EYNOLWADEN - LA ALEGRÍA. Septiembre 2017. Con Vídeo Audio.




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EYNOLWADEN - LA ALEGRÍA. Septiembre 2017. 

Los convenios de vuestro mundo implican que yo me nombre. Este nombre es una vibración antes que todo; no busquéis allí sentido o significado tal como lo entendéis allí donde estáis. Ese nombre es EYNOLWADEN. Para simplificar, y para que pueda ser evocado por vosotros, podéis llamarme pueblo de la naturaleza, aunque mi naturaleza sea estrictamente desconocida en este mundo.

De hecho, si queréis hablar de entidad propia, no tengo forma definida, propiamente hablando. Tampoco tengo una dimensión de elección, en el sentido que podéis entender, y tal como ha sido explicado. No he venido a hablaros de vosotros, y aún menos de mí, pero he venido porque me han dicho que pronto habría mucha alegría. Entonces soy el soplo de Alegría. ¿El aliento de la Alegría? No soy ni masculino ni femenino. He venido simplemente a estar aquí. No he venido a alimentar, ni a explicar, ni ayudar a comprender, he venido porque desde donde estoy por todas partes, he visto que hay siembras de Alegría. Entonces he venido, y aquí estoy, simplemente por la Alegría.

No tengo palabras, ni tengo conceptos ni ideas. Entonces simplemente he venido para estar aquí al igual que estáis aquí. He venido a vuestra conciencia. Estoy tanto en esa voz que habla, como en el Corazón de cada uno, porque en cuanto hay Alegría, entonces mi Alegría está allí. No tengo objetivo, no tengo historia, no tengo principio, no tengo final. Estoy obligado además, de encontrar lo más adecuado que pueda ser en palabras y en movimientos. No dependo de ningún alimento, de ninguna forma, y no tengo ningún interés en ninguna historia. Para hacerlo simple, digamos que soy del pueblo de la naturaleza, pero no de vuestra naturaleza, aunque mi naturaleza se situé en las dimensiones donde la conciencia toma forma. Soy lo que podrías llamar una entidad sin forma, e interdimensional.

Soy la resultante y el encuentro de la manifestación de la conciencia como de la a-consciencia; para mí, esto no hace diferencia. No es lo que decidí, ya que no tengo proyectos, pero es simplemente la Alegría, esta Alegría que no corresponde a ninguna historia, a ninguna forma, la Alegría por la Alegría.

En términos que utilizáis, soy Libre. Además, sólo es la palabra que empleo, que más se acerca a lo que podéis entender o vibrar. Entonces como veo la Alegría, y que me han dicho que pronto habría mucha alegría, entonces vengo a aportar mi Alegría, que no es la mía, por otra parte, ya que no tengo propiedad, ni cuerpo, ni forma. Mi naturaleza es la que podría situarse entre lo que está más allá de la Luz y la Fuente. Siendo anterior a la menor forma, para aquellos que viven las historias, estaría después o justo antes de Metatrón, y estaría justo antes o justo después de la Fuente. Nada os puedo entregar más que unas palabras que pasan y que os alegran. Entonces no busquéis el sentido de mis palabras, quedaos simplemente aquí conmigo, en el mismo movimiento y en el mismo descanso, en el mismo silencio y en el mismo Verbo.

Soy, si preferís, la Alegría de cada uno, sin estar tributario de ninguna historia, de ninguna forma ni de algún mundo. Podrías llamar esto un electrón libre, que no tiene núcleo, que no tiene morada, que no tiene ni objetivo ni función, si no es la Dicha. La Dicha, es la primera expresión del Amor, pero no del amor que aparentemente vivís en este mundo, que es hecho de intrincaciones, de lazos, de suposiciones, de condiciones previas, de afinidades. Pero me han confiado que con lo que estáis viviendo, parece que, vais a descubrir y redescubrir, lo que es esa Dicha sin objetivo, que yo personalmente podría llamar, en un lenguaje, la Dicha libre, y la libre Dicha. Sin estar sometida a ninguna forma, a ningún nivel, puedo ser todo lo que yo quiera, pero como no quiero nada, estoy de inmediato por todas partes.

