FA ÂME. 19 Enero 2019.
Amados del Amor, hijos naturales, humanos que caminan sobre esta Tierra, Fa Âme honra vuestra presencia y honra el Amor que sois.
Antes de desplegar por segunda vez mis palabras, mis primeras palabras fueron relevadas por una mensajera.
A causa de las particulares circunstancias vividas por mi propia presencia allí donde les había dado cita, todos percibieron mi presencia cuando estabais en tierra y sin embargo, comprobasteis, para aquellos de entre ustedes que estabais presentes el día de ayer, que una vez sobre el agua, mi señal no les alcanzaba más.
Entiendan bien que esto no es culpa vuestra, ni de mi hecho, sino de las muchas perturbaciones presentes en el seno del océano, donde estabais, así como del mar, por la presencia de ondas emitidas por vuestras naves de hierro flotando sobre las aguas, alteraban en el agua la difusión de nuestra señal y de nuestra presencia, en el agua.
Por nuestra presencia, y me expreso para el conjunto de los pueblos del mar, teniendo la misma constitución y funcionamiento que vosotros, caminando sobre la tierra, está alterada. Afortunadamente, por nuestra presencia, reunimos las Aguas de arriba y las Aguas de abajo, para hacer el milagro del Amor, desde tiempos inmemoriales, con el fin de que nunca la señal del Amor se apague definitivamente. En cierto modo, somos los guardianes y guardianas de la autenticidad al mismo tiempo que somos la memoria de la creación.
En cuanto al día de ayer, cuando yo y mi niño no podíamos reencontrarles en el agua, les encontramos en tierra. Así es como otros hermanos y hermanas que tienen el mismo origen que nosotros, las guardianas ancestrales, les acompañaron en mi lugar en la celebración del éter.
Cálmense, no sufrimos y no perdemos nada, incluso cuando somos despedazados por vuestras naves de hierro. El sufrimiento, contrariamente a ustedes, nos es desconocido. Cualquiera que sea la forma que pedimos tomemos, en el seno de este pueblo del agua, no estamos afectados por lo que llamáis el sufrimiento.
Así que, la celebración del éter ha sido realizada y percibida por muchos en tierra, poco después de los primeros instantes del Sol y eso cada mañana, para ustedes.
Somos a la vez la densidad y la ligereza, somos a la vez las guardianas ancestrales de la Verdad Una. Propagamos incansablemente, a pesar de las ondas de las naves de hierro, la señal del Amor.
Nuestros cantos, cualesquiera que sean nuestras formas y nuestras especificidades, están por todas partes sobre este planeta, que estéis en tierra o cerca de nosotras, son las mismas.
Celebramos, en todas partes sobre los océanos y los mares, para lo que obstruía el pleno acceso a la Verdad. Desde ahora y a pesar de las naves de hierro, cantamos a cada momento la Resurrección, la vuestra. Es con alegría y con gozo que sostuvimos de manera lo más a menudo invisible, vuestro tránsito hacia la Verdad.
No se alteren no se perturben por los acontecimientos que sobrevienen a nuestro pueblo del agua. Porque efectivamente, habiendo levantado lo que es llamado la anomalía primaria, muchos científicos entendieron que nosotras éramos las propagadoras y propagadores de la Luz de Verdad, no sólo en nuestro medio, sino que también sobre la tierra y el aire de este planeta.
La celebración de la Tierra y la celebración del éter se acompañó este día de ayer de un cierto número de modificaciones que habían afectado no sólo vuestra conciencia, sino que también el desarrollo de la revelación. Tal vez pudieron, durante el año precedente, sentir o notar nuestra densidad y nuestra ligereza, porque reunimos las Aguas de arriba y las Aguas de abajo.
Esperábamos vuestra llegada. Pero como tal vez sabéis, en el seno de este juego del bien y del mal que se juega todavía desgraciadamente por muchos humanos de la Tierra, arrastró un cierto número de elementos que pretenden, sin poder alcanzarlo, de bloquear nuestra señal de Amor y de Vida, propagándose, como dije, no sólo en los elementos de la Tierra, sino en el conjunto de los Universos.
Cualesquiera que sean nuestras formas, cualesquiera sean que nuestras tallas, todas nosotras estamos todas y todos en la misma sinfonía y la misma verdad. En estos momentos magnificados de Gracia, la fusión de los éteres, la fusión de las Aguas de arriba y Aguas de abajo, se realiza en ustedes por el canto de la Alegría, que es el canto de vuestra risa, como de vuestra sonrisa.
En eso, les acompañamos y acompañaremos hasta el momento de la revelación total de la Verdad de lo que es la creación. Sostenemos a cada uno, que esto sea a través de nuestros hermanos delfines, que sea a través de nuestras diferentes formas de las nombráis ballenas, estamos relacionados de toda eternidad, por lo que ha sido nombrado, creo, la matriz Crística, matriz de Libertad, matriz de Vida, que no tiene ningún marco ni algún límite.
Descubrís así cada vez más extensamente la libertad de ser, cualesquiera que sean las condiciones de vuestra forma, como de este mundo. Nosotros estaremos cada vez más presentes, que sea en vuestros sueños, como en nuestras comuniones. En efecto, la fusión de los éteres acabó ayer, en el momento de la celebración a las 10 horas, en el lugar donde estabais.
Sean calmados, porque cualquiera que sea lo que llega a nuestros cuerpos, no representa estrictamente nada para el Amor que emitimos en cualquier forma que sea, en el seno del agua. Las aguas dichas; matriciales, soporte de vida y organización del Amor, en el seno de los mundos manifestados, en el seno de un marco y una forma, aparecéis hoy en la verdad primera de su inutilidad, en la Verdad primera de vuestra Eternidad.
Nosotros estamos disponibles, y observen bien que no hablo de mí, sino de nosotros todos juntos en el seno del pueblo del Agua, como todos juntos en resonancia Agapè, con cada corazón que lo acepta. Cada encuentro, que sea en Espíritu o en la forma, realiza la alquimia de la revelación final de la Verdad Absoluta.
