Video audio en Francés:
ABBA. 7 de abril de 2019. Fuego del Sagrado Corazón
Bienamado, Abba presente en el Corazón de cada uno, honra el Fuego Sagrado del Corazón, resonando en cada uno con Abba.
Silencio
Bienamados, como ustedes pueden experimentarlo de una manera cada vez más extensible, ustedes ven en su vida, en su interior, en los diferentes aspectos de su encarnación, un cierto número de cambios ligados al surgimiento del Amor.
Sea lo que sea que lo perciban, sea lo que sea que digan, la verdad que está allí no puede dejar ninguna duda sobre la verdad de quiénes son ustedes.
En cada uno de ustedes en adelante, existe la misma posibilidad y la misma disponibilidad para vivir el Fuego del Sagrado Corazón, realizando en lo que son la presencia de Cristo, dándoles a vivir, a mirar, a observar el milagro del Amor, en cada mirada, en cada gesto, en cada pensamiento, y esto, independientemente de lo que puedan creer, independientemente de lo que puedan pensar, independientemente de ustedes mismos.
En la resonancia Ágape, entre cada uno de ustedes y más allá, está la magnificencia de la magia del Amor, expresada de innumerables maneras, ya sea por lo que podrían llamar sincronicidad, por la fluidez de la unidad, sino también dentro de cada relación y de cada mirada, dándote la oportunidad de descubrirte un poco más cada día, cada día más claramente, cada día más lúcidamente.
En el proceso que se vive, como ustedes saben, sólo hay que acoger, sólo hay que responder presente, ignorando cada circunstancia, ignorando cada pensamiento, así como cada renuencia. En su disponibilidad, el sentido de la acogida, el sentido de la transparencia, el sentido de la verdad se magnifica.
Plenos de alegría y a veces todavía con ciertas preguntas relacionadas con lo que están redescubriendo, que sólo habían sido olvidadas, y que jamás pudieron ser removidas, y que siempre ha sido perfecto, y que hoy se revela por dentro y por fuera, para realizar el milagro de una sola cosa, demostrando la unicidad y la veracidad del Amor más allá de cualquier concepto, más allá de cualquier confianza, así como de cualquier historia.
Silencio
Cada día, más y más de ustedes están viviendo y redescubriendo esta magnificencia, esta acción de Amor por sí misma, independiente de cualquier circunstancia, independiente de cualquier causalidad o reflexión.
La evidencia del Amor, la evidencia del estado Crístico, la evidencia del Ágape y el Fuego del Sagrado Corazón, los conduce inexorablemente, aquí mismo a través de este cuerpo, a la morada de la paz suprema, donde sólo la alegría, el silencio y la evidencia se fusionan en la gracia perpetua del Amor. Más allá de tu forma y de cualquier mundo, la verdad esencial te es revelada, más allá de cualquier historia y de cualquier renuencia, conduciéndote libremente a ponerte en armonía con lo que siempre has sido, más allá de cualquier personaje, de cualquier historia, así como de cualquier causalidad.
Silencio
Tanto en la alegría como en el gran silencio, tanto en la mirada interna como en la externa, la única evidencia constante es la presencia, tu presencia, así como la presencia de la inteligencia de la Luz, trayéndote muchas observaciones, muchas correcciones, ya sean de tus pensamientos, tus miradas o tus puntos de vista.
La evidencia de vida se despliega ante ti y en ti, desde el momento en que dejes de cuestionarte, desde el momento en que aceptas, desde el momento en que aceptas que eres la Luz ante cualquier mundo, ante cualquier manifestación.
Llena su corazón de gracia, llena su corazón con este fuego sagrado, este fuego que quemará los últimos condicionamientos, los últimos malentendidos y también los últimos temores o reticencias.
Quiero recordarles que en este, este proceso natural, no hay nada que hacer y nada que explicar. No hay nada que entender, sólo para dar la acogida a la evidencia y a la manifestación.
Silencio
En cada uno de ustedes hay la misma fuerza, capacidad y Amor. Te toca a ti, hoy, dejar que lo que llama a tu puerta emerja de manera natural, para hacerte experimentar la belleza inefable del Amor a través de este mismo cuerpo, y a través de lo que puede quedar de la historia para ser terminado, para ser realizado y para ser completado en estos tiempos particulares de revelación.
A medida que lo viven para muchos de ustedes, hay más y más evidencia de la acción, dentro de la densidad, de la Luz más auténtica que viene a reconfortar lo que debe ser y a consumir por la Ley de la Gracia lo que debe ser.