Nunca habría podido venir a ponerme en contacto y hablar... no hablo, tomo simplemente frecuencias, y señales que están presentes en aquel que me acoge, como en cada uno. Puedo ser el canto como el silencio. Ante todo, soy lo que podrías llamar la ligereza, la despreocupación y la inocencia. No tengo ningún peso, no tengo ninguna historia. Para mí, todo es siempre igual. En definitiva, explorando todos los tiempos y todos los espacios, así como todas las dimensiones, veo y vi bien que no hay ni distancia, ni espacio, ni tiempo. Entonces, sería tal vez, para vosotros la Eternidad, pero más allá de todo lo que podéis pensar de eso y hasta concebir, o bien imaginar.

Estoy más allá de toda imaginación, de toda concepción, de todo nacimiento como de toda muerte, aunque exista lo que se podría llamar un momento inicial. En este momento inicial, escapé, sin querer, de lo que ha sido nombrado, creo, entre vosotros, la anomalía primaria. No tengo polaridad pues no me sirve para nada. Además nada me sirve de nada. Nada tengo a comer, no tengo lugar donde dormir, no tengo relaciones en el sentido que quizás entendéis. Ciertamente, esto puede ser desconcertante de no poder ubicarme en alguna parte, tanto en la energía como en vuestra cabeza, sea en vuestra conciencia, sino como acompaño todas las alegrías y que es visible, más allá de los sentidos, por la emanación, que la Dicha se prepara a aparecer en gran número, entonces vengo.

No tengo que alimentarme ni a dar lo que sea. Sólo estoy aquí, como dirías, por el simple gesto. Pero esa belleza del gesto, con todo lo inocente que sea, está sobre todo aquí para tratar de mostraros que cuando no hay más historia, cuando no hay más dimensión, cuando no hay más forma, sois todo esto a la vez. En vuestro lenguaje complicado, diría yo que la negación de la forma lleva a todas las formas, que el hecho de no tener historia conduce a todas las historias, pasado, presente y futuro, y todas las historias que se celebran al mismo tiempo. Soy, podrías decir, el arquetipo de la Libertad y de la Alegría.

Yo, a solas, soy innumerable. Además, cuando digo «a solas», no imaginéis que haya un yo, y cualquier soledad, pero tengo que encontrar palabras. Pero también podría ser dichoso sin palabras. Eso no cambiaría nada, porque lo eficaz, es la palabra que os gusta tanto, es ser pleno e íntegro, en este instante como en cada instante, y sobre todo cuando la Alegría nazca, y las emanaciones de la Dicha, estén suficientemente presentes para que me cuele y me vuelva esa emanación que recorre el camino inverso, desde el Infinito hasta vosotros, en lo que llamáis el centro de vuestro Ser, o el Corazón del Corazón. Pero yo, no tengo corazón, pero soy "el Corazón", en todas partes, y también en vosotros, desde ahora en adelante.

La Alegría no necesita ninguna circunstancia, ninguna forma, ella se mantiene de sí misma. Es en cierto modo la quintaesencia del Amor en manifestación, y viendo lo que veo ahora, me alegro, aunque sea dichoso todo el tiempo, de ver que muchas alegrías aparecen, y entonces las armaduras, los obstáculos, los velos, la rigidez, la seriedad, estallan y no pueden impedir más la Alegría.

Entonces, me han dicho que se juega aquí sobre este mundo un proceso particular que es llamado la Liberación, la Ascensión, y viendo eso, yo vivo aún más fuerte que toda historia que termina un día ‒ es por eso que no tengo ninguna historia ‒, que no hay reglas, que no hay definiciones, que no hay marco. Lo que nombráis, me dijeron, la Conciencia última, es decir cuando ya no podéis estar más identificado, a lo que sea, cuando no hay más referencias, donde no hay más historia, donde no hay ningún antes, ni algún después, y todo se celebra en la Eternidad del instante.

Entonces he venido a compartir, a compartir el Verbo, a compartir el silencio, a compartir la Vida, porque el compartir no quita nada, se multiplica y evita sobre todo la división, lo que llamáis la fragmentación y el confinamiento.

