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ÁGAPE. 14 DE JULIO DE 2019. JULIO 2019 ENTREVISTAS MÁLAGA.
En el corazón del instante, en el corazón de tu presencia, te invito a escuchar, más allá de mis palabras, el Silencio y el Verbo que viene a ti, y que viene de ti, para que te encuentres a ti mismo en lo que estás más allá de la forma, más allá de lo que pasa, donde te reconoces a ti mismo, donde te encuentras a ti mismo en el corazón del instante, del instante de tu presencia.
Donde tú estás, Yo estoy, más allá del ser, más allá de la forma, donde la luz misma ha tomado su fuente y su impulso, para que nunca, cualquiera que sean tus vestiduras, tu carne y tu luz, puedan olvidarse, puedan perderse.
Entonces estás invitado, en este momento, al reino de la Gracia, que ya no es sólo una morada, ni siquiera un hábito, sino lo indecible del Amor, donde no hay tiempo, donde los espacios se fusionan.
Donde todo es uno, donde sólo puedes estar satisfecho, desde el instante en que lo aceptas, desde el instante en que todo lo que puedes creer, todo lo que puedes esperar, como todo lo que temes, no puede aparecer, ni ser mantenido de ninguna manera.
Donde no pasa nada, donde estás, en verdad, más allá de toda vestidura, de todos los pensamientos, así como de todas las percepciones.
Donde eres pleno, donde no necesitas nada, excepto aceptar la evidencia que pasa a través de ti.
Donde las palabras ya no tienen sentido, donde estás colmado, donde nada puede faltar o incluso olvidarse.
Te invito a la ligereza, a la alegría que sucede en todo, porque verdaderamente lo que eres, más allá de la forma, como más allá de cualquier mundo, es lo que siempre has sido, más allá de lo que has pasado, más allá de lo que tus sentidos te dan a sentir o a percibir, de dónde estás completo, dónde son todos y cada uno, así como todo mundo.
Donde todos son conciencia, donde todo es uno, y sin embargo no hay nadie, hay alegría desnuda, sin objeto y sujeto, sin visión y sin vibración.
Donde cualquier noción de pertenencia sólo puede ser borrada y trascendida por la verdad que no depende de ninguna conciencia, de ningún movimiento, de ningún cambio.
Donde el tiempo no fluye, donde eres el espacio, donde todo es verdad, donde eres cada uno, en cualquier forma o mundo.
Donde eres libre y completo, donde te encuentras, desde el momento en que lo aceptas.
Entonces la evidencia de quién eres llenará tu forma y tu vida, para que nunca más puedas ser seducido por lo que pasa y por lo que se mueve.
Donde no hay nadie, si no la intensidad del Amor impersonal.
Donde nada se distingue, y sin embargo todo se comprende, desde el instante en que lo vives, desde el instante en que lo aceptas, te has invitado a despertar de toda idea, de toda idea, de todo pensamiento y de toda historia que esté de paso.
Donde no pasarás jamás, donde no hay nacimiento, ni muerte, ni forma, sino simplemente la evidencia que ninguna palabra puede describir, que ninguna visión puede acercarse, aún así, donde nada puede faltar, aún así, donde nada falta, nada puede ser pedido, nada puede ser dudado.
Son todos los mundos, todas las formas y todos los sueños, porque todo esto es el sueño, el sueño de la creación, el sueño de la forma y el sueño de la percepción.
Donde el Fuego del Sagrado Corazón emana de tu corazón y llega a tu corazón, sin movimiento y sin tiempo, donde nada puede ser juzgado o incluso pesado.
Donde la alegría pasa a través de la opacidad de este cuerpo denso, como la luz oscura de lo que llaman conciencia.
Donde sólo hay uno, donde nada está dividido, donde nada está lejos, donde el tiempo jamás ha estado presente.
Esta es tu verdad que sólo puedes vivir, pero no puedes captarla, donde la duda ya no encuentra el más mínimo intersticio.
En esto, tú eres la evidencia del Amor que eres, manifestándote en el primer sueño, como en el último sueño de creación y conciencia.
Donde todo eres tú y nada es tuyo.
Este es tu Soy eterno, el Soy Absoluto que vivió todos los sueños, que tocó todas las partituras del mito de la creación.
En este instante, te has invitado a la verdad indecible, donde no dependes de ninguna condición, donde el límite no puede existir, ni puede aparecer.
Estás invitado a la danza del silencio, al regocijo permanente, donde todo ha sido ya soñado, o nada en tu vida puede limitar la Vida, en la verdad absoluta de ser y no-ser, estás en pie sin retener nada, sin pedir nada, sin esperar nada.