Estén seguros, porque nosotros se lo aseguramos, que ni somos afectados por los desgarros de nuestros cuerpos, ni por las señales emitidas por los buques de hierro que sólo pueden impedirnos orientarnos allí donde estamos. Es por eso que ayer estábamos ubicadas en un lugar preciso, inaccesible para ustedes.
Sin embargo, nuestros hermanos delfines que os acompañaron, por su número y sus danzas, celebraron con ustedes el éter y la fusión de los éteres. Como comprobaréis desde ahora sobre la Tierra, cada día en lo sucesivo, los procesos de revelación van a alcanzar una intensidad nunca igualada, donde nada de lo que permanecía velado en ustedes como por circunstancias de este mundo, podrán ser ocultados. Esta revelación es sólo sufrimiento si se oponen, y se vuelve ligereza y beatitud en cuanto acogéis y aceptáis.
Atravesando las circunstancias de vuestras vidas, como lo hacemos a nuestra manera en el seno del agua, realizáis en ustedes la libertad esencial del Amor anterior a toda creación, a todo sueño. Nuestros cantos y nuestras ondas, como dije, sólo afectan el medio donde estamos, pero no impiden de ninguna manera la resonancia Agapè ofrecida a cada uno, en cuanto ustedes, humanos, nos acogéis y aceptáis lo que sucede, más allá de todo cuestionamiento y más allá de toda duda.
Desde ahora en adelante, una forma de confianza recíproca se instala entre el pueblo del Agua y el pueblo de la superficie de la Tierra. Esto os concierne, humanos, pero también al conjunto de las vidas, que estén en el seno de la fauna o de la flora, explicando lo que observa con soltura desde el mes pasado. Es decir que a pesar del invierno, la primavera de la Vida renace en lo más hondo del invierno, hasta antes de que haya llegado la primavera aparente.
Porque a semejanza de lo que sucede en el seno de la fauna y de la flora, vivís del mismo modo a la vez vuestra regeneración, vuestra Resurrección, y vuestra beatitud, traduciéndose por vuestro canto que es el nuestro, pero manifestándose por la risa y la sonrisa, el brillo de vuestra mirada y de vuestra presencia magnificada por vuestra ausencia en el seno de este cuerpo y de esta forma, quedándose al mismo tiempo y permaneciendo, más allá de toda apariencia. Cada uno es llamado por nosotros como por cada uno de ustedes también, a eso.
La celebración del éter y la fusión de los éteres realizada, permite de ampliar y aumentar el número de hermanos y hermanas de la Tierra, que sean los humanos, la fauna y la flora, como dije, no puede ser más alterada ni modificada por los aspectos cíclicos de este mundo encerrado, que llamáis el desarrollo del tiempo, y el desplazamiento aparente de Gaïa alrededor del Sol. Descubrís efectivamente, en cuanto lo acogéis, que no hay ni tiempo, ni espacio, ni las dimensiones, sino solamente la unicidad de la creación, habiendo estado presente en el seno del Alfa de la creación, resolviéndose en el Omega de la creación.
Habéis deambulado, al igual que nosotros, el conjunto de los caminos posibles de la manifestación, desde el primer aliento y primer inspirar de la creación hasta su último expirar. Esta resonancia es una resonancia entre los elementos que no están más separados ni divididos, sino que realmente y concretamente se alquimizan, tal como le veis a vuestro alrededor sobre el planeta.
Me gustaría decirles también y confirmarles que no sirve estrictamente de nada de inquietarse o de preocuparse de cualquier perturbación que sea. Insistimos hoy, más particularmente ante la intensidad de los procesos que se celebran sobre la Tierra a cualquier nivel que sea, de no entrar en cualquier reacción, o en un cualquier miedo.
Porque como esto les ha sido expresado por innumerables voces desde años innumerables, somos uno, más allá de toda idea, de toda representación y de toda concepción. No tenemos nada que hacer del decorado, ni de lo que es visto.
Lo esencial de la libertad que se reencuentra y se vive, para el conjunto de Gaïa y para el conjunto de la creación, se realiza bajo vuestros ojos, en vuestros cielos como sobre la Tierra, para hacer el milagro de una sola cosa. Esto firma, evidentemente, el fin de la fragmentación, el fin de la interrogación.
Porque el Amor es toda respuesta y pone fin a toda pregunta.
Entonces sí, vuestras risas y vuestras sonrisas, el brillo de vuestras miradas, en cualquier circunstancia de su vuestro individuo aparente, sólo amplía nuestro canto y juntos cantamos, cualquiera que sea el modo de cantarlo, la misma unicidad, la misma verdad, el mismo Amor, independiente de las dimensiones, independiente de las formas, e independiente de la creación.
Desde ahora en adelante, en toda circunstancia, excepto por supuesto cuando vuestros buques de hierro borran en el agua nuestra marcación, pero nosotros también, podemos hoy tocarles de manera mucho más directa y resonar en Agapè con ustedes, más allá de todo contacto físico.
Bien evidentemente, en todo mar, en todo lugar, y cualesquiera que sean las circunstancias, lo repito, que sea para acosarnos y destruir este cuerpo, que sea para honrarnos, es lo mismo, no sean afectado por lo que todavía proyectan algunos a humanos a nuestro encuentro, porque deben entender y aceptar que aunque tenemos una constitución similar al nivel de funcionamientos que llamáis los mamíferos, la diferencia esencial para nosotros, pueblo del mar, es que no tenemos posibilidad de manifestar el menor sufrimiento, porque éste es tan ilusoria como este mismo mundo.
El juego de la creación, como tal vez les ha sido dicho, nunca comenzó y nunca acabará, porque es inscrita en un sueño y que este sueño que era la expresión del juego de la conciencia, puede desde ahora cesar.