Esto no requiere ninguno de sus juicios o posiciones porque es, y seguirá siendo, más y más natural, más y más espontáneo, y más y más independiente de cualquier voluntad o intención de su parte.
El amor es un don. La realización del sacrificio se manifiesta hoy por este principio de aceptación, este principio de acogida, que nos permite reconocerte en cada circunstancia, en cada sufrimiento, en cada hermano, en cada conciencia, en cada forma, ya sea que esté presente en este mundo como en cada mundo, como en cada dimensión.
Y esto está sucediendo ahora mismo desde todas partes del mundo. Las innumerables señales externas e internas sólo añaden a la certeza de su experiencia, que en realidad es un proceso que concierne a la totalidad de la conciencia.
Silencio
Desde el momento en que abandones alguna reivindicación de tu persona, desde el momento en que ya no proyectas nada en ningún momento futuro y te instalas en el instante eterno y en la indescriptible presencia, entonces el Fuego del Sagrado Corazón te conduce a la verdad, a la beatitud y a la evidencia de cada momento, sea lo que sea que te dé a sobrellevar, a vivir o a trascender.
Silencio
La acción colectiva del Fuego del Sagrado Corazón corresponde muy exactamente a lo que se puede observar con la mirada externa, con respecto a los elementos de la Tierra, en sus diferentes actividades concernientes a los elementos bajo la acción de los Cuatro Seres Vivientes, también llamados los Cuatro Jinetes. Esta alquimia interna y externa se despliega de manera sincrónica y se traduce en una forma de avanzar y resolver la revelación de la Luz pura, de la beatitud que precedió a toda la creación.
Silencio
Cada circunstancia en tu vida, de cualquier naturaleza, sólo puede conducirte naturalmente a la evidencia del Fuego del Sagrado Corazón, conduciéndote a estar en Ágape constantemente, sin importar lo que tu persona te diga, lo que el ambiente te diga, lo que este mundo te diga o cualquier otro mundo.
Más allá de cualquier percepción o visión, sólo queda el gran silencio de la beatitud, donde muchos de vosotros os sumergís espontáneamente, más allá de cualquier meditación o intención, permitiéndoos encontraros en cada momento con más y más firmeza, con más y más certeza, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestra vida, interiores y exteriores.
La primacía de Ágape, sobre cualquier otra consideración relacional o interactiva en cualquier reino de este mundo o de cualquier otro mundo, es sólo la traducción y prueba formal del proceso del fin del sueño de la creación. Está presente y disponible en cada mirada, en cada respiración, en cada contacto y en cada descanso.
Silencio
La verdad del Amor, la verdad del Absoluto, es vivida hoy abiertamente y por eso es conocida, firmando irrevocablemente el fin del sueño, el fin de todas las ilusiones y la persistencia de lo que siempre has sido, sea cual sea el futuro de este cuerpo, de este mundo, como de todos los demás.
Silencio
La buena voluntad se convertirá para cada uno de ustedes, si es que no lo es ya, en el motor de todas sus acciones, de todas sus ayudas, de todos sus movimientos y de todas sus ocupaciones.
Así el estado de gracia se establece de manera perceptible y sensible en cada una de las parcelas de tu cuerpo, como en cada una de las parcelas de tu vida.
Silencio
En tu Presencia, en este momento como en cada momento, independientemente del tiempo de escucha, independientemente del espacio y del tiempo, notarás fácilmente la activación del Fuego del Sagrado Corazón, con la escucha y con la resonancia de Abba en ti.
Cada uno de ustedes es Abba, cada uno de ustedes es el todo, cada uno de ustedes es nada, y sin embargo es el todo.
Esto no puede ser entendido ni analizado, sino simplemente observado, por lo que se está experimentando en el momento y lo que usted está experimentando en las circunstancias de su vida, en las circunstancias de su conciencia, así como en cualquier interacción entre usted y lo que usted llama el exterior.
La conciencia de la presencia de la creación en el Corazón del Corazón representa todas las posibilidades así como todo el sueño. Esto ya ha sido soñado, esto ya ha sido experimentado, en otros tiempos, en otras líneas de tiempo.
Así termina el sueño de tener algo que realizar o adquirir, liberándote definitivamente de cualquier búsqueda, liberándote de cualquier explicación o cuestionamiento.