Esta es la perfección de lo que no se puede soñar, donde el alfa es el omega, y el omega el alfa. Este es tu estado natural y espontáneo.
Entonces los invito al fuego de la alegría, al resplandor de su corazón sagrado, que pone fin a todo sufrimiento, a toda carencia y a todo cuestionamiento.
Ese eres tú, siempre lo has sido, cualquiera que sea el camino del sueño en el que hayas participado.
Ha llegado el momento de aceptar la libertad, donde naciste en el primer sueño, donde te prometiste a ti mismo, recordar que estás por encima de todo sueño y forma, y que has sido todos los sueños, así como todas las formas en todos los mundos.
Existe la paz y la única verdad que jamás ha desaparecido, cualesquiera que sean las apariencias, lo que se diga o se piense de ello, donde se revela el silencio, y el Fuego del Sagrado Corazón en el centro de este cuerpo de carne, pulsaciones y danzas, más allá de cualquier sueño y de cualquier identidad.
Te invito a acogerte, sin límites y sin condiciones, te invito a reconocerte, te invito a la libertad, a esta alegría en la que sólo puedes encontrarte a ti mismo.
Todo lo que tienes que hacer es estar ahí, realmente presente, atravesando cualquier pregunta o percepción.
Así que sólo puedo decirles, con mis palabras y con mis silencios, que sean lo que son, donde ninguna historia, ninguna densidad puede restringirlos y no pueden ocultarlos.
Escucha, más allá de mis palabras, el Verbo de la Verdad, que no se dirige a tu historia, ni siquiera a tu persona, sino a lo que reconoces en el Fuego del Sagrado Corazón, de la comunión Ágape.
Juntos, trascendamos la identidad, trascendamos todos los sentidos.
Estoy en ti, como tú estás en mí. Soy Tú con la misma intensidad donde tú eres Yo, donde el tiempo no puede ser contado, donde la distancia desaparece ante la evidencia de la gracia de tu presencia y ausencia.
Escucha y oye, entre mis palabras, lo que tu corazón te dice. No habla con palabras, no habla con sentimientos, sólo te habla de tu verdad.
Escuchen y oigan, la evidencia que está ahí, donde todo es dado, porque todo es un don, un don de gracia y un don de Amor.
Donde la luz viene de todas partes y aún así de ninguna parte, tú eres su fuente, tú eres su manifestación, en este cuerpo de sueños, en este mundo de sufrimiento.
Donde jamás te has visto afectado, donde la simplicidad y el fundamento, el origen y el fin del sueño que has vivido, en todas sus formas y densidades, es ahora, desde el instante en que aceptas estar presente y dejarte atravesar, sin frenarte, sin retenerte, sin guardarte nada, sino entregándote a la verdad de lo que tú eres.
Entonces el fuego de tu corazón enciende tus últimas reticencias, y allí, en el eterno presente, se vive lo indecible, y allí te reconoces a ti mismo, y allí estás completo, y allí eres verdadero.
Tal es la humildad y la simplicidad de la verdad absoluta.
Estás colmado de tu presencia y ausencia, en este fuego que sólo consume el sueño, en este fuego que consume toda distancia, todo espacio y todo tiempo.
Entonces la sonrisa en tus labios es el pálido reflejo de lo que está allí, en el corazón de tu corazón, como en cada célula de este cuerpo de sueño.
Donde nada puede dudarse o malinterpretarse, te invito a lo que siempre has sido.
Donde no tienes necesidad de ningún cuerpo o conciencia, en el Abba que eres, nace el Hijo del Hombre, en verdad.
Esa es la única verdad.
Entonces el fuego ígneo te consume sin quemarte, donde ya no hay ni siquiera tú, ni yo, ni ninguna otra persona, porque son el uno para el otro, el mismo sueño que pasa, en una forma diferente y en una historia diferente.
Han escrito todas las historias, han caminado a través de cada cuerpo, cada mundo y cada densidad, porque son su creación y su sueño.
El tiempo es para la libertad, la autonomía y la precisión.
Escuchen y oigan lo que este fuego les dice, les habla de silencio, les habla de una alegría que jamás se les podrá quitar y que, por el contrario, sólo les puede dar la impresión de crecer cada día y también cada noche.
No son nada de lo que está sucediendo, no son nada de lo que está ocurriendo y sin embargo son todo lo que está ocurriendo y todo lo que está sucediendo.
Permite que la alegría florezca en tu corazón, te devuelve a ti mismo, te devuelve a la verdad.
Nada se puede comparar con ello, nada se puede discriminar, todo es Uno, donde el Verbo del primer sueño canta su canto....