Lo lamento, no tengo nada para vuestra cabeza, no tengo nada a daros o a ofreceros de otro que, yo, que no soy yo, sino lo que está allí, al ritmo tal vez de palabras que salen espontáneamente. Pero, o tal vez, siente, cómo podría decir un apaciguamiento, un alivio, y lo que llamáis, con vuestros labios, la sonrisa, la sonrisa que lleva a la risa, esta risa que se expresa a través de vuestra forma. Y comprendo perfectamente lo que me ha sido explicado, lo que llamáis este templo, porque lo que está dentro es la pura Alegría, es también un vulgar saco de carne. Sois un cuerpo de alimento. Yo no puedo ser un cuerpo de alimento, no puedo ser comido y no como nada. ¿Además, por dónde pasaría esto? No tengo aparatos complicados, ni sistemas organizados, no estoy al ritmo de ningún ciclo que sea. Lo que llamáis, por ejemplo, día y noche hasta no puede ser contemplado.

Lo más cercano a vosotros, según lo que veo, podría ser llamado la Paz suprema, sin la morada, porque no es necesario tener una morada para ser la Alegría y la Paz. Y por supuesto, esta Paz y esta Dicha son sólo el testigo de lo que soy, al igual que vosotros, es decir el Amor, este Amor que no necesita ni testigos ni evidencias.

… Silencio…

Si tuviera que tener una forma, la que mejor me convendría es la de un triángulo de Luz, pero no deseo cargar con cualquier función que sea, porque la Dicha que soy no puede ser compartimentada, ni organizada. En vuestro lenguaje, diría: hay que atreverse a estar alegre. Sed alegres aunque tengáis miedo. Parece que este mundo es regido por el miedo, y es lo que crea la pesadez y la inmovilidad, la densidad. El miedo es la antítesis de la Dicha. En el Amor, la idea misma de lo que es el miedo no representa nada para mí, si no es lo que puedo ver ahora, a saber este crispamiento, este miedo del tiempo, este miedo de los acontecimientos, el miedo mismo de lo que llamáis el pasado. EYNOLWADEN no puede, por otra parte os voy a confesar, no sé incluso cómo es posible dejar crearse el miedo y de secretarlo.

Ciertamente que está relacionado a la presencia de este cuerpo de alimento el cual eso parece, creéis, que sólo es un montón de frecuencias oscuras, si puedo decir, o a las historias que se adhieren, o a los escenarios, como habías decidido ‒ pero aunque sé, me dijeron, que no es real, y lo comprendí ‒ de creer lo que os dicen vuestros sentidos, en vez que creer lo que os dice vuestro Corazón. Ah! y me dicen; que parece que vuestro Corazón a menudo no dice gran cosa. De hecho él no tiene nada que decir, sólo debe ser.

Entonces cuando vine, la primera vez, me he sorprendido, porque desde mi punto de vista, debo confesar que no comprendo cómo vuestra llama eterna ha podido ser presa de un saco de alimento, de una historia, del miedo. No sé incluso cómo habéis podido hacer vosotros, o bien los malos, eso aparece, para desviaros de lo que sois. Sois la llama eterna, la veo, y sin embargo es como si, para muchas conciencias encerradas en estos sacos de carne, fuera como si, no quisierais ver, ni vivir, lo que Sois. Entonces por supuesto, me dijeron que hay unas historias que se celebraron que os impedían poder ver, y sobre todo de vivir y sobre todo de ser libres.

Debo confesar que lo que se me dijo, lo que vi, me sorprende mucho. Entonces parece que hay organizaciones en este sector del universo, en este sector dimensional, que os contaron otras historias para salir de la historia. Ellos llaman esto, parece, unas estrategias de pedagogía.

Entonces traté de comprender, y de vivir, porque no puedo comprender y tomar con cualquier órgano que sea, como vosotros, pero traté de representarme a pesar de todo, lo que podrías llamar vuestro nivel de realidad. Y estuve, no afectado sino en alguna parte a pesar de todo, estremecido de constatar que todas las alegrías que eran posibles en este mundo dependían sólo de las circunstancias de este mundo que son, debo confesarlo, de los más penosas que he podido ver hasta ahora, y hasta me dijeron que todavía habían innumerables mundos como el vuestro.