Esta es la evidencia del Amor, esta es la evidencia de Ágape, esta es la evidencia del Fuego del Sagrado Corazón que emanará de una manera cada vez más espontánea y natural desde el corazón de su corazón.
El resplandor del corazón vendrá entonces de una manera natural y sin esfuerzo, cubriendo con amor todo lo que tocas, todo lo que miras, todo lo que piensas. Sus propias acciones, desde las más simples hasta las más complejas, en cualquier sector, demostrarán la veracidad de mis palabras.
La gracia es tal, ya para muchos de ustedes, que ya están experimentando el acontecimiento en sí mismo, a través de la visión del paraíso blanco, a través de la visión del agujero negro en el Corazón del Corazón, a través simplemente, a veces, de la paz, el sentimiento de tranquilidad, el sentimiento de plenitud, el sentimiento de que están en su lugar correcto, más allá del lugar del personaje, más allá del lugar de su historia, más allá de todos sus sufrimientos, como de todos sus dolores, como de sus alegrías.
Así, pues, la evidencia del Amor se revela cada día de una manera cada vez más intensa, pero también de una manera cada vez más luminosa y mágica.
Tal es la Gracia, tal es el don del Amor, tal es el don de la Vida, tal es el don de tu presencia, desde el momento en que el momento presente es tu referencia, luego limitando cualquier proyección, luego limitando cualquier anticipación, luego limitando cualquier deseo de algo más de lo que realmente eres, y que jamás pasará.
El don de la Gracia es el mismo para cada uno de ustedes. No hay retraso o falta, sino simplemente en estos tiempos particulares, pasar por algunos elementos más de vuestra historia en el momento presente, permitiéndoos ser iluminados, así como iluminarlos con vuestra propia Luz, la cual, tanto en el personaje como en la historia, aún no había sido vista.
En la experiencia del Fuego del Sagrado Corazón, se logra la sanación en todos los niveles. Se activa, se permite por el don de la Gracia misma, porque desde el momento en que reconoces en el otro tu propia presencia a través del principio de acogida y ágape, entonces en ese momento, efectivamente se activa el estado Crístico.
Todos ustedes están llamados a convertirse en Cristo, así que son colectivamente el retorno de Cristo, el regreso del tiempo cero, el regreso de la Gracia y el fin del sueño.
Silencio
Es cada día, para cada uno de ustedes, cualquiera que sea la ubicación actual, el notar incontables cambios, ya sea dentro de su modo interno, o en todas sus interacciones con el mundo exterior, dándoles la oportunidad de percibir de una manera inteligible y más allá de cualquier actividad mental, la realidad del Amor en acción, la realidad de su presencia, literalmente consumiendo, lo que puede permanecer de personaje, lo que puede permanecer de aprehensión o proyección.
Silencio
Cada uno de ustedes, sea lo que sea que piensen o digan, tiene la misma capacidad, tiene el mismo don y la misma Luz. Todo es Uno, ha sido explicado, pero hoy es vivido, sea cual sea su postura, sean cuales sean sus últimas preguntas, sean cuales sean las circunstancias de sus vidas, así como el estado de su cuerpo.
No hay obstáculos físicos, no hay resistencias ligadas a miedos o aprehensiones, que pueden mantenerse durante mucho tiempo ante el poder del Fuego del Sagrado Corazón.
Silencio
Como se os ha dicho, y como lo vivís para muchos de vosotros, el Amor o el don de la Gracia es un estado de comunión y de compartir, compartiendo la misma verdad, la misma luz, el mismo origen y la misma unicidad.
Se hace tanto sonriendo como con los ojos como con el tacto o el pensamiento, y no necesita de la palabra, no necesita de la justificación, sino simplemente de la autenticidad, de la transparencia. También se establece naturalmente en ti, no importa lo que digas hoy, no importa la esperanza o la desesperanza de ello, no cambia nada.
Descubriendo el Fuego del Sagrado Corazón, notarás fácilmente que no necesitas nada más para ser lo que eres, ni cuerpo de eternidad, ni mundo, ni dimensión, sino simplemente la belleza del Amor asentada de manera eterna y encontrada en su totalidad.
Silencio
Cualquiera que sea la densidad, gravedad o ligereza de su vida, no hay mejor lugar que el suyo hoy para vivir el Fuego del Sagrado Corazón.