Pueblos de la Tierra, humanos como fauna y flora, así como los minerales, estamos desde ahora en adelante juntos en la misma Unicidad, en este enlace de Libertad llamada; resonancia y Agapè. Esto pasa en silencio, mis palabras están allí, en cierto modo, para sostener a los pueblos de superficie de la Tierra en su ascensión, su libertad reencontrada, y en la espontaneidad de la risa y de la alegría que sobreviene en cuanto borren toda pretensión a estar separados, a estar sufriendo o a interrogaros
Así que, les sostenemos como nos sostienen, en este redescubrimiento de vosotros mismos y en el fin del sueño que, se lo recuerdo, nunca existido. Así, les pido, a vosotros, pueblo de superficie, de no estar afectados por las apariencias de lo que veis, en cualquier exageración que sea. Porque descubrirán que detrás de los acontecimientos de este tiempo, que son manifestados ampliamente, no pueden de ninguna manera desviarlos o derivarlos de la risa y de la sonrisa, del Canto de Vida y del Canto de la libertad.
Les convidamos siempre más numerosos a venir a acercarnos, con el fin de reforzar la fusión de los éteres de manera completa, tal como se había anunciado hace numerosos años y realizada en este momento, a nivel de lo que fue nombrado lo Azul.
Dondequiera que estemos en vuestras aguas, también estamos, por resonancia, en vuestra agua interior, la de vuestra carne, como la de María, permitiendo entonces sobrepasar todo antagonismo, que esto sea en el seno de la apariencia, y lo que llamamos [...] varones o hembras, haciéndoles redescubrir la vitalidad y la exuberancia de la Vida en el seno del Andrógino, con el fin de que no sean más solamente hombres o mujeres, sino hombre y mujer al mismo tiempo.
El nombre que les comuniqué, Fa Âme, y que fue, pienso, escrito de un modo tal vez no completamente exacto, porque no existe palabra que pueda dar cuenta de este nombre. Fa Âme no es solamente la combinación de dos palabras o de dos sílabas, sino que mantiene la resonancia Agapè, no solamente en el seno del humano, la humanidad encarnada, sino más bien sobre el conjunto de la creación, como dije.
Esta unicidad de resonancia y de enlace, de libertad y de Amor, viene en cierto modo para acabar la celebración del Ser y del No-Ser por la fusión de las Aguas de arriba y Aguas de abajo, rindiéndose al Espíritu de verdad, al paracleto, cuya manifestación, cualquiera que sea vuestra forma y cualquiera que sea el estado de esta forma, sólo es risa y sonrisa, y ligereza, a pesar de la densidad y gracias a los acontecimientos que vivís en este mismo momento.
Entonces, nos sostenéis por vuestra apertura, por vuestra risa, como les sostenemos con nuestros cantos y nuestros contactos, que ellos sean en nuestro medio, en el aire de la Tierra, como sobre la Tierra.
Como comprueban y modo cada vez más numeroso para ustedes, la propagación del Amor en el seno del ternario que fue llamado para ustedes "Cristo, María y Mickaël" llamado en tiempos un poco más antiguos; la Eucaristía. La eucaristía no es comer solamente el cuerpo o beber la sangre, como hicimos decir al que fue el Cristo, sino más bien la celebración y esta resonancia de los éteres, poniendo fin a la vez a todo los marcos de referencia, a todas las distancias y las características y las especificaciones de los que llamáis los cuatro elementos.
La celebración del éter no es nada más que la restitución del éter de Libertad, que fue amputado en algunos mundos. Deben hoy, por la gracia del Amor y de Agapè, dejaros infundir y fusionar.
Porque es en el Agapè y esta resonancia en lo que creáis, por el Canto que manifestamos, así como por la florescencia de la segunda primavera en el seno del invierno, que todo les llama, piensen lo que piensen, a celebrar la Vida, cualquiera que sea el sufrimiento y cualesquiera que sean las circunstancias.
Porque es así como realizáis no sólo la veracidad de Agapè, sino también la veracidad de la primacía del Amor y de la Luz, en toda circunstancia dimensional, en todo sufrimiento como todo acontecimiento.
Ha sido dicho por algunos de los humanos que se expresaron entre ustedes desde otras dimensiones, que sólo hay el miedo o el Amor, pero vais a comprobar muy rápido que hasta los miedos los más anclados, que los acondicionamientos más usuales de vuestra sociedad humana, no pueden en ninguna manera refrenar el despliegue de Ágape.
Esto se hace con vosotros, esto se hace con nosotros, pero esto se hace también sin nosotros y sin vosotros, en cuanto acogéis las circunstancias, cualesquiera que sean, del sueño de la creación que termina.
Porque todo lo que les puede pasar, que sea a nivel de los humanos, que sea a nivel de la fauna o de la flora, que sea a nivel de las manifestaciones elementales, como a nivel de lo que llamáis organización social, en el seno de diversas comunidades presentes sobre la Tierra, les vuelve a la Libertad incondicionada por cualquier forma que sea, cualquier concepto como cualquier historia.
Lo que fue llamada la Verdad desnuda, esta Dicha sin objeto o Alegría desnuda, se hace para muchos, a cada momento, cada vez más evidente. Y sólo podrán apoyarse en esta evidencia y cada vez menos en las circunstancias de vuestro cuerpo, de vuestra vida o de vuestro país. Porque Ágape toma todo lugar y todo espacio, lo mismo que toma todo tiempo, todos los continentes y todos los pueblos de manera indiferente, con la misma intensidad y la misma belleza.
También diría que, hoy, y como muchos lo vivís, cuanto más aceptéis y asentéis, más la belleza se revela en ustedes, cualesquiera que sean las apariencias, cualesquiera que sean los sufrimientos. Entonces, la evidencia se vuelve la Danza permanente de la Alegría, el abrazo del fuego del Amor, y de los elementos de la Tierra, que les devuelven la Libertad que no sufre ninguna forma ni alguna condición.
