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EYNOLWADEN. -LA ALEGRÍA-. QUEBEC. 4 DE DICIEMBRE DE 2019
Eynolwaden viene a danzar Alegría, en el corazón de tu corazón, en tu conciencia y en tus células, vengo a celebrar en ti el canto de la Libertad, el canto de la Verdad, el canto donde la belleza prevalece sobre todas las demás consideraciones.
He venido de nuevo hoy para invitarlos a la Libertad, a la belleza y, sobre todo, a su reencuentro y compromiso con sí mismos.
Eynolwaden danza y canta en ti, perfeccionando la iluminación de quien eres, dentro de este cuerpo de sueño.
Vengo a celebrar la ligereza en cada uno de ustedes, vengo a estar allí, a estar presente al mismo tiempo que su presente.
Vengo con ustedes a la morada de la Paz Eterna, a la morada de la Verdad, a la morada del Instante.
Vengo a celebrar, vengo a honrar y a cantar la gran Alegría y el gran Silencio, aquellos de belleza inefable donde nadie puede perderse, donde nada puede faltar.
Estoy aquí para decirte que dejes abierto lo que se abre naturalmente.
También he llegado a sentir la Verdad de tu Amor, la Verdad de tu Presencia, y la Luz e intensidad de la Verdad que estás viviendo.
Los invito a la misma Libertad que es la mía y la suya, la Libertad que no depende de ninguna circunstancia, de ninguna forma, de ningún espacio o tiempo.
Esta es la danza del Silencio, esta es la belleza que jamás se marchita y jamás se aleja, donde no hay distancia, donde no hay velo.
Así que vengo a decirles también, escuchen y oigan, más allá de las palabras y más allá de la vibración, lo que el ritmo de su corazón les dice, el ritmo de la danza que es el de la Verdad.
Donde te encuentras a ti mismo, más allá de cualquier pregunta, y más allá de cualquier visión, donde está el gran Silencio.
He venido a compartir en cada uno el momento eterno, anterior a todos los tiempos, en el que sois felices, en el que se encuentran, dónde estás, con certeza, en la plenitud de lo que siempre han sido.
Vengo a elevar tu corazón y te acojo con fervor e intensidad, Yo que también soy como tú, en todo corazón y en toda forma, trascendiendo toda la historia y todo el futuro.
Vengo a cantar, más allá de las palabras que pronuncio, la ronda de Luz, que jamás podrá ser modificada.
He venido a decirles, a escuchar y a oír lo que su corazón canta en cada momento, a través de las desilusiones del sueño, a través de sus alegrías y sus penas.
He venido a revelarles que este es el bálsamo que pone fin a todas las ilusiones de sufrimiento, dolor y separación.
Entonces tu corazón se eleva al firmamento de tu conciencia, mostrándote entonces su vanidad, donde no hay nada que juzgar, sino simplemente amar, porque el Amor consume, como tú lo sabes y lo vives, todo lo que no es verdadero y todo lo que sólo pasa por ella.
Así que sí, Eynolwaden, en cada hermano humano, canta el mismo canto, la misma nota, la de la Verdad y el final del sueño.
Recuerden, son de todas partes, en lo que ven en el sueño, como en lo que no ven, en lo que sienten como en lo que no sienten, en lo que viven o en lo que aún no viven.
Como tú, siempre he estado ahí, libre de toda contingencia, libre de todo tiempo e historia, donde no hay desafío o experiencia, sino esta estabilidad de la belleza.
Vengo a levantar tu corazón en Su Morada de la Eternidad que, cualesquiera que sean las apariencias, y lo que sea que pienses al respecto, jamás te has ido.
Vengo a invitarlos entonces a no creer más que están privados o separados de la Verdad, donde el Sí que se pronuncia es el juramento de lo que ya se ha cumplido, y de lo que ya es verificable, desde el instante en que dieron lo que creían que eran, desde el instante en que se entregaron a sí mismos y a todos los demás, con la misma belleza e igualdad, y con la misma intensidad.
