tenso en lugar de estallar en alegría.

(Risas)

Silencio

Recuerde que, cualquiera que sea el testimonio o la pregunta, la respuesta es ahora silencio y acogida. Es la única respuesta posible. Es suficiente en sí mismo porque aunque haya una pregunta, la respuesta se entiende en ella y es el silencio el que la revela y no mis palabras o las vuestras. Pero para que esto suceda, como ustedes lo hacen, debe ser expresado, para que pueda ser impreso indeleblemente en la alegría de su presencia.

Silencio

(Susurros)

— Hermana: Yo, que cuando llegué aquí, tenía muchas ganas de reírme, y al final tengo la impresión de que había muchas lágrimas que fluían, sobre todo por mí. Me gustaría ser un pez en el agua, me gustaría estar con ellos.... Y al mismo tiempo, están con nosotros… Es raro... Te ofrezco mis lágrimas. Hubiera preferido ofrecerte mi risa, pero ahora mismo, no puedo. Te quiero. Te quiero. Te quiero y me quiero a mí misma.

(Risas)

— Misma hermana: Sí, fue un éxito...

(Risas)

— La misma hermana: Para siempre.

Silencio

(Risas)

Silencio

La risa y la sonrisa son a la vez comprensión y restitución, así como explicación. La risa es la respuesta y es inevitable.

Silencio

— Hermana - ¡Qué alegría! (Gran exhalación)

(Risas)

— La misma hermana: ¡Sí, ja, ja, ja, ja, ja, ja! Mientras hablabas, estaban todos los pueblos del mar, de la tierra, de las estrellas, de las galaxias bailando y todo se junta en un enorme toro y el pasado y el presente, todo está en esta alegría..... Haaaaaa... Y es tan simple.

Silencio

— La misma hermana: Es una maravilla.

(Risas)

— Misma hermana: Esa es una sonrisa feliz.

(Risas)

— Misma hermana: Y qué gracia, qué gracia, qué gracia, qué gracia, qué gracia....

(Risas)

La risa tiene una respuesta para todo. La risa es la respuesta.

(Risas)

Silencio

(Risas)

Silencio

(Risas)

Silencio

— Hermano - Bueno, ya voy.... ya voy a compartir mis últimas lágrimas de alegría, mi alegría por estar aquí y... gracias a todos. Gracias a todos, es maravilloso.

Silencio

— Hermana: Ya anoche, cuando Jean-Luc se ocupó de nosotros, tuve una impresión, no inmediatamente, no una impresión, no la palabra correcta, no conozco la palabra, de ser totalmente una sola piel con todos. Y... y ahora, cómo decir, en primer lugar, dentro de mí, hay una gran cosa.... (Risas) ...No sé cómo decirlo, porque es difícil dar una explicación....eso no sólo está dentro de mí, sino también completamente fuera, como si hubiera una nueva sustancia (Risas) y esa sustancia conecta a todo el mundo aquí.

— Así que, al principio, cuando estaba en calma, esta sustancia estaba en calma, y después de eso, entró en acción, con llanto, con risas... y se siente como... como agua de mar, en realidad, en movimiento, eso es todo. Y entonces, siento que todos somos una sola piel. Y es extremadamente, extremadamente fuerte. Así que me gustaría que fuera también una piel con... con el universo. Y que... Ahí lo tienes.

Silencio

El gran silencio del Paraíso Blanco en la celebración de Ágape.

Bienamado, ¿dónde estamos?

— Todavía tenemos tiempo.

Así que continuamos.

Silencio

— Hermana (abajo): No está saliendo.

(Risas pequeñas)

— Hermana: Las palabras son tan insensatas, tan estrechas... para hablar del Paraíso Blanco. Desde ayer, cuando, durante el canto de Muriel, la ballena regresó, se impuso, se fusionó. Finalmente, nos hemos fusionado y.... desde esta mañana, siento de nuevo... mi vientre volviéndose inmenso... con... un goce que llega al corazón... y... un Amor sin sentido... que llena, que se extiende, que invade hasta los confines del universo... Y.... sólo quiero decirte que me he convertido en el Paraíso Blanco, nosotros somos el Paraíso Blanco.

Silencio

— Misma hermana: Y las aguas de arriba y las aguas de abajo se han reunido en nuestros cuerpos, en nuestros cuerpos humanos. Y quiero decírtelo, ¿pero te das cuenta de eso?

(Risas)

— Misma hermana: Y precisamente, cuando todo se junta, pero es una explosión, una implosión de Amor, y.... todo está lavado, todas nuestras viejas historias, pero todo está lavado, todo está lavado, todo está.... ya no existe, todo eso.

El Paraíso Banco se lava más blanco que el blanco.

(Risas)

Venid y lavad vuestras túnicas en la sangre del cordero, dijo. Eso es por lo que estás pasando.

Celebración.

Silencio

De la misma manera que Cristo dijo "dejad que los niños vengan a mí, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos", de la misma manera, a través de la matriz de Cristo, vosotros comprendéis y vivís lo mismo. Él te dijo: lo que hice, lo harás aún más grande. Estamos en ese tiempo.

Podemos continuar.

— Hermana (en portugués): Gracias... por estar siempre conmigo. Gracias por no haberme dejado nunca, incluso en los momentos más difíciles de mi vida en los que no te he sentido. Gracias por el Amor que siento.... Gracias por los ángeles que me rodean.... Gratitud....

La esencia y fragancia del Paraíso Blanco se manifiesta para algunos de ustedes. En la fragancia de la humildad de la flor llamada violeta, innumerables aromas acompañan el silencio y la majestad del Paraíso Blanco, deleitando tus sentidos en el éxtasis del goce perpetuo que no necesita a nadie más, ni siquiera a ti. Así es la libertad.