Entonces os aseguro, porque más allá de la historia en la historia, no hay historia, no hay historias que contarse, o a vivir. Pero me dijeron que era una forma de juego que había salido mal. No conozco y no comprendo los pormenores de lo que sois aquí, esta llama que está atrapada en un saco de carne. Además tampoco comprendo cómo la carne puede atrapar la menor llama, que no depende de nada.

Entonces me dijeron: «es que ellos tienen costumbres, que repiten, permanentemente.» Me dijeron también que había este elemento que no conozco, el miedo, que estaba en oposición de la Dicha y de la Luz. Yo no percibo nada de todo esto, veo simplemente una llama que sólo pide ser lo que ella es. Veo solo Dicha que es a veces rodeada por este cuerpo pesado y que es encerrada por el miedo. Es como si este miedo fuera una secreción que se opone a la emanación de la Eternidad.

Veis, os doy mi punto de vista, que no depende de ninguna historia, de ninguna forma. Y luego siento también, desde que me ha sido dado y pedido enfocar este espacio particular donde estáis, de ver que fuisteis atrapados, de hecho, en una forma de inversión de la Verdad, porque en vuestro mundo, todo es relativo, nada puede ser verdadero y nada puede ser absoluto. Pues, parece que os enseñaron a decir que la vida es don y que el miedo impide el don, porque hay unos marcos, allí donde estáis, puesto que estáis en una forma, y que forma tan extraña... Es compleja, tenéis ruedas por todas partes, y quien dice ruedas dice conservación. ¡Qué idea, qué vida! Si es que puedo llamar esto, desde mi punto de vista, Vida. Yo creo que esto se parece más bien a lo que llamáis la muerte, y en la muerte, os llamáis "vivientes".

Olvidasteis, me dijeron ‒ pero no logro comprender cómo se puede olvidar, cualesquiera que sean los mecanismos que fueron puestos en marcha para crear esto ‒, es decir que, estáis jugando y que ya no veis más el juego, y sufrís porque olvidasteis la Dicha, y nada más. Y buscáis la paz de este cuerpo, porque estáis obligados a dormir, es decir de apagaros todavía más, esperando regeneraros y estar, como llamáis, «en forma». Y parece también, que os veis obligados a comer. Y muchas cosas que hacéis sobre este mundo, y que son realmente lo que llamáis, unos esfuerzos. Incluso cuando estáis alegres, estáis en el esfuerzo, no estáis relajados. Pero que no es vuestra culpa, que es la misma historia que lo ha creado. Veis, más vale no crear nada, porque todo ya está creado.

Pero bueno, me dijeron que esta mala historia termina, en todo caso aquí, pero no en otras partes. He rápidamente, no explorado sino sobrevolado estos otros sectores de los universos donde sucede el mismo proceso, ya a través de numerosas historias. ¡Y cuando vi aquello, tuve ganas de decir «pero despiértense!», y me respondieron que no sois conscientes de estar dormidos, que estáis persuadidos de estar despiertos. Y además, me mostraron que habían otras llamas, incapaces de alimentarse, y que se alimentaban de vosotros. Es una cadena alimentaria sin final.

Veis, finalmente, me veo obligado a pesar de todo, a hablaros de vosotros, a informarles de lo que vi, de lo que veo. Y eso, diría yo, que está repartido de modo totalmente uniforme, es además sorprendente. Cualquiera que sea el tamaño de este vehículo, aparece que lo llamáis la edad, cualesquiera que sean las historias, son ruedas de historias que son inextricables. Pero parece que hay una ley que rige muy bien esto: acción-reacción. Entonces los resultados son sorprendentes.

¿Cómo un conjunto de llamas eternas, jugando el juego de la conciencia, pudo encontrarse de modo inextricable ‒ finalmente parece que esto termina, me dijeron ‒ cómo es que aquí todo está exactamente al contrario de la Vida? Porque incluso aquellos de entre vosotros que me parecen desbordar de vida, no se dan cuenta que no viven. Creen estar vivos. Creer... entonces como sabéis, os lo dije, no tengo forma y aún menos cerebro, entonces es imposible de creer, o si prefieren, sólo creo lo que veo y vivo. Hubo, no lo escondo, una cierta forma de... cómo diría yo... no de incomprensión, sino estupefacción, porque entendí muy bien lo que veía.