Soy la sonrisa y la lágrima de tu ojo que se redescubre libre de toda ofensa y sufrimiento, todo esto era sólo un sueño, todo esto sólo ha pasado.
Se ha ido el tiempo que debe pasar, se ha ido el tiempo de medir cualquier distancia, pues se llega a la desmesura del Universo, a la desmesura de todo el sueño.
Han caminado por todos los caminos, se han enfrentado a todas las espinas, así como a todos los tormentos, pero también a todas las alegrías.
Así es como decidiste ponerte a prueba en todas las circunstancias, no tenías nada que probar, y sin embargo querías probar que nada SE puede tocar, que nada puede ofender, que nada puede quitarte el Amor que tú eres más allá de las palabras.
Entonces vengo simplemente a celebrar con ustedes el tiempo de Gracia y el tiempo del Despertar.
Estoy a tu lado, como estoy contigo, te encuentro y también te apoyo, para recordarte que eres en todas partes la misma sonrisa, para recordarte que eres previo a todo lo que puedas imaginar, a todo lo que puedas creer, a todo lo que puedas sentir y vivenciar.
He venido a abrazarte en los brazos de la Libertad, que no tiene nada y lo da todo.
Tú, que amabas tanto, a pesar de su apariencia de ausencia.
Tú, que has esperado tanto.
Tú, puede haberte parecido que habías esperado tanto o temido tanto.
He venido a recordarles la simplicidad del Amor, de la belleza de la Vida.
Vengo a recordarles, por la gracia de la danza del Silencio, y por la evidencia de nuestra presencia reunida y una aquí, que cualquier apariencia, cualquier mundo y cualquier forma que puedan tener, siempre han sido así.
He venido a descansar en el corazón de tu pecho, para que el ritmo de tu corazón jamás vuelva a ser dual, sino que se reúna con la trinidad de la Verdad.
He venido a invitarte, allí donde estás, en este momento como en tu vida, para que te muestres el valor de la vida, que jamás será igual a tu vida, y que sin embargo salió de ella.
He venido a cantar en tu conciencia lo que había olvidado, que era sólo un medio de viaje, que era sólo un medio de experiencia a través del cual te expresabas, en múltiples mundos, en múltiples formas, en múltiples desafíos que te imponías a ti mismo, para verificar que sólo el Amor es verdadero y auténtico, por su privación, por su ausencia, por todos los medios posibles en el corazón de los sueños, de la ilusión y de la creación.
Este es el canto de la Libertad, el que no juzga nada, el que acoge sin reticencias y sin cuestionamientos todo lo que pertenece a la vida, más allá de todas las apariencias, todas las formas y todas las situaciones.
He venido a decirte, y a hacerte vivir si quieres, que jamás te has movido, que jamás has nacido, y que jamás morirás, más allá de la forma, más allá de este mundo y de todos los mundos, porque al encontrarte completamente dentro del Sí que te has dicho a ti mismo: ya no hay necesidad de experiencia, ya no hay necesidad de sufrimiento, ya no hay necesidad de distancia.
Hoy lo vives, hoy te has reconocido en la desnudez del Amor, en tu ausencia como en tu presencia, donde la belleza no puede ser expresada, a través de tu forma, sea cual sea tu edad, sean cuales sean tus arrugas o tus heridas, no impiden en modo alguno al verdadero ser.
Y hoy lo vives, y mañana lo vivirás, cada día con más intensidad, cada día con más felicidad, llegando a llenarte más allá de toda esperanza, toda duda, así como de todo temor.
He venido para que me des tu bendición, he venido para que me ames en la cima de tu verdadero Amor.
Como saben, no dependo de ninguna forma ni de ningún mundo.
Mi nombre es vibración de Libertad, vibración de Luz, viniendo de todas partes y yendo a todas partes, sin movimiento y sin desplazamiento, extendiéndose al infinito, a la infinitud de la creación, a la infinitud de los mundos, a la infinitud de los sueños así como a todas las pesadillas.
Todo esto tuvo muy poco tiempo, el tiempo del destello inicial, el tiempo de su experiencia y manifestación, en todos los sueños de la creación.