Silencio

Bienamados, ¿dónde estamos, no en términos de tiempo, sino en términos del número de hermanos y hermanas que han venido aquí?

— Voz: No todos han hablado todavía, pero.... nadie parece manifestarse...

¿Cómo? ¿Cómo?

— Voz: Parece que nadie se está manifestando para expresarse.

— Viene un hermano. Nos quedan diez minutos.

¿Antes de tomarte un descanso?

— Voz: Antes del descanso, sí.

Así que, si nadie quiere expresar todavía...

— Voz: Un hermano está allí. Un hermano está ahí para expresarse.

— Hermano: No sé cómo decir todo esto porque es un poco extraño, me gustaría hablar de la paradoja.

— Estoy yo, está la presencia que una hermana llamaba la misma piel y hay una ausencia de percepción, y los tres pueden ser experimentados simultáneamente y sin embargo, de vez en cuando, todavía tengo, de vez en cuando, que decir pero, no es posible, cómo es posible vivir estados que son tan contradictorios en mi pensamiento y en mi sistema de pensamiento, cómo puede haber de todo, nada allí, cómo... cómo finalmente hago cada vez menos en mi vida y cómo, sin embargo, en la superficie, hago cada vez más cosas?

— Bueno, no tengo respuesta a todo eso, porque no hay respuesta, la única respuesta es... bueno, es esa alegría o ese silencio, o incluso ambos al mismo tiempo, pero a pesar de la evidencia de experiencias o percepciones, todavía hay, otra vez, esa pequeña bestia tratando de entender lo que le está pasando. Y finalmente lo encuentro tan gracioso. No todo el tiempo, por supuesto, cuando es la única que se expresa, bueno, me da un poco de problemas. Pero ahora suele tener problemas para expresarse. Y así que muy, muy rápido, pasa. Bueno, eso es todo, se dice.

(Risas)

— Mismo hermano: Bueno, no, no se ha terminado, me gustaría dar las gracias a todos absolutamente porque es la primera vez en mi vida que me siento cómodo con los seres humanos.

(risas grandes)

— Mismo hermano: Gracias, muchas gracias.

Bienamado, todavía diría algunas palabras sobre lo que has expresado, pero que concierne a toda la creación.

Desde hace muchos meses vengo anunciando que el tiempo cero no es más que la yuxtaposición y fusión del simulacro y lo sagrado. Lo expresaste a través de tu experiencia. Pero la proximidad del simulacro y del tiempo sagrado a cero puede, en efecto, ser llamada una paradoja para lo que queda de los elementos de la personalidad. Pero una paradoja, como usted ha dicho, que se asume y cuya única respuesta es la risa. Porque la risa es comunión, la risa es compartir, porque la risa te lleva naturalmente a la verdad, porque la risa también refleja una aceptación completa e incondicional de lo que es la Vida al mismo tiempo de lo que es tu vida.

La Vida y tu vida se combinan en la misma danza que yo llamo la fusión del simulacro y lo sagrado, iluminando ambos lados de la misma habitación, el mismo contenedor y el mismo contenido, conduciendo a esta alegría, esta risa, esta evidencia, este Amor, este perdón, esta comunión y esta celebración.

Así que sí, sólo podemos reírnos de ello, no por burla, sino por un entendimiento que no puede ser explicado, pero como usted dijo, que sólo puede ser vivido.

Y doy gracias por cada una de tus palabras, por cada uno de tus silencios, pero también por cada uno de tus sufrimientos, dados al altar del Amor. El Amor es la solución. Todo lo que solía funcionar en este mundo ya no funciona, como puedes ver. Pero tú, tú trabajas allí. La paradoja está ahí. Y la paradoja es esta resolución a través de la risa y la alegría, estableciendo para todos el sabor del Paraíso Blanco, tocando el colectivo de la creación, en todos los reinos de la Tierra, en cada reino y dimensión de la creación, en cada esfera planetaria, en cada sol.

No, no estás soñando, estás saliendo del sueño y tus celebraciones, aquí o en todas partes, obviamente afectan la ilusión, muestran su fatuidad, su inconsistencia y sobre todo su falsedad. Pero no hay rechazo a través de esto, porque la paradoja, el simulacro y lo sagrado, se encuentran más allá de la creación, en el Parabrahman, en lo Absoluto, antes de la creación.

El amor es sólo la manifestación de la voluntad del Absoluto. Es el apoyo, es el elemento impulsor, pero también el elemento resolutorio. Fin del sueño, hora de despertar, estás despierto. De hecho, nunca has dormido, sólo has estado soñando. Y eso es lo que te pertenece. Y cómo no reírse de ello, cualesquiera que sean las paradojas. La risa hoy es resolutiva, no sólo para las circunstancias de este mundo, sino que como ya pueden ver, tanto en la última renuencia como en el último sufrimiento, porque no se puede mantener ningún sufrimiento, ni ninguna renuencia en el estallido de la risa de la Vida y en la risa del Amor.

Así que tal vez nos tomemos un descanso ahora.

Celebración, Ágape, celebración de Abbas, Fa Âme, en el canto de la resurrección que canta en el oído y sobre todo que es escuchado por el corazón. Así es como la paradoja se ríe de sí misma, así es como se resuelve la ecuación que nunca ha existido en ninguna parte excepto en sus preguntas. La risa es la respuesta.

En Amor y Verdad, que la Paz, la Alegría y la Risa ocupen todo el espacio y el tiempo, para ser satisfechos y satisfacer a la creación.

Paz. Paz. Ágape.

Asamblea: Ágape.


***

A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.

Transcripción del francés: Equipo Ágape
Traducción al español: LMF

***

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