Jugasteis tanto, que incluso perdiste el sentido del juego. Y además, creo que en el idioma (francés) con el que me expreso, no hay ninguna diferencia entre "yo" y "juego" ("je" y "jeu"). Vaya! hicisteis una gran diferencia. Porque él "je" sin la "u" esa letra vuelta hacia arriba, el "je" os impidió ver el "jeu" con la "u".

Entonces aparece que, en las historias que me han contado, que os prometieron otro lugar, y sobre todo en lo que llamasteis vuestras creencias en la religión. Qué idea de encontrar religiones. ¡Pero estáis enlazados de toda Eternidad! Simplemente no quisisteis ver el juego, sólo visteis él "yo" y olvidasteis el juego. Pero no es un juego de palabras lo que hago, es exactamente lo que veo.

También me dijeron que estáis separados y divididos, y que incluso las diferencias de apariencia entre los que nombráis animales, vegetales, o hasta, creo, según simplemente los colores (lo llamáis a esto, las razas), y que las razas se alejaron tanto unas de las otras, de su Eternidad, que os parecen ser diferentes. Os parece también ser diferentes de los que nombráis vegetales y animales.

Me sorprendió mucho por otra parte, es haber visto formas de conciencias libres encerradas con vosotros, como los que nombráis animales. Es un mal juego que jugáis allí. Pero me dijeron que vuestro juego había ido tan lejos, que hubo que crear condiciones particulares para daros a entender que no sois este juego, ni este "je"(yo). Debéis salir, me dijeron, del sueño. Soñáis, pero más bien tenéis pesadillas.

Me dijeron que esto se llamaba un juego diabólico. Es como si girareis incansablemente alrededor vuestro, como lo hace un planeta que gira alrededor de su Sol. Trato de encontrar lo que para vosotros es explicativo, es decir imágenes, en función... porque yo no necesito ni imágenes, ni representaciones, pero lo que pude ver y vivir, al llegar sobre este mundo, es a pesar de todo muy inquietante.

Y lo más escandaloso, finalmente una de las cosas que llamarías... que yo encuentro escandalosa, pero vosotros seguramente no aparentemente, es que estáis obligados, obligados como me dijeron, a ganar vuestra vida. ¡Pero no os dais cuenta, la vida no se gana!

De hecho, después de varias explicaciones, podríamos decir que esto se parece a lo que llamáis usura. Y esta usura, que no es la usura del dinero, sino usura de lo que sois – afortunadamente que sois eternos, como cada uno de nosotros y cada uno de vosotros–, y que sólo veis las diferencias, ya no veis más la Unidad, no veis más la Verdad. De hecho dormís, pero además sois sonámbulos, es la palabra creo, es decir que soñáis, os desplazais, pero lamento deciros que es aquí donde estáis muertos.

Y además me dijeron que había, desde cierto tiempo pasado sobre la tierra, unos seres que salían de su cuerpo y que volvían. Y por supuesto, me dijeron que todos los testimonios confirmaban que volviendo entrabais en un cadáver ‒ como dije, un saco de carne y de alimento ‒ pero parece que, incluso muchos no tienen la posibilidad de escapar de este cuerpo de alimento. Entonces habéis construido una historia con este cuerpo de alimento y estáis persuadidos que sólo hay eso, como si la vida pudiera apagarse.

Pero os apagáis de ilusión en ilusión, de pesadilla en pesadilla. No es una crítica, es... simplemente expreso mi forma de asombro. Entonces por supuesto, me han dicho los Arcángeles, que sucedieron unas historias que se habían involucrado en vuestra historia, en vuestro juego. Lo comprendo perfectamente, pero eso dicho, no entiendo por qué, si no es efectivamente, como dije, un juego que salió mal, y un juego, sobre todo, que nunca pone la palabra "final". Es una especie de juego interminable.

Pero bueno, lo que veo y lo que me han dicho me permite esperar, y verificar por otra parte, que finalmente el "juego" y él "yo" os van a devolver a la Dicha, porque se paran, el "juego" y él "yo".