He venido para que honren la Libertad que soy, porque para mí es hoy un honor acoger al ser humano en su totalidad, porque se ha encontrado a sí mismo a pesar de todo, porque hoy, para ustedes, todo está facilitado, porque hoy, para ustedes, es el momento de la Verdad, es el momento de la Unidad, es el momento de la belleza.
Así que yo danzo y canto en tus células como en el éter del espacio, donde el tiempo ya no puede pasar o cerrarse.
He venido a vivir en ti mi Libertad, que es la tuya encontrada de nuevo.
Hoy veo a través de tus ojos el escenario de tu sueño, el escenario de tu vida.
Por hoy veo las innumerables cicatrices de tus múltiples sueños.
Por hoy veo que te has liberado de todos los sueños, y que cada día te redescubres un poco más, con más y más certeza, y sobre todo con ligereza.
Y allí me acogiste, en Silencio y ligereza, porque soy más ligera que un soplo de aire, sin habitar una forma precisa, sin conocer ninguna barrera entre los diferentes sueños del mito de la creación.
Donde sólo queda el Amor, que sin embargo está en todas partes, y que sin embargo ha estado presente, cualesquiera que sean las apariencias, cualesquiera que sean tus cicatrices, cualesquiera que sean tus heridas, sólo han tenido el tiempo de un sueño, el que está inscrito entre lo que tú has llamado nacimiento y muerte.
Donde nada de esto se puede mantener ante el poder del Sí al Ágape.
He venido a invitarlos a la ligereza como dije, pero también a la tranquilidad, a la tranquilidad de quien sabe y vive que es la auténtica Luz del sueño, más allá de cualquier imagen y de cualquier desviación.
Estoy también en cada mirada amorosa que posas sobre un ser humano, sobre un animal, sobre una planta, sobre el cielo estrellado.
Estoy en cada abrazo espontáneo de aquel que abrazas, comunicándome contigo y siempre contigo, porque cuando están dos reunidos en este nombre del que puso los cimientos, entonces Yo también estoy entre ti y en ti.
Escucha y siente el ritmo de tu corazón.
La Luz los eleva a su trono de la Eternidad, donde, rodeados de los cuatro vivientes, han generado el retorno de la Verdad para toda la Creación, así como para el Increado.
Y tu corazón te habla en este instante en el silencio de tus pensamientos, te dice una sola cosa, responde a tu Sí, diciéndote a ti: Sí, tú eres eso, y eso termina con todo sueño. Tu corazón te lo está diciendo ahora mismo.
Hoy, te has aceptado a ti mismo, ignorando todo condicionamiento, ignorando los últimos temores de lo desconocido.
Así que de tu corazón, el de tu carne, que ha escondido el corazón de tu corazón, me he establecido en la Libertad y la Verdad, para que el olor de la Libertad jamás te abandone, para que el veneno de la duda nunca sea inculcado en ti.
He venido también a dar testimonio de tu consumación, en el corazón de la felicidad y de la alegría.
Ya te lo he dicho, estoy a tu disposición en todo momento. Todo lo que tienes que hacer es decir mi nombre, hablar conmigo y decir sí.
Entonces siempre elevaré más y más tu corazón en su morada de la Eternidad.
Entonces cantaré en su silencio el canto de tu reunión.
He llegado a amar lo que eres en la Verdad.
Entonces sí, consúmete en esta Alegría y belleza, porque esta consumación es como un éxtasis, un júbilo, para que nada opaco, para que nada reacio pueda permanecer.
...Silencio...
Y allí, en el Silencio de tu corazón, en la danza del Silencio, somos un solo corazón, porque nada puede ser dividido y nada puede ser distinguido.
La Luz, no hay más polaridad, la Luz, no hay más sueños, y todo se cumple, y donde todo es perfecto.
...Silencio...
Y allí, al acogerse unos a otros, se desarrolla el milagro de la Vida, acompañado de la melodía de la Unidad, que no necesita palabras ni discursos.
Porque hoy, ya no necesitas pruebas de nada.
Porque hoy, todo lo que tienes que hacer es reconocerte a ti mismo, en lo que a veces te parece desconocido, y sin embargo es tan conocido.