Anoha Mis Kaya
Anahata Amatchi
Bremis Ka
Atounce Ka
Anahata Abba
Enoha Amatchi
Así es el Verbo de despertar, tú, que jamás has dormido.
Atounce Ka Ma Ma Kaya
Anoé Ma Kaya
Déjate amar. Eres el fuego del Amor que es el agua de la gracia.
El manto azul de la gracia se coloca sobre sus hombros, las alas de la libertad se despliegan.
Han sido todos los caminos, han sido todas las vidas, y son la única verdad.
Y tu corazón de carne también te reconoce.
Y la conciencia se extingue, iluminando en este acto la conciencia de que eres tú. No puedes dudar de la verdad, aunque no la conozcas.
Acepta el don de la gracia, el don de la vida, acepta la belleza inefable.
Acepta el aliento que jamás puede secarse, donde cualquier tierra ha sido sólo el lugar de tus sueños.
En esto has sido, eres y serás, al mismo tiempo y en el mismo espacio, toda vida, todo camino de la única verdad.
Anahata Abba
Enoha Mis Kaya
Baré Mis Ka
Déjate pasar, déjate liberar, no hay nadie y todos están, cada átomo como cada mundo, cada partícula, cada átomo.
Oigan y escuchen, y miren, más allá de todo lo que se puede ver, a la belleza inefable del instante, porque todo ha sido vivido allí, a pesar de las apariencias, a pesar de sus dudas.
Es ahora, y está aquí, sin freno y sin desvíos, acéptalo.
Así te conoces a ti mismo, independientemente de toda historia.
Entonces te conoces a ti mismo, eres la libertad y eres lo indecible, tu corazón te lo canta, en su danza y su pulsación, aquí y ahora e inmediatamente.
...Silencio...
Acepta lo que está presente, no tienes nada que sentir, sólo estar allí, es el lugar correcto, es el único lugar de tu realeza, donde todo es tu reino.
En esto, eres sincero. En esto, eres auténtico.
Y cada quien que oye, cada quien que escucha, no puede ignorarse a sí mismo, no puede dudar de ello, y el corazón del corazón irradia su fuego.
Ésa es la buena nueva.
Ahí te encuentras, jamás te has perdido, simplemente has jugado a pensarlo, simplemente has jugado el juego de la forma, el juego de la identidad, el juego de la individualidad.
Entonces sonreirás en la pantalla de tu vida, de la vida en abundancia.
Escúchame, y así te escuchas a ti mismo.
Dame la acogida, y así te darás la acogida a ti mismo.
Siempre he estado allí, soy quien eres, donde tú y yo no podemos separarnos, donde tú y yo nos reconocemos.
Escuchen y oigan, silencio.
Eres la perfección, presente en todas las apariencias.
Tú eres perfección, Amor sin nadie y sin diferencia.
Por eso, los bendigo. Así, pues, os doy mi paz. Así, nada puede ser removido y nada puede ser añadido.
El tiempo se calla ante el resplandor de la evidencia, y eso está ahora, aquí, en el corazón de tu corazón.
Escuchen y oigan, este silencio, que habla la lengua del corazón, y que es el Verbo de la verdad.
...Silencio...
Ágape, Ágape, Ágape
...Silencio...
Y tu corazón palpita la medida en cada corazón.
Sólo puedo decirte estas palabras, sólo puedo oírte y escucharte, lo que tu corazón te está diciendo ahora mismo.
Tú y yo estamos aquí. Tú y yo, lo somos.
...Silencio...
Y en este silencio, del Verbo mismo aumenta el silencio.
...Silencio...
Así es el canto del Amor, que jamás nació, y que siempre ha estado ahí, en el aquí de tu corazón, es el ahora de tu presencia.
...Silencio...
Te agradezco la acogida que te has dado al entregarte a tu verdad.
Tú eres el Amor que se ama a sí mismo.
Tú eres Amor en todos, en cada mundo, en cada sueño, en cada conciencia.
Es tuyo, desde el momento en que te entregas.
Así que les agradezco que les hayan dado la acogida, que hayan escuchado.
Que la Paz, la Alegría, el Amor y la Verdad estén presentes, porque son Paz, porque son Amor, porque son Alegría, y esto es Verdad.
...Silencio...
Estoy con ustedes y Soy ustedes, desde toda la eternidad, y en todas las formas.
***
Entrevistas de julio de 2019 (Málaga)
Publicado por: Apotheosis apotheosis.live
A travès de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés: https://www.facebook.com/Transcriptionsfr-784909108558566/
Traducción al español: LMF
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