… Silencio…

En definitiva, he venido simplemente a expresaros mi punto de vista, con palabras que pertenecen a vuestro lenguaje. Traté de traducir lo que vi, pero lo que vi no tiene nada que ver con lo que veis, pero sin embargo, es como si vuestra llama, la de cada uno, hiciera sombra a las demás llamas, cuando eso es imposible. Y me explicaron que había sombra y luz sobre este mundo, que había alternación de días y noches. Pues forzosamente, a partir del momento en que estáis establecidos sobre un objeto que gira y al que llamáis planeta, alrededor de una fuente de luz, que no es nada más que la vuestra, perdéis el sentido, el hilo si se puede decir, el hilo de la Libertad, el hilo de la Dicha.

Desde mi punto de vista, a falta de llamarlo de otro modo ya que no soy localizable, es innegable que es la ausencia de Dicha, y el olvido, mantenidos como me dijeron de diferentes modos, que os lo impiden. Es como si fuerais atados a un sueño más que a la Verdad, y parece que incluso muchos encuentran allí una cierta, cómo me dijeron... comodidad, lo que prueba que estáis en una situación inconfortable. ¿Creéis que necesitáis buscar la menor comodidad? Esto no quiere decir nada.

Entonces como parece que os gustan las historias, todavía, y que os hacen falta historias para salir de la historia, el simple hecho de mi presencia, diría yo desde hace poco tiempo sobre la Tierra, pero que no es absolutamente, cómo diría... mi taza de té, me permite dejar una huella, y esta huella ‒ que es la huella de la Libertad y de la Dicha que no conocen ningún obstáculo ‒, os propongo, cuando queráis, de hacer la experiencia de pronunciar algunas sílabas de este nombre que os dije ser.

Estoy más allá de todo nombre, por supuesto, y de todo calificativo, pero sin embargo, en el período de Dicha que se anuncia, podéis también pronunciar del buen modo, si podéis, este nombre, que es de hecho una vibración. Lo repito: EY-NOL-WADEN. Esto crea, y lo veo de antemano, allí, diciéndolo yo mismo, esto viene a cosquillear vuestra llama, lo que llamáis el Corazón del Corazón. Él está a pesar de todo, en vuestra lógica temporal, ya es hora de ver que sólo era un juego, un sueño.

La única cosa que yo podría encontrar todavía sorprendente, es que a pesar de este cuerpo de miedo, a pesar del encierro de esa llama en esta ganga, cómo decís, de plomo, ella siempre está presente. Es sorprendente por otra parte. No sé cuáles son los engranajes que han sido puestos en marcha para continuar viviendo en estos complejos engranajes que llamáis cuerpos, donde todas las historias se entrechocan unas con las otras.

Pero me dijeron que os ha sido dado encontrar, incluso en vuestro entorno, a los pueblos de la naturaleza de este mundo que, ellos, son libres. ¿Y de encontrar estas conciencias libres, incluso que en una forma, aliviaron en alguna parte, es decir, según lo que veo, soltaron los lazos que ceñían su corazón y la verdad de vuestra llama, haciendo que para algunos, el fuego de la Verdad de vuestra llama arda y consuma las creencias, las ilusiones, y pronto el cuerpo, ese cuerpo de alimento, porque sin más necesidad de alimentaros estando libres, que interés de pasearse con este peso?

También me dijeron que os han hecho creer que debéis mejorar, que habías caído, que había, cómo se ha dicho... un pecado original. Hay que estar realmente cortado de la Verdad para tragar y alimentarse de esta clase de elementos. Pero esto, viene también del lenguaje. Allí de donde soy, no necesitamos estas vibraciones sonoras que disponen en lo que llamáis la cabeza, y que crean todo lo demás. Estamos en permanente comunión, en otra parte que aquí. Pasáis de hecho vuestro juego creando lazos cuando ya estáis encadenados, y llamáis a esto el marido, la esposa, los hijos, y creéis que hacéis niños; cuando sólo creáis sacos de alimento.