Vengo a invitarlos a estar allí, en el aquí y ahora del presente.
Este es tu don, este es tu deber, esta es la única Verdad, que jamás puede ser separada o dividida.
Y así, de corazón a corazón, la sinfonía de la belleza se despliega en cada fibra de tu cuerpo, en cada rincón de tu conciencia, como en cada momento de tu vida.
Reconózcase a sí mismo.
Escucha lo que dice la danza en el corazón, en el corazón de cada persona.
Escucha, desde donde descubres que eres cualquier otra persona, y que eres de todas partes, porque vienes de la nada, más allá de tus orígenes de la primera forma.
Así era el sueño de la conciencia, así era el sueño de la forma.
En este Fuego de Amor, que se despliega cada vez más, desde el instante en que tú estás disponible, desde el instante en que tú aceptas, y el Amor sólo puede aceptar, porque jamás excluye ni rechaza, como el Sol que ilumina a los sabios y a los locos de la misma manera, de acuerdo con tus definiciones en este mundo.
Porque el Amor no es razonable, porque el Amor no puede ser medido, porque está en todas partes, incluso cuando tú lo crees lejano o ausente, sólo tu mirada ha alterado su realidad, pero sin que dure más allá de un aliento, más allá de la forma.
También he venido a invitarlos a la tranquilidad, a la paz del Amor.
Donde no pueda surgir ni manifestarse ningún tipo de conflicto.
Los invito a esta ligereza, que cada día se hace más intensa, al darse a sí mismos cada día, al don de la Gracia y a la Vida Una.
...Silencio...
Deja que la sonrisa de tu corazón florezca en tus ojos como en tus palabras, en la poesía y la magia de la vida.
Así te aligerarás, así te elevarás a la morada de la Eternidad.
Donde no hay pared ni ventana, porque tu morada es de todas partes, en cada sueño, en cada rincón del espacio, pero también dentro de la Verdad absoluta.
...Silencio...
Escucha, en el intervalo entre mis palabras, lo que tu corazón te dice. No habla con palabras, no habla con imágenes, habla el Silencio de la Verdad, te habla de intensidad, te habla de Unidad, te habla de belleza, te habla de los incontables colores de la Vida, de los incontables mundos que has recorrido.
Te dice que se acabó el tiempo.
Él te dice que el camino que has recorrido hoy te lleva a esta Paz suprema y absoluta.
Permitiéndote atravesar, con elegancia, y con facilidad, los elementos últimos del sueño, trayéndote cada vez más, y cada día una comprensión silenciosa, más allá de toda reflexión y sentimiento.
Donde se encuentra la única certeza del no-ser y del ser.
Donde ya no hay necesidad de discursos, donde no hay nada que demostrar, ni siquiera mostrar.
Donde no hay nada que pesar, sopesar o medir.
Donde no se puedan proyectar sombras.
Donde nada puede ser limitado.
...Silencio...
Y el mismo ritmo de tu respiración acompaña al ritmo de tu corazón.
Donde todo es pacífico, donde todo es verdad.
Entonces en ti canta Eynolwaden el canto del Silencio, el canto de la belleza, el canto del sueño y el canto de la vida.
Ya no se puede separar nada, ya no se puede contar nada.
Donde ni siquiera se puede contar el tiempo, donde el espacio ya no tiene distancia.
...Silencio...
Y todas tus células viven la danza de tu corazón, la danza del vals mil veces, y tú estás ahí, en el corazón de cada una.
Donde no hay amigo o enemigo, sino simplemente el otro que eres tú.
Regocíjense.
Así logras lo que has decidido lograr, mucho antes de experimentar la forma, mucho antes de cualquier manifestación.
Eynolwaden te abraza y te da las gracias.
Eynolwaden se ríe contigo.
Eynolwaden canta contigo, en el corazón de cada persona, que es el corazón del Uno.
Tú eres la indescriptible Alegría, no importa lo que digas.
Tú eres la Verdad sin falta, cualesquiera que hayan sido tus faltas, no representan nada más que el juego de la experiencia que tú mismo has elegido.