Desde el momento en que aceptas no comprender, desde el momento en que aceptas no discriminar, desde el momento en que aceptas no funcionar en un modo de dualidad, entonces la unidad en toda su magnificencia se revela abiertamente, en tu cuerpo, como en todo lo que te rodea, como hasta el origen de la creación, en todos los mundos, en todas las dimensiones, como en todos los tiempos y en todos los espacios.
Silencio
Mis palabras de este día sólo ritman y acompañan los silencios de mis palabras, para que este silencio conduzca las vibraciones de mis palabras más allá de tu intelecto y más allá de la comprensión, directamente al Corazón del Corazón.
Hoy, concretamente, hay un solo corazón, ya no hay necesidad de hacer preguntas sobre el corazón del otro, porque también es el suyo, con la misma intensidad y veracidad. Ya no hay distancia, ya no hay división, sólo la evidencia del Amor, la evidencia del Fuego y del Sagrado Corazón.
Silencio
Cualesquiera que sean las manifestaciones experimentadas tanto en el cuerpo como en la conciencia, pero también a nivel de lo que ustedes llaman emociones, así como mentales, pasan por esto sin esfuerzo, sin detenerse y sin cuestionarse a sí mismos. Cuanto más aceptas y más aceptas, menos preguntas o cuestionamientos puede haber sobre el significado mismo de lo que estás experimentando, o sobre la espera de cualquier resultado.
El Fuego del Sagrado Corazón es resolutivo, no sólo en la salida del sueño sino en las condiciones de tu cuerpo, en las condiciones de tu vida, así como en las condiciones de tu entorno, sino también en las condiciones de toda la creación.
Silencio
El don de la Gracia les traerá un poco más y más a esta verdad indescriptible cada día, sean cuales sean sus posturas, sean cuales sean sus miedos, lo desconocido se revela y sólo puede ser reconocido en la gracia del Amor.
Silencio
Bienamados Abbas, el tiempo está a la llamada de la Luz, que ya no es simplemente un mandato, sino una invitación a encontrarse a sí mismo en la totalidad, sin importar las circunstancias, sin importar el sufrimiento, así como cualquier pregunta. La evidencia se está volviendo tan clara que para muchos de ustedes, no puede haber ninguna pregunta sobre quiénes son, ninguna pregunta sobre el futuro.
Lo que ustedes son jamás llegará a ser, porque siempre ha sido inmóvil e inmutable, y eterno, más allá de su presencia, más allá de lo que nosotros llamamos Eternidad.
El resultado es un peso más ligero, un peso más ligero para cualquier cosa que le pueda parecer que interfiere con algo en su camino, cualquier cosa en su vida, cualquier cosa en sus pensamientos.
Silencio
La experiencia viva del Amor, la experiencia viva del Fuego del Sagrado Corazón, la resonancia de Ágape drenan cada vez más espacio, cada vez más tiempo, cada vez más intensidad, sobre el despliegue de sus vidas, cualquiera que sean, cualquiera que sea su aparente dureza, nada puede resistir al Fuego del Sagrado Corazón consumiendo las últimas reticencias, las últimas ilusiones, como las últimas sombras.
Silencio
Porque a partir de ahora no habrá otra respuesta posible que Ágape, a cualquier desafío, a cualquier problema, a cualquier relación.
Silencio
En la majestad del momento, cada Abba que escucha y oye, acoge lo que es, sale a la luz o amplifica este Fuego del Corazón.
En este instante como en cada instante, como en cada instante siguiente, en el despliegue lineal del tiempo de este mundo, la magnificencia del Amor estallará al descubierto.
No se alarmen por el ajetreo, porque como se ha explicado, como se ha demostrado, hoy pueden ver fácilmente que el Fuego del Sagrado Corazón no depende de ninguna de las circunstancias de este mundo, no depende de ningún acontecimiento de este mundo, sino simplemente de su presencia y de su acogida dentro del instante Eterno.
Silencio
Bienamados Abbas, en este instante, sin conocerte, dondequiera que estés, te invito a acoger a todos los que escuchan, en este momento y en cualquier momento posterior, a cada hermano y hermana, a acoger la Vida, sin cuestionamientos y sin renuencia, para ofrecerte la libertad del Amor, el fuego de la Alegría, el fuego de la evidencia.
Para eso no hay nada más que emprender, ni que buscar, sino simplemente estar allí sin pedir nada y sin esperar nada, colocándote espontáneamente en el tiempo cero, donde nada pasa, donde nada puede pasar.