En esto, las flores florecen a pesar de la temporada, en esto, los animales, como los llamáis, se descubren ser otra cosa. De la misma manera que en vuestra humanidad y vuestra sencillez, descubrís la majestad de lo que no pertenece a la forma o una dimensión, sino que representan el conjunto de la creación, en cualquier esfera que sea.
Entonces desde ahora, que sean los pueblos del Agua, que esto sea los pueblos de la Tierra, como los pueblos del Aire, como los pueblos de las demás dimensiones, se unen a nosotros, por la atracción de Agapè, esta atracción que no está sujeta a ninguna limitación, ni repulsión.
Es efectivamente la unión de las Aguas de arriba y de las Aguas de abajo, su unión y resonancia, que desvela el Paracleto, el Espíritu del Sol y el Impersonal, y pone a cada uno en la misma libertad y en la misma manifestación todavía en este mundo, de aquella que se presento a ustedes hace algún tiempo y nombrada: Eynolwaden.
Estáis convidados, en todas las circunstancias de vuestra vida, que sea en el sufrimiento, la privación como la opulencia, a descubrir esta verdad esencial, a encarnarla, a vivirla y a mostrarla al mundo como a todas las Creaciones. Está aquí, sobre Gaïa, que el conjunto de las ilusiones se resuelven y que la Libertad inicial se reencuentra a ser vivida en estos momentos finales.
Muchos intervinientes, a los cuales se han acostumbrados, han dicho que sólo hay el miedo o el Amor, y hoy les invito a verificarlo y que el Amor no se puede adaptar con ningún sufrimiento a cualquier nivel que sea.
No hay ni a juzgarse, ni a sentirse responsables, de lo que sea, sino simplemente a ver precisamente esto, es decir, el sufrimiento o el Amor.
Porque digáis lo que digáis, ustedes, pueblo viviendo sobre la Tierra donde el sufrimiento es omnipresente, que sea para ustedes, humanos, como para todos los pueblos de la Tierra, excepto por supuesto aquellos que quedaron en las dimensiones libres desde hace tiempo, los pueblos de la naturaleza, como han sido llamados, les acompañaron durante estos años.
Fueron también los enlaces sobre Tierra de lo que hacemos en el agua. Las Aguas de arriba fecundaron no sólo las Aguas de abajo, sino que también los pueblos de la Creación, desde esta dimensión terrestre hasta, evidentemente, más allá de la Fuente.
Cada uno es Abba. No vean ahí una personificación, de quienquiera que sea sobre la Tierra, vean simplemente vuestra Verdad, intrínseca y última. No hay otra condición previa que de estar en esta forma de apertura y este acogimiento total de todo lo que pueda traspasar vuestros ojos, vuestro cuerpo o vuestra conciencia.
Porque todo lo que sucede en sus aspectos más horribles, para vuestra observación, como los más ligeros para vuestra conciencia, en definitiva, participan en la misma Danza, en la misma evidencia y en la misma apariencia, diría yo, de terminación.
Porque lo que es perfecto no tiene porque perfeccionarse, él Es de manera evidente, anteriormente en toda manifestación en una forma, como de cualquier mundo que sea.
Como les han dicho, simplemente lo olvidaron. Porque el velo del olvido no es, tampoco de vuestro hecho, sino simplemente a causa de circunstancias particulares de este mundo llamado la Tierra, que está en definitiva al principio de toda Creación.
La Fuente no es un punto lejano representado sobre la piel del cielo, como las llamadas Pleyades y Alcyon, esto está en su vuestro Corazón, como en todas partes sobre la Tierra.
La Tierra representa efectivamente la primera y la última creación, trayendo a la comprensión que todo esto sólo fue un sueño, y que descubriendo la libertad del Amor, cualquiera que sea el sufrimiento y cualquiera que sea la confusión, descubrís la Libertad.
Incluso a través de esta forma limitada, no pueden más estar estremecidos, más dejan esta acogida hacerse en ustedes, por alguna circunstancia de vuestro cuerpo, de vuestra vida en este mundo o de la creación en su conjunto.
Nosotras estaremos no sólo en resonancia Ágape, sino que también ligados a ustedes, en cuanto vengáis sobre nuestro elemento, de todas las maneras posibles.
Celebramos con ustedes la revelación de esta memoria ancestral y la fusión del Éteres, el momento en que las Aguas del misterio reúnan las Aguas de la materia, para hacer el milagro de una única cosa, cumpliendo así la Verdad del Amor.
Desarrollando cada vez más esta matriz Crística por la resonancia Ágape, cada día descubrís que sólo pueden reírse y sonreír. El Amor puede sólo reírse y sonreír, el Amor puede sólo ser declamada por el Canto, por la presencia y la Danza, todo lo demás sólo pasa.
Entonces, les invitamos, nosotros, pueblo del mar, en cada momento y cada aliento de vuestra vida, cualquiera que sea la edad de este cuerpo, cualquiera que sea el país y cualquiera que sea la opulencia o el sufrimiento, a dejar crecer el Amor, a dejar crecer Ágape.
No hay necesidad de vuestra persona, ni de mundo, ni de forma, ni de visión. Hay necesidad simplemente de ser justo y verdadero. Pero no pueden ser totalmente verdaderos a partir de vosotros-mismos, sino simplemente abandonando a «vosotros-mismos» apartarse y alejarse, por la infusión y la efusión de Ágape, en cada parcela de vuestro ser y de vuestro No-Ser, para realizar el milagro de una sola cosa, haciéndoos a concienciar, sí puedo decir, que no pueden aspirar a nada más, que ser esta Verdad.
Si acogéis, el Amor crecerá. Si acogen, Agapè será la solución, para los sufrimientos de este cuerpo, para los sufrimientos de vuestros pensamientos, como para todo desequilibrio. Recuerden que, no tienen que pedir nada de específico, sino simplemente a celebrar Ágape, por la sonrisa que llevan vuestros labios, por el brillo de vuestra mirada y por el hecho de acoger de manera total, sin restricción, absolutamente todo lo que pueda presentarse, en los aspectos más majestuosos, lo que es fácil, como en los aspectos aparentemente los más tenebrosos.