Donde ninguna creencia, ninguna idea, ningún pensamiento puede cambiar lo que siempre ha sido, y siempre será, llevándote al final de tu propia resurrección, regeneración, más allá de cualquier forma o mundo, en la total libertad que Ágape confiere.
Así el Fuego del Amor abraza tu conciencia, porque ya no necesitas este vehículo, así como ya no necesitas ninguna forma.
Donde no necesitas enseñanza, no hay otra autoridad que la autoridad de tu corazón, que es la dulzura, que es la belleza.
...Silencio...
Eynolwaden contigo, en éxtasis e íntasis, y tu corazón danza con la alegría de su propia danza y elevación.
...Silencio...
Eres la única certeza en este mundo de sueños.
Tú eres la Libertad, no la de la conciencia, no la del ser, sino la Libertad de lo Absoluto.
Eres de todas partes, como te dije que soy.
Hay simplemente que dejar que florezca, que crezca, que aparezca, porque hay un bálsamo que pone fin a cualquier ilusión de carencia, que pone fin a la duda y al cuestionamiento.
...Silencio...
Tú, que estás en este cuerpo tan perecedero y tan limitado, eres lo imperecedero y lo ilimitado.
Nada puede contenerte realmente, porque tú lo contenes todo, nada puede poseerte, porque tú lo posees todo, en el mismo don de la Gracia, en el mismo don del Amor.
Esta es la Verdad, que no sufre ningún argumento ni justificación.
...Silencio...
Sí, eso es la Libertad, donde todo se realiza, porque finalmente has comprendido que no tienes nada que realizar sino encontrarte a ti mismo, sin esfuerzo y sin mirar atrás, y sin proyección de futuro, simplemente en el instante del presente.
...Silencio...
Eynolwaden, en el corazón de todos.
Eynolwaden da la acogida a todos los corazones.
Son uno, en incontables sueños, de aquí o de otra parte, en incontables circunstancias, felices o infelices, no hay diferencia.
Más allá del instante vivido, es el presente de tu presencia y ausencia juntos, en el corazón de tu corazón.
Tal es el Amor que no conoce ninguna contingencia ni límites.
Así es el Amor que tú eres, más allá de todas las circunstancias de tu vida efímera.
Tal es el Amor que tú eres, más allá de todos los mundos, y presente en todos los mundos, como en todas las formas, desde la piedra hasta el Ángel, e incluso más allá.
...Silencio...
Eynolwaden, el aliento de la Libertad, el perfume de la Verdad.
Donde no se puede ver nada, porque no hay nada que ver, porque ya lo has visto todo.
...Silencio...
Eynolwaden se regocija en cada corazón.
Eynolwaden se colma con quien eres, y así te colma a ti, con el mismo don y la misma gracia, a ti, a quien me dirijo más allá de tu forma, en el corazón de tu corazón.
...Silencio...
Tal es el perfume de la vida, tal es el perfume del Amor, que contiene todos los perfumes de la creación, desde los más sutiles hasta los más toscos.
...Silencio...
Así que Eynolwaden, ahora, permanece.
Como te dije, puedes llamarme, sólo con nombrarme, tu corazón se elevará en las áreas de la gracia, en los perfumes más puros.
Tal es su Libertad, tal es la Libertad de Vida y Sueño, que les ha permitido estar aquí hoy.
...Silencio...
Eynolwaden.
Sala: Eynolwaden.
...Silencio...
En el Amor de la Libertad y la Libertad del Amor, Yo los abrazo y los abrazo, en el aliento de la Libertad y la Verdad.
Ahora los dejo reunir, en la intimidad de su Corazón, y les digo con cada respiración, con cada latido del corazón, con cada mirada, con cada abrazo, estoy allí, como ustedes están allí.
...Silencio...
Eynolwaden.
Sala: Eynolwaden.
...Silencio...
Te amo. Te amo.
Adiós.
Sala: Adiós. Gracias.
***
A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés: https://www.facebook.com/Transcriptionsfr-784909108558566/
Traducción al español: LMF
***
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