Silencio
La Vida jamás te pedirá nada más hoy, excepto ser completamente tú mismo, más allá de todo condicionamiento, forma e historia, resentimiento y problemas.
Recuerden que no hay esfuerzo que hacer, recuerden que no hay búsqueda que emprender, sino más bien una relajación de cualquier búsqueda así como de cualquier comprensión, llevándolos a la evidencia del tiempo cero, en el corazón de su corazón, como en el corazón de cada persona, dándoles a verificar por ustedes mismos que nada puede ser separado, que nada puede estar distante y que todo está ya presente, dentro de su corazón.
Silencio
En esta acogida, sin pedir nada y sin esperar nada, espontánea y naturalmente, el Fuego del Sagrado Corazón de Ágape nos transporta a todos juntos en la belleza inefable del Amor, sea cual sea la percepción, sean cuales sean las visiones, aunque no percibas nada en el momento, el instante siguiente te lo revelará, allí también de manera natural, sin esfuerzo y sin petición.
Así la vida en su totalidad en este mundo se convierte en un don de Gracia, todo lo que podáis observar desde todas partes, dentro de la sociedad, dentro de la actividad de la tierra así como del cielo, esto sólo puede consolaros en la verdad del Amor, sólo puede establecer definitivamente el Fuego del Sagrado Corazón, donde todo es Gracia, donde todo es perfecto, más allá incluso del sentido de la perfección como más allá de cualquier deseo.
Silencio
La permanencia del Fuego del Sagrado Corazón es por lo tanto traída a cada uno de ustedes, para manifestarse, no sólo en ciertos momentos de Ágape o resonancia, sino que constantemente, sea lo que sea que piensen sobre ello, sea lo que sea que vean, ya no podrán escapar del Amor que son, ya no podrán escapar de la beatitud y el don de la Gracia, llevándote a demostrar, a través de la vivencia, que toda la creación sólo puede ser tu culpa y sólo puede estar enteramente contenida en el Corazón de tu Corazón, donde no hay necesidad de espacio, ni de tiempo, donde todo ha sido soñado en un momento dado, que no puede ser cuantificado ni medido.
Silencio
En nuestros silencios comunes, se enciende el Fuego del Sagrado Corazón. Tanto si se percibe como si se hace en silencio, el efecto será el mismo, no sobre lo que sientes, sino sobre la belleza que tienes que vivir, sea cual sea el estado de tu mundo, sea cual sea el estado de tu cuerpo.
Silencio
Al acoger el gran silencio, al acoger el instante presente, no hay esfuerzo que hacer, no hay petición que hacer, no hay nada que esperar, sólo hay que ser lo que hay. Esto se ofrece y se propone a todos, en este instante como en cada instante, desde el momento en que no se reclama nada, desde el momento en que no se busca nada, desde el momento en que no se detiene nada.
Por lo tanto, la disponibilidad de Amor Ágape es total. Su vivencia depende sólo de tu propia disponibilidad. Esta disponibilidad no es ni un tiempo, ni un espacio, pero diría que es un acto de fe, tanto de tu persona como de tu conciencia, en la belleza del Amor y eso es suficiente para que el don de la Gracia y la resonancia de Ágape active en ti el Fuego del Sagrado Corazón. Es en esto que depende de ustedes en sus momentos íntimos permanecer tranquilos, no pedir nada, no esperar nada y simplemente estar allí, disponibles para lo que es y lo que siempre ha sido.
No hay más velos, no hay más barreras, no hay condiciones previas para vivirlo con la misma intensidad desde cualquier parte de la tierra. Aquí tampoco se te pide que me creas, sino que lo vivas, tan pronto como aceptes que no tienes nada que hacer, que no tienes nada que pedir, que no tienes nada que entender.
Entonces el don de la Gracia es total, la resonancia de Ágape también se hará permanente e independiente de cualquier cita, independiente de cualquier contacto, e independiente de cualquier persona. Entonces el Fuego del Sagrado Corazón encontrará todo su poder en ti, llevándote a consumir las últimas ilusiones, el último condicionamiento, los últimos apegos, a la forma, como a este mundo.
Silencio
El amor Ágape está llamado a convertirse, a partir de este momento, en el componente principal de vuestra vida y de vuestras relaciones, sea lo que sea lo que sea que penséis en este momento, sea lo que sea lo que temáis o esperéis, el resultado será siempre el mismo, idéntico en todos, Idéntico en todos los mundos, idéntico en todas las circunstancias, sea cual sea vuestro estado de ánimo, sea cual sea vuestra disposición a vivir esto.