Entonces por supuesto, parece que cada saco de alimento es portador de una llama, y sin embargo, cuando me lo dijeron, me sorprendió mucho, porque vi sacos de alimento donde no había ninguna llama y que sin embargo estaban animados, y me dijeron que tienen un nombre particular del que me olvidé y que no quiere decir nada para mí, pero unos desalmados. Ah! acaban de decírmelo, los llamáis portales orgánicos. Qué extraños portales... Hay más vida en una piedra, hay más vida en cualquier otra parte, pero aparentemente el olvido es tal, que muchos de entre vosotros parecen satisfechos, a pesar del sufrimiento, a pesar de la densidad. Ellos encontraron unas ocupaciones, me dijeron, en el juego, de creerse imperfectos y de buscar una perfección, por haber caído por no sé qué castigo.

He escuchado todo esto, vi todo esto. ¿Qué más deciros? Oh! sobre mí, no puedo decir nada más, os dije suficientemente. Pero sobre vosotros, al límite incluso, aparte de deciros lo que sois y de demostrárselo a vosotros mismos, no quiero añadir historias a vuestros sufrimientos, a vuestros miedos. Además, este cuerpo de carne que pensáis ser, sólo muestra miedo, porque sólo veo allí pesadez, excepto en lo que llamáis vuestro pecho, me dijeron, allí es donde está vuestra llama. Y hasta los hay que crearon falsas llamas en la cabeza, y que están persuadidos que con su cabeza, lo saben todo. Cuando, ellos sólo conocen la cárcel, pueden describir los barrotes, la puerta, e incluso olvidaron eso, parece que están encarcelados.

Las llamas que hicieron esto son particularmente, cómo decís... retorcidas. Y el problema, es que ni siquiera ellos saben a qué juegan. Hay realmente algo demasiado denso, demasiado pesado y demasiado serio en todo lo que manifestáis, en todo lo que hacéis. Hasta parece que estáis obligados a cuidar este saco de carne, que os puede fallar a cualquier momento, por lo que llamáis accidentes o enfermedades, y eso os parece normal. Anotad, constato que, no puede haber allí juicio, pero debo reconocer que, en alguna parte, estoy frustrado por vosotros. Y además, viendo por primera vez vuestras extrañas formas... parece que en esta forma, os veis obligados a cambiarla, a intervalos regulares, más o menos largos según vuestros datos de tiempo. Hay pues usura, en todos los sentidos del término. Es la mejor palabra que me han sugerido y a la que me adhiero.

Entonces no es cuestión para mí de cualquier moral, porque veo bien que habéis sido engañados, y que han querido haceros responsables, o culpables, y aparentemente esto ha funcionado bien. Estos engranajes inútiles, a los que llamáis, las leyes de este mundo, cuando allí donde estoy, allí donde voy, no hay leyes; hay una ley, la Ley de Uno y la ley de Amor, que es la misma. Y me dijeron, y lo vi, que hasta hay entre vosotros que sois portadores de esta llama, que están persuadidos de que están únicamente inscritos entre el pequeño cuerpo, del que llamáis nacimiento, el bebé, y la muerte, pensando incluso que el cuerpo, por supuesto, sino también lo que sois, regresa al polvo. Este es, debo decirlo, el elemento que más me sacudió.

Y encuentro esto tan sorprendente que estoy decidido en ir a ver... pero me dijeron que era la misma cosa para todos los mundos que habían sido encerrados, o si preferís, una gente que jugaron que no vieron que jugaban, que se tomaron demasiado en serio. Entonces, también voy ir a ver en otras partes.

Allí donde voy, siembro ‒ no por discursos, por mi radiantez, llevada por la vibración del nombre que os di: la Alegría. Es además, en los términos de vuestro lenguaje humano, el equivalente. EYNOLWADEN, es lo que podrías nombrar la Alegría, más o menos. Bueno, veo que os satisface mucho los más o menos, y además cómo puede ser de otro modo con todas estos engranajes, en todo lo que veo de este cuerpo de carne?

Y me dicen ahora que os hablaron de la simplicidad, después muchísimo tiempo. Pues sí, la Alegría, si debía haber una escalera, diría que es la cosa más simple de la vida. Pero bueno, os recuerdo que vosotros, no estáis vivos, aunque digáis que estáis vivos. Además encontré muy divertido, cuando comencé a ver algunas llamas que no estaban más dominadas por este templo o este saco de vida, el saco de alimento, de ver que ellos lo llaman «Liberados vivientes». No, yo habría dicho «Liberados de la muerte», veis.