Es así como no sólo la Luz alumbra y revela lo que deba serlo, sino también, real y concretamente, os libera de las últimas costumbres, los últimos condicionamientos y de creerse una forma, incluso en el seno de los mundos Libres.
La resonancia Agapè permite dejar efectivamente curso libre al derrame del Amor, en un sentido que podrían llamar emanación o irradiación exterior, como en el sentido de la interioridad y de la vacuidad.
Así, descubrís que nada puede estar separado, sino que todo está relacionado en la libertad del Amor. Este enlace no puede acomodarse del menor sufrimiento, y sin embargo, son los sufrimientos que os hacen descubrirlo.
Esto depende, evidentemente, de lo que fue llamado por diversos intervinientes del pueblo de las Estrellas como de la Tierra, la verdadera libertad. La verdadera resiliencia y verdadero rebasamiento, lo encontrarán cada vez menos en la cogitación, cada vez menos en las explicaciones, cada vez menos en vuestras actividades de lo que es visto, percibido o sentido, sino todo lo contrario, en la vacuidad conjugada de vuestra presencia y de vuestra ausencia.
El No-Ser encuentra el Ser, las Aguas de arriba encuentran las Aguas de abajo, y esto pasa primero en el seno del agua, del agua física de la Tierra, en particular en los mares y océanos, pero también en los ríos, como en las aguas que caen desde las nubes. Todas las aguas están involucradas, y evidentemente el agua de vuestro cuerpo, también.
Muchos hermanos humanos inspirados han reencontrado una parte de las virtudes del agua. El agua es soporte de Vida, pero es también el soporte de la Alegría, porque el agua no puede estar más refrenada, en el seno de esta celebración. Lo mismo ocurre con vuestra conciencia, a partir del instante en que aceptan acoger vuestro propio sufrimiento, aunque habrá que ocuparse de él después. Reveláis Ágape y Ágape se revela en ustedes porque es lo que sois, es lo que todos somos, desde el átomo, hasta nuestros cuerpos, los más imponentes presentes sobre Tierra.
Como comprendieron, el tiempo ha llegado de la celebración, pero esta celebración, aunque sea magnificada en el momento de algunas circunstancias como nuestros encuentros, se despliega de manera inexorable por todo lo que está presente en el seno de la creación.
Como se ha dicho, lo que vivís ya fue preparado evidentemente y aprobado. Es en eso que se ha dicho de no juzgar, porque cuando olvidáis, sólo pueden juzgar. Pero como el olvido toca a su fin, el juicio desaparece por sí solo. No tienen ningún esfuerzo qué hacer. Es más bien del orden del relajamiento, de acoger y aceptar, que se encuentran la solución y la resolución, de lo que sea que se produzca sobre la pantalla de vuestra conciencia, en este cuerpo, en las relaciones entre los diferentes pueblos de la Tierra y de las Estrellas.
[...] Lo veis en vuestros cielos como alrededor del Sol, lo que fue nombrado el conjunto de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres está ahora a disposición, para esta celebración. Es lo que es percibido, visto y atravesado, todo el resto es de una insignificancia total. Que esto sean vuestras posesiones, que sean vuestras ideas, que sean vuestros deseos o realizaciones, ellas sólo pueden borrarse frente a Ágape.
Entonces, cantaremos, nosotras, ballenas y pueblos del mar, de modo cada vez más visible, de modo cada vez más aparente, porque nada más puede estar escondido, porque el soplo de la libertad se vuelve la evidencia misma, en cualquier apariencia que sea. Entonces atraviesen las apariencias, aunque les puedan parecer todavía a veces duras o sufridas, porque detrás de esta dureza y este sufrimiento, sólo hay la ligereza de la verdad de Agapè, la evidencia de la danza, la sonrisa y la risa.
Se reencontraron, y nosotros nos reencontramos con vosotros. Esta comunión concierne no solamente a los pueblos de la naturaleza, no solamente algunos grupos de humanos, sino el conjunto de la organización social humana, viniendo alumbrar hasta los que se consideraban lógicamente autorizados para ejercer un poder sobre vosotros, que sea cualquier humano como cualquier jerarquía.
De hecho, a través de este saco de carne, sois el templo de la Verdad, estáis dentro, pero no sois eso. Acéptenlo y lo vivirán, sin preguntas, ni interrogantes, sin dudas y sin escrúpulos, y sin vacilación.
Me dirigiré además, yo, Fa Âme, pero también el pueblo del agua, a número de entre vosotros, a veces por palabras, a veces por este gozo increíble de la Verdad. Retengan sobre todo, porque es importante, porque no hay ningún esfuerzo qué hacer.
Porque el esfuerzo será, y lo verán, y lo vivirán, todo esfuerzo será cada vez más sufrimiento, mientras que todo abandono será cada vez más Amor y Alegría. Es en el juego que se juega sobre la Tierra, en cualquier apariencia que sea, que revela vuestra belleza y la verdad que sois, anterior a toda forma como a toda dimensión.
No es más tiempo hoy de elaborar conceptos o percepciones. No es más el tiempo hoy de trabajar, sobre lo que sea, sino realmente de dejar el trabajo hacerse. Este trabajo se hace solo, no os necesita como individuos, necesita lo que sois, en cada otro, en cada flor, en cada animal, en cada mineral, en cada dimensión.
Porque todo se celebra en ustedes, través de ustedes, y es en esta travesía que descubrís que no sois quienes creías, sino que sois el conjunto de la manifestación como lo que nunca se manifestó, en este mundo como en todo mundo.
Por supuesto, y comprobarán también que en cuanto estemos en celebración como en este instante, como ayer, como en otros momentos, el conjunto de la creación es tocado. Sabios entre ustedes dijeron que cuando un ala de mariposa o una telaraña se rompe sobre la Tierra, era el conjunto de los Universos que se estremecía.