No puedes escapar de lo que eres, no puedes apartarte de lo que eres, pienses lo que pienses, quizás incluso hoy.
Silencio
En el gran silencio de este momento, toda preocupación, así como toda expectativa, se aleja de vosotros, haciéndoos cada vez más disponibles con cada respiración a la indescriptible verdad del Fuego del Sagrado Corazón, porque ocupa todo el espacio, tanto de vuestro cuerpo como de los mundos, con la misma regularidad e intensidad.
No necesitas ningún recuerdo, no necesitas ninguna postura, no necesitas ninguna condición previa, excepto estar disponible para ti mismo, sobre todo.
Silencio
Abba en cada uno, resuena en el corazón de cada uno, así como de corazón a corazón, en una ronda de Amor, que no puede ser limitada, ni en tamaño, ni en intensidad, cada uno de ustedes es tomado a su vez en la misma ronda de beatitud, en la misma ronda de Ágape.
Toda la creación resuena ahora en esto, sin duda posible, sin más demora, donde no hay nada que construir, nada que destruir, sino simplemente permanecer allí.
Silencio
Así, el Fuego del Sagrado Corazón se despliega y se multiplica hasta el infinito de vuestras presencias, hasta el infinito de los mundos, para vivir la misma verdad, aquí en la tierra, aquí en vuestro corazón, en el corazón de cada uno.
Silencio
Así que, escucha y escucha el ritmo de tu corazón, escucha su danza, escucha tu alegría, escucha tu presencia, eres tú, y es todo, donde tú no eres nada.
Silencio
Cada hermana y hermano, cada animal y cada planta, así como cada mundo que entra en esta ronda, es consumido por el Fuego de la Gracia y el Fuego del Amor. Y eso es ahora, y eso es perfecto, y eso es belleza.
Silencio
Bienamados Abbas, cada uno de nosotros se une a todos los mundos de hermanos y hermanas como reinos de este mundo en nuestros corazones, difundiendo alegría, difundiendo la buena nueva que no necesita palabras o historias, sino que no necesita eventos, porque este es el evento, haciendo coincidir el cielo y la tierra para realizar el milagro de una cosa aquí en esta tierra, justo aquí en este mismo instante, el cual será el mismo cada minuto, el cual será el mismo cada día, el cual será el mismo desde todas partes.
Así llegó el tiempo de la verdad, el tiempo de la unidad, el tiempo de la alegría, no dependiente de ninguna circunstancia, de ningún mundo, de ninguna forma, permitiéndote encontrarte en el otro con la misma intensidad y el mismo Amor, ignorando la distancia, ignorando cualquier historia, ignorando cualquier renuencia.
Silencio
Y en el silencio del instante que continúa, la verdad se afianza de una manera cada vez más prominente y obvia, donde no hay nada que hacer más que disfrutar de esto, de ser aquello.
No tienes que entender, no tienes que pedir, sólo tienes que ofrecer este don de Gracia que acompañará al Fuego del Sagrado Corazón, en cada ocasión, más allá de cualquier deseo o intención. Este es el estado natural, este es el juego eterno que no tiene nada que ver con el sueño, aunque estuviera presente en cada sueño como en cada dimensión.
Así que, en este momento, están invitados a dejar todo el espacio y el tiempo para la magnificencia de Ágape, y saludo a cada Cristo, y saludo a cada corazón, y bendigo cada presencia mientras hacen lo mismo, con la misma intensidad y con la misma claridad.
Silencio
En esta verdad del Amor, nada puede faltar. En esta densidad de Amor, nada puede permanecer pesado. En la Luz del Amor, nada puede permanecer en las sombras o en el fondo.
En la resonancia de cada corazón, cualquiera que sea la multitud, sólo hay un corazón.
Cada uno de ustedes ama con la misma intensidad, porque nada en su personaje puede ajustar, disminuir o aumentar la intensidad de la verdad del Amor. Sólo puedes estar de acuerdo, sólo puedes aceptar, sólo puedes dar la acogida, sólo puedes reconocer la verdad inefable.
Cada uno de ustedes está invitado a esta ronda, piensen lo que piensen, no hay condiciones, no hay restricciones, sólo la evidencia de su presencia así como de su ausencia, sólo está el todo que está en la nada.