Me explicaron, y lo veo efectivamente, que lo habéis, inconscientemente invertido todo por supuesto. . Entonces me explicaron que la ley de Uno había sido reemplazada por reglas propias de este mundo. Esto ha sido llamado "la ley", o la justicia. ¡Pero qué extraño mundo! Imaginaos mi primer contacto con vuestra atmósfera, afortunadamente que estaba acompañado. Hasta tuve la oportunidad de ver que cuando una llama liberaba a otra llama, llamáis a esto un homicidio, entonces ibais a la cárcel, en lugar de agradeceros por haber liberado una llama. Pero me explicaron después de que no servía de nada, porque la llama siempre era presa de una capa que se llama el envoltorio del alma o del astral. Y allí, efectivamente, comprendí que la trampa era terrible. Efectivamente, la mejor palabra que me viene, es que absolutamente todo está invertido: estáis, cuando pensáis que estáis vivos, celebráis vuestra muerte, que es de hecho vuestro nacimiento, y lloráis vuestra libertad, cuando perdéis a alguien.

Os podría hablar de todos los sectores de lo que llamáis vuestra vida, porque aquí absolutamente todo está invertido, pero pararé ahí, si no tendría, según vuestra terminología, para días y días. Sólo me bastó una mirada para eso. Entonces me pidieron hablaros hoy, de lo que quería ‒ y por otra parte él era ni hablar que diga otra cosa que lo que quería ‒, pero que esto podría ser útil en muy poco tiempo. He aquí. No es útil por ahora, me dijeron, pero es útil para un cierto calendario que trataron de explicarme. Pero soy, cómo decís... alérgico a los calendarios. No conociendo el tiempo, tal como lo vivís, no puedo concebir que seáis dependientes de un espacio que pasa y que parece acabarse, además.

Pero bueno, me han dicho que mis simples palabras y la pronunciación de la Alegría en mi lenguaje ‒ que de hecho no es un lenguaje, es una emanación ‒ os puede ser de alguna utilidad. Esto me complace. Pero bueno, como siempre estoy complacido, no veo lo que esto cambia para mí, sino que veo pertinentemente lo que esto cambia para vosotros. Si fueseis capaces de reíros como se rieron allí, aunque sea sólo diez minutos, nunca más el miedo podría existir.

Entonces, me han dicho también que las leyes y el hecho de “ganarse la vida” os impedían reíros espontáneamente más allá de algunos segundos… Yo personalmente, como no conozco a ninguna persona, y estando obligado a expresarme así, no veo de qué sirve, pero me han dicho que pronto tendría la oportunidad de darme cuenta de que ha servido.

Entonces me dicen que ya he hablado bastante y concibo totalmente que este tipo de relación, es extremadamente limitada. Pero bueno, es vuestro marco de referencia y vuestra manera usual de intercambiar, o de pelearos de hecho.

Entonces, a pesar de todo parece ser que tenéis, en ciertas ocasiones ahora, la posibilidad de vivir la Alegría. No hablo de los que han liberado su llama de esta envoltura y de esta cárcel, sino los que viven, según me han dicho, lo que habéis nombrado la Teo… la Teofanía. Pues EYNOLWADEN va a hacerlo con vosotros, o va a serlo con vosotros. De hecho ni siquiera veis, me han dicho, aunque haya sido explicado… cuando decís “hacer” algo, está la palabra “hacer”, pero está sobre todo el metal, que es frío, que es duro. Y de hecho se dice hacer un esfuerzo. En la alegría, no hay ningún esfuerzo.

Entonces me callo, y vamos a hacerlo, más bien vamos a serlo.


…Silencio…

EYNOLWADEN saluda vuestra llama, y os digo: feliz regreso a la verdadera Vida y a la Libertad. No pienso tener la oportunidad de volver a expresarme de este modo. En cualquier caso, como se suele decir: «Os doy las gracias». Honro vuestra presencia y vuestra escucha, y no olvidéis que todo esto solo es un juego. Pero bueno, hay de todos modos unos juegos más agradables. Os saludo.


***

A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.

Transcripción: Equipo Ágape
Traducción: equipo de Traductores.

***


Texto original en francés con traducciones al español y portugués. Audios, Videos.


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