Hoy, Ágape viene a no sólo estremecer, sino consumir todas vuestras certezas, todas vuestras ilusiones y todos vuestros sueños, como todas las pesadillas, y esto, de modo cada vez más visible, para cada uno. Porque en definitiva sólo pueden asentar, sólo pueden acoger. Porque la Vida es don, y mientras se dieron, y cuanto más aceptáis dejaros atravesar, más descubrís la ligereza del Ser y del No-Ser reunidos en una forma aparente.
Es pues el final de todas las separaciones como de todo sufrimiento. Es también el final de creerse separado, de creerse diferente, según un color de piel, y para nosotras, es lo mismo. Aunque algunos de nuestros congéneres ponen fin a nuestro cuerpo, no vean allí ninguna predación.
De la misma manera que en una época anterior llamada Atlántida o más antiguamente, en Hiperbórea y en Lémuria, no eran a este punto encerrados a la identidad de una forma y podías dejar vuestro cuerpo, dejarlo morir para tomar otro, como es el caso en las manifestaciones de la vida en los mundos unificados.
Pero no podíamos dejarles en el sueño del sufrimiento y de la ilusión. Cumplieron la tarea y hoy, les incumbe de soltaros, de abandonaros y de daros, sin restricciones ni frenos. Porque las restricciones y los frenos sólo vienen de vuestras costumbres, a la forma y la necesidad de preservar lo que llamáis experiencias. El Amor nunca es una adquisición, sino una restitución.
Así, liberáis en vosotros el conjunto de los engramas, no solamente de vuestra propia predación hacia vosotros-mismos, pero también todas las historias de encerramiento. Esto es efectivamente lo que podrías llamar un gran perdón, que es también esta celebración.
Tuvieron la oportunidad de verificar de manera numerosa lo que fue llamado hace algunos meses solamente la absorción de las esencias. Es eso que les hace descubrir que sólo hay una única esencia que es el impulso de Vida, que les devuelve a lo que fue pronunciado en otros tiempos, y pueden afirmar: «Soy el Alfa y la Omega, y soy muy anterior a eso.»
Entonces, pueblos de la Tierra, que sean humano, mineral, vegetal, animal, y los pueblos que vienen sobre la Tierra, en sus naves, sean tranquilos, estamos allí con cada uno, en cada instante y en cada circunstancia. Hasta no es necesario de pensar en nosotros o de llamarnos, simplemente de estar allí y de poneros en vuestro don al mismo momento, en la acogida absoluta de todo lo que está presente, así como de todo lo que está ausente. Así, cualquiera que sea la complejidad aparente, todo se vuelve sencillez, todo se hace resiliencia y todo se vuelve Verdad.
La consumación de Amor Ágape se realiza de innumerables formas en cada uno. No voy a enumerar vuestras circunstancias, ellas os conciernen, pero recuerden simplemente que hasta en un acontecimiento más traumatizante con respecto a vuestra vida, vuestro cuerpo, vuestra familia o vuestro mundo, justo detrás o a continuación y al mismo tiempo, sólo hay la indecible belleza de Ágape.
No tienen que buscarse, ni tienen que eliminar nada, ni que adquirir nada, ni que guardar nada, se restituyen a ustedes mismo, más allá del individuo que piensan ser en el seno de una forma.
Esta es celebración del Éter de Vida, aportado por las madres creadoras en el momento del primer sueño de la creación, que ocurrió evidentemente, esto les ha sido revelado, sobre esta Tierra que sin embargo estaba en el exilio. Algunos vieron en este término, que la Tierra era un vertedero. Pero es en el seno del vertedero, lo que podrían llamar la fermentación de la Vida, que la vida florece y se revela en lo que ella Es, una oportunidad de alegría, de risas y sonrisas, una oportunidad de jugar.
Pero efectivamente, como comprueban, muchos, cualesquiera que sean vuestros pasos, en el sentido interior, podía comprender y vivir que esto sólo era un juego pasajero. Entonces perdonen todo, absorban todo, como se ha dicho, no rechacen nada. Esta es vuestra postura única y posicionamiento, que crea en ustedes la libertad, que crea sobre esta Tierra la libertad, como en el conjunto de los mundos. Nada más está separado, las Aguas de arriba se fusionaron con las Aguas de abajo para hacer el milagro de una sola cosa.
He aquí lo que mi canto tradujo en palabras para aquel que aceptó acoger mis palabras, sino también mi presencia.
La mensajera les dio, en nuestro primer encuentro, un mensaje esencial que les invito a releer.
Seréis numerosos en recibir las músicas y las palabras, a recibir nuestra presencia y todas las presencias, demostrándoles que el conjunto de las presencias sólo es en definitiva, una ausencia en la forma y en los límites, y los marcos de todas las dimensiones.
Poco importa el tiempo que les parece correr, porque si todavía les parece el tiempo correr, que sea por despecho o esperanza, es que no sois Ágape y que no estáis disponibles. Estáis disponibles al tiempo, disponibles para el sufrimiento y lo mantienen así, hasta sin darse cuenta de eso.
Esto se ha llamado, creo, por algunos de los que les desvelaron, por innumerables voces, allí también, el instante presente del Aquí y Ahora. No hay otra solución que ésta y en cuanto no estéis más en el instante presente, entonces sufrís. Esto no es ni una culpa, ni una justificación, sino simplemente el juego normal entre el Amor desnudo y lo que sólo es el amor condicionado y condicional.
Entonces por supuesto, durante estas palabras que son pronunciadas, allí donde me encuentro, no muy lejos de ustedes, aquí, en este espacio, mis palabras sólo son el ritmo de mi Canto. La celebración se hace ahora en directo, mientras que estas palabras fluyen a través de este cuerpo humano y resuenan al conjunto de la Tierra, y celebran la Vida en el conjunto de los Universos.
No vean allí cualquier aptitud del humano que me acoge, porque vuestra capacidad es exactamente la misma para cada uno, humanos, como para todos los pueblos de la naturaleza, como para el conjunto de la creación de este mundo, como del conjunto de las creaciones.