El alfa se convierte en el omega, el omega se convierte en el alfa, para hacer el milagro de una sola cosa que siempre ha estado ahí.
No tienes nada que creer, no tienes nada que esperar, sólo tienes que ser eso, esa aceptación incondicional de todo lo que pasa, de todo lo que aparece en cualquier aspecto y corolario, eres eso desde toda la eternidad.
Bienamados del Uno, únicos cada uno de ustedes en la misma singularidad, en la misma danza, en la misma resonancia, en el mismo Fuego del Sagrado Corazón.
Ya no hay distancia, no hay tiempo que aguante, no hay condición que aguante, no hay momento más privilegiado que otro, no hay estado personal más adecuado que otro, hay la misma igualdad, hay la misma intensidad en cada uno de ustedes, porque el Amor no hace diferencia, porque el Amor no juzga, porque el Amor es paciente, porque el Amor es en todo.
Silencio
En el corazón del Uno, cada Abba se entrega a sí mismo, liberándose así de cualquier ilusión que pueda persistir en el juego de los hábitos, en el juego de la forma.
Silencio
Con cada silencio, la iluminación se intensifica. Con cada silencio, la evidencia se magnifica a sí misma. Con cada silencio, el don de la Gracia fluye a través de ti al mismo tiempo que el Fuego del Sagrado Corazón, y esto es perfección, porque el Amor es perfección, más allá de cualquier definición o marco.
Silencio
Y en la ronda del silencio, todo está completo, porque nada se ha movido jamás, jamás te has movido, simplemente lo habías olvidado. Tú eres Eso, todo lo demás está de paso.
La felicidad se ofrece a todos, porque como he dicho, es tu deber, y resulta de tu presencia en este momento, y resulta de tu mirada, y es beatitud.
También lo es el Elegido.
Cada Abba está contigo para la eternidad, más allá de todo tiempo y espacio, donde nada puede ser distinguido, donde nada puede ser separado.
Silencio
En el gran silencio se amplifica el sentido de la verdad y la intensidad de tu vida, la intensidad de tu presencia, donde la Presencia es única, cualesquiera que sean las formas presentes en la ronda del Amor.
Silencio
Donde están colocados, las últimas cargas, los últimos pesos, se asientan naturalmente.
En el lugar donde están ustedes, el Fuego del Sagrado Corazón sólo puede crecer, en la apariencia de su intensidad sólo puede crecer, en la apariencia de su poder, y este Fuego del Sagrado Corazón es único y siempre idéntico. Es simplemente tu persona, que se entrega a ello con más o menos rapidez, lo que crea este sentimiento a veces de diferente intensidad, pero llegará un momento en el que estarás llevando la misma llama, el mismo color, la misma intensidad de la única Verdad.
Silencio
Cuando sólo hay Amor, hay Todo. Cuando sólo hay Amor, no hay nada que llenar. Cuando sólo hay Amor, no hay nada que adquirir. Cuando sólo hay Amor, sólo hay la belleza de tus ojos, de tus gestos, de tus palabras y de tus silencios.
Cuando sólo hay Amor, no puede faltar nada y no puede faltar nada, todo lo demás es superfluo, todo lo demás es sólo peso, todo lo demás es sólo ilusión, todo lo demás sólo está de paso.
Es una bendición que el Fuego del Sagrado Corazón transporte al corazón de cada uno sin el más mínimo movimiento, sin la más mínima distancia, pero con más y más evidencia, con más y más certeza, con más y más sonrisas.
Silencio
Es para ti, es para todos, no importa lo que pienses. Así se libera toda tensión, se libera todo sufrimiento, se sanan todos los desequilibrios y desórdenes, todo lo demás es superfluo, todo lo demás ya no funciona, sólo el Amor es eficaz, sólo el Amor es auténtico.
Estáis invitados a resonar unos con otros a través de lo que entreguéis de vuestra vivencia, que es sólo la vivencia del otro, en otro tiempo o espacio, pero que es reconocida como la Verdad inefable.
Silencio
Entonces Abba los ama a cada uno de ustedes y se reconoce en cada uno de ustedes, con la misma intensidad y deleite de encontrarse en la misma danza y en la misma ronda, en la misma unidad de la verdad de Ágape. La Luz no puede ser suprimida, la Luz no puede ser guardada, la Luz sólo puede ser la ronda que jamás se ha movido. Eso es lo que están viviendo, eso es lo que esperan y eso es lo que pueden temer.
No importa lo que pienses, porque el don de Gracia atraviesa cada pensamiento y cada resistencia. No se puede mantener el miedo, nada puede quitártelo.
Silencio
El Fuego del Sagrado Corazón se hace permanente y permanece desde el momento en que el silencio es la respuesta, desde el momento en que aceptas esta respuesta que se te da, a través del silencio, a través del fuego, el fuego que consume lo que sólo está de paso, iluminándolo con intensidad, liberándote de las últimas ilusiones de creerte esta persona, o de creer que tienes que avanzar de alguna manera.
En el Fuego del Sagrado Corazón de Ágape, la beatitud es lo que te corresponde, lo que diga tu persona, lo que digan tus seres queridos, lo que digan tus amigos, lo que diga cualquiera, eres eso y nada puede desviarte, nada puede desviarte de ello, nada puede engañarte, porque está claro porque es evidente, porque es obvio porque se vuelve cada vez más resonante, se vuelve más y más resplandeciente, sea lo que sea que pienses de ello, bien sea si lo aprecias, con tu cabeza o con tu mirada.
Sólo el silencio es la respuesta porque a partir de ahora todo es respuesta, porque a partir de ahora todo se ilumina con la misma facilidad, todo lo que tú no quieres ver, todo lo que tú no quieres oír, esto es imposible, porque el Amor sólo puede ser escuchado, porque el Amor sólo puede ser visto, porque es tu naturaleza y porque es tu esencia.
Silencio
Entonces Abba termina sus palabras, para que mi bendición sea la misma que la tuya y que jamás sea interrumpida.
Cada uno de ustedes da gracias al otro, cada uno de ustedes se ha acogido, para realizar el milagro de una sola cosa, en este momento como en cada momento, porque no hay más tiempo, porque no hay más espacio para nada más que la Verdad, para algo más que lo que queda y jamás pasará.
Entonces Abba permanece en silencio, pero resonará con cada respiración en el corazón de tu corazón, porque Abba no es nada más que tú en otro tiempo, sino en el tiempo cero, no hay más tiempo, no hay más demora, no hay diferencia, hay Eso, y eso es Todo.
Que cada uno se dé la paz, que cada uno se dé una sonrisa, que cada uno se dé a cada uno, para alimentarse de Ágape, en el Fuego del Sagrado Corazón.
Silencio
Entonces cada uno de ustedes, en la misma verdad, comparte el don de Gracia, en cada uno de ustedes y en cada uno de ustedes, el alfa se une al omega, el omega se une al alfa, donde ya no hay lugar para la más mínima incertidumbre o para la más mínima pregunta sobre el Amor, porque se vive. Ya no necesita palabras, sino simplemente testimonios, sino simplemente declararlo de todas las maneras posibles, como en cada mirada, como en cada sonrisa, como en cada circunstancia.
Abba les dice que no hay alternativa, y yo les diré que no puede haber nada más grande o más completo que el Fuego del Sagrado Corazón.
Entonces Abba da paz a todos, que la Paz, la Alegría, el Amor y la Luz sean constantes dentro de tu sueño, dentro de la ilusión de este mundo.
Todo el mundo ama a todo el mundo con la misma densidad y la misma verdad, más allá de cualquier idea y de cualquier miedo, así como de cualquier reticencia. Nadie puede oponerse a ella y nadie querrá oponerse a ella.
En el corazón y en el Amor de cada uno, todo es idéntico en el valor del Amor, cualesquiera que sean las diferencias de forma, cualesquiera que sean las diferencias en la historia, ya no hace ninguna diferencia porque el Amor jamás hace ninguna diferencia, porque la Luz jamás castiga, sino que sólo ilumina, porque es el bálsamo que acaba con el sentimiento de falta o con la realidad del sufrimiento.
Está el cuidado, está la curación, que no pasa por nada más que por el Fuego del Sagrado Corazón, poniendo fin a los vagabundeos, poniendo fin a la necesidad de compensar algunas lagunas o de corregir algunos desórdenes con algo más que Ágape. Debe ser vivido, debe ser demostrado en cada uno de ustedes por ustedes mismos de todas las maneras posibles, y en todas las circunstancias, así como en cada día.
Entonces Abba permanece en silencio para que puedas ser pleno con esta Verdad.
Que la Paz y la Alegría, el Amor y la Luz, sean vuestro Reino.
***
A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción: equipo Ágape
Traducción al español: LMF.
****
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