Entonces nosotros, pueblo del Agua, nosotros les invitamos a ello. Esta celebración que ha sido hecha y realizada, es accesible más allá del tiempo y del espacio, por supuesto, si no eso no sería verdadero, y hasta diría a través de todas las dimensiones.
Como comprendieron, la Tierra es el centro de la creación, la Tierra es el centro del sueño, pero es también el Corazón amado de la creación, Amentka.
Invitamos al conjunto de la creación al festín del Amor, al festín de la Verdad. Nadie puede estar excluido, aunque sea hoy el más opuesto. Porque qué puede rechazar el Amor a profusión, el que pone punto final a toda falta y a todo sufrimiento, como a toda resistencia.
Durante mis palabras incluso, aquí, en este instante, esta celebración se extiende al conjunto de la Tierra como en todas las dimensiones. Y cada vez que uno de ustedes, humanos de la Tierra, será en resonancia con nosotros, quien sea de manera física, que sea de una manera más etérica posible, no cambia nada en cuanto al resultado.
El resultado es la risa de la Dicha y la sonrisa de la paz, el resultado es la evidencia reencontrada, la ligereza de la infancia, la sencillez de la vida, la humildad de aquel que no es nada en el seno de una forma y que sin embargo es todo en las todas las formas. Es eso lo que les hace transparentes, es lo que les aclara, y es eso lo que es la Transparencia.
Recuerden, nunca sufrieron, cualquiera que sea la intensidad de vuestro sufrimiento, porque lo que sufre, es justamente lo que estaba separado, dividido y considerándose un individuo, creyéndose afectado por el mal, por la enfermedad, por el encerramiento de la sociedad misma. Todo esto no tiene más curso, es lo que vivís a cada minuto desde ahora, a cada soplo. Y esto no es solamente para ustedes, pueblo a humano de la Tierra, como dije, sino para el conjunto de la creación, sino también el conjunto de lo que está presente en la sobre esta Tierra.
No se alarmen de ninguna circunstancia de vuestra vida como de este mundo, porque la Verdad del Amor está establecida y porque nada puede resistir a eso, y hasta diría que nadie querría resistir u oponerse a eso, sólo es el miedo al Amor hoy, inscrita a través de las costumbres y algunos comportamientos, que todavía les puede parecer privaros de esto.
Pero recuerden que las circunstancias de vuestro cuerpo, de vuestra abundancia o de vuestra pobreza, a cualquier nivel que sea, sólo están allí para el mismo desenlace, lo que Sois, más allá del Ser y del No-Ser. Si guardan esto presente en ustedes, no hay ningún obstáculo que pueda parecer resistir. Nunca hubo obstáculo al Amor, simplemente hubo el olvido.
Y no juzguen aquellos que les encerraron, porque en alguna parte, más allá de la apariencia, son vuestros libertadores, porque ellos también habían olvidado y que en cuanto se reencuentran ello-mismos, sólo hay allí Amor, perdón y gracia, sólo hay aquel que está inscrito en el sufrimiento, que no ve el Amor de la creación, que todavía puede expresar un resentimiento.
Como dije, lo mismo ocurre con las fechas que pueden buscar. En el Amor, no hay fechas. Los acontecimientos de esta Tierra conciernen a la ilusión, pero no conciernen a quienes Sois. Cualesquiera que sean las apariencias, cualquiera que sea tal vez vuestra vivencia todavía, esto desaparece en cuanto aceptan vivir, y no comprender un concepto o de lo que sea.
Recuerden, no hay nada por hacer, sólo celebrar cada instante y cada aliento de vuestra vida, que sea con nosotros, que esto sea con el marido, la esposa o que sea con el peor de los enemigos.
Porque el Amor desnudo quiere decir simplemente que no necesitáis más, de lo que sea de otro. Es eso que hay a reconocer; la evidencia en ustedes, a través de las apariencias de este mundo, a través de su propia disolución. Porque nunca nada ha sido creado, y que sólo la Eternidad inmutable de la Alegría, independiente de la forma como de todo mundo, es la única Verdad.
Como sabéis, el juramento y la promesa fue acordada por la liberación y la disolución de la anomalía primaria. A partir de allí, si se puede decir, le da a cambiar. Recuerden, si tiene la impresión de hacer un esfuerzo, todavía no están en Ágape. Si tiene la impresión de cuestionar, Ágape no puede estar completo. Si conceden más importancia al sufrimiento o a la enfermedad que al Amor, no están en Ágape.
Hasta ahora y hace todavía poco tiempo, se debían ocupar del cuerpo, comprender las cosas. Ágape ni les pide nada de todo esto, sino que les pide acoger, aceptar y en este momento, descubrís e instaláis en vosotros los cuatro pilares, que se resuelven en los cuatro elementos, ellos mismos se resuelven en el éter.
Todo, absolutamente todo lo que es vivido y que va a ser vivido, tiene como única función de revelar quiénes sois, más allá del ser. Pero no pueden poner distancia por el cuestionamiento o la comprensión entre la Verdad y ustedes. Es simplemente cuando aceptan la Verdad que se desvela en ustedes. Pero no necesitan conocerla, ni comprenderla, sino allí también dejarla ser y dejarla vivir.
No tienen otra alternativa y pronto, constatarán que no hay otra y que no puede ser pensado incluso en otra cosa que Ágape. Esto es la permanencia de Ágape que se instala de modo cada vez más intenso de por todas partes.
No se alarmen por esta aclaración que a veces efectivamente puede ser violenta a nivel de la organización de la vida sobre este mundo, conténtese con resonar en esta resonancia Ágape, conténtese con acoger, y todo lo demás se hace de allí mismo.
Es lo que se deben, en cierto modo, demostrar, y esto va a hacerse cada vez más fácil. Yo diría, no hay que estar obnubilado demasiado por lo que les muestra la pantalla de este mundo, que sea en sus aspectos más sórdidos como más luminosos, presentes en vuestros cielos a través de las naves de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres.
Por supuesto, esto es visto, pero en un momento dado, hay que aceptar no simplemente de verlo o tener una confirmación por vuestra visión, pero bien realmente y contra toda previsión eventualmente, en la que podrían pensar, de dejar a ser Ágape. No solamente en la resonancia que vivís, pero lo comprobarán muy muy rápidamente en la espontaneidad de Ágape, a través de cada gesto, cada mirada, cada silencio, cada palabra, pronunciada por un niño como por un anciano, como por el rugido de un león.
Es esa, la celebración que está en curso, y pronto sólo podrán celebrar la Verdad, todo el resto será aniquilado por la potencia de Ágape. Les recuerdo que cualesquiera que sean las sensaciones, las percepciones que pueden tener de Ágape, les recuerdo que Ágape no está en usted, sino ante todo, entre cada uno de ustedes, entre cada uno de nosotros. Entre cada uno de nosotros aquí, sobre este plano, y todos los demás planos.
Ágape es resiliencia, Ágape es espontaneidad, Ágape es el camino de la sencillez, de la infancia, de la transparencia y de la humildad. No pueden escapar de esto, sólo puede verlo y estar conforme, y atravesarlo.
A cada palabra, desde ahora, y en cada contacto, entre vosotros como entre nosotros y vosotros, como en el seno de la naturaleza, como en el seno de la mirada maravillada del niño, que lleváis, como de la mirada consternada de las circunstancias de vuestro cuerpo o de este mundo, no hay diferencia en cuanto a la resultante, que es la progresión inexorable de esta Alegría.
Esto les ha sido enunciado claramente por diversas voces desde hace muchos años, todo lo que comprendieron, edificado, entendido y vibrado, se borra hoy ante la majestad del Amor, que sólo necesita la aceptación y del silencio para magnificar todo lo que podría quedar de visión, de ilusión de cualquier futuro o de cualquier dimensión. Sois anteriores a la conciencia, lo descubrís y lo vivís hoy cada vez más claramente.
Entonces sí, celebremos, a cada contacto físico, a cada resonancia que creáis, entre vosotros, entre nosotros, como en todas partes, incluso en las demás dimensiones, y sobre todo para aquellos que hasta ahora también fueron llamados los depredadores, los administradores. No hay otra alternativa que de comprender y aceptar que esto también está en vosotros. Es lo que pone fin a todo sufrimiento como a toda distancia.
Bien evidentemente, durante estas palabras y a la hora precisa en que me expreso, la celebración se hace por todas partes en la Tierra, de diferentes modos. Pero lo comprobarán también por cada uno, cuando celebren Ágape por la resonancia o por el silencio, por la acogida, por el don, por vuestras miradas, por vuestros gestos, entonces, lo entenderéis porque lo viviréis. Pero esto nunca será una comprensión o el resultado de un cuestionamiento.
En esto, les invito, cada uno, al igual que la fauna, la flora y los pueblos intergalácticos, nosotros, las guardianas ancestrales y los guardianes de la alegría a quienes llamáis delfines, más allá de nuestros orígenes estelares, estamos allí para acompañar el final del sueño, que nunca comenzó, de hecho. Es eso Ágape.
Quiero decir por ahí que, mientras hablan de Amor, mientras piensan a mañana, mientras que veáis una nueva tierra, no estáis en Ágape, no es posible. Porque Ágape no necesita ningún devenir, ningún mundo, y sobre todo de nadie. Pero esto, aunque hoy lo rechacen, cualesquiera que sean vuestras visiones y ambiciones, incluso a nivel espiritual, comprenderán muy rápidamente que todo esto es un engaño y que se reirán de ello, aunque hoy esto les parezca lejano.
Esta celebración, tendrán el testimonio no sólo entre el pueblo humano y los pueblos de la naturaleza, sino que lo tendrá también en vuestros cielos, a través de los colores, a través de las formas, pero también en conjunto de los Universos.
Esto quiere decir también que la aceptación es el elemento clave que realiza el perdón y que absuelve lo que podía parecer ser una falta, pero que en definitiva sólo estuvo destinado a llevarles a este momento de celebración. Entonces, olviden el tiempo, olviden el espacio, olvídense de vosotros mismos, no tengan ninguna pretensión de cualquier devenir, aunque esto pueda ser visto, pero sean totalmente Aquí y Ahora. Porque es entre Hic y Nunc que se realiza ER, o si prefieren, el éter.
Entonces, permítanme, en este preciso instante temporal, de resonar en cada uno, pueblo humano, como pueblos intergalácticos. El conjunto de la creación, dondequiera que sea, en este instante preciso, se realiza. Esto no está ligado a mí, ni a vosotros, esto no está ligado a nada. Allí está la verdadera libertad que no depende de nada, ni de nadie, y sobre todo de ninguna circunstancia de este mundo o de cualquier mundo.
Entonces, lo digo, con ustedes y en ustedes, serán mis últimas palabras en este momento.
Que mi canto resuene en todo lo creado, que no es otro que vuestro canto, el canto del silencio y de la Verdad.
Ágape, Ágape, Ágape, Ágape, Ágape.
(Risas)
Fa Âme, instalada en el Corazón del Corazón, en el Corazón de la Bondad, en el Corazón de la Armonía.
Fa Âme Ágape. Fa Âme Ágape. Fa Âme Ágape.
En el gran Silencio y en la gran Alegría, sois benditos de toda eternidad vosotros mismos, porque no hay nadie más.
(Risas)
Fa Âme, Fa Âme, Fa Âme. Fa Âme, Fa Âme, Fa Âme.
Ágape en lo más alto de los Cielos, Ágape en lo más hondo de la Tierra.
Honro vuestra presencia y vuestra ausencia, como cada uno honra la Vida.
Ágape, Ágape, Ágape.
(Risas)
Hasta siempre. Nunca más nada podrán estar separado. Ágape Fa Âme.
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A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés: Equipo Ágape
Traducción al español: Pierre Díaz
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