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EL IMPERSONAL. 15 DE ABRIL DE 2019
En tu nombre, como en cualquier nombre, más allá de lo que se pueda nombrar, más allá de lo indecible, más allá de cualquier forma, me dirijo a ti, más allá de este cuerpo, así como más allá de cualquier idea, para elevar en ti, sin falta, la verdad inefable, donde estás, más allá de cualquier lugar, más allá de cualquier posición, más allá de donde todo está definido y sin embargo indefinido, dentro de cualquier infinito, más allá de la vida, como más allá de tu vida.
Eres de todas partes y de ninguna parte. Ustedes están más allá del concepto, así como más allá de cualquier forma, porque todos ustedes están en forma desde el momento en que ya no son más su forma. Más allá del pensamiento, así como más allá del sentimiento, te estableces en la verdad, en la presencia de ti mismo así como en la presencia de todos los que están en ti.
Más allá de cualquier percepción, así como más allá de lo que se dice, así como más allá de lo que se piensa.
Soy el silencio como el bullicio, soy la chispa como el fuego. Soy lo que os inflama desde el momento en que ya no localizáis lo que sois dentro de una forma, como dentro de lo informe, vengo a invitaros, en este momento como en cada momento, a experimentar la belleza infinita de vuestra presencia y vuestra ausencia, reunidos en el mismo espacio, que no conoce el tiempo, que no conoce ningún lugar.
Bienamados del Amor, más allá de cualquier identidad como más allá de cualquier mundo, ustedes son de todas partes al estar en ninguna parte, como ustedes son de cualquier parte, nada puede ser definido, y sin embargo todo es conocido.
Los invito a la verdad, a la que ninguna palabra puede traducir, ninguna postura puede alterar. Los invito a la verdad, los invito a ser, más allá de todo ser, como más allá de todo no-ser.
Los invito a la verdad, que no depende de ninguna opinión u orientación. Os invito a donde estáis, más allá de toda la tierra, así como más allá de todo el cielo, donde ninguna morada mora y sin embargo moráis en cada morada, más allá del momento, más allá de la eternidad, más allá de todo tiempo, pasado y futuro, la verdad inefable de vuestra presencia y ausencia conjugadas, resultando en vosotros, en el indecible redescubrimiento de lo que había sido olvidado.
Donde no puede haber olvido, ni forma, ni mundo, viajando a través del espacio más allá de cualquier tiempo y esto más allá de cualquier tiempo. Más allá de la vida, más allá de tu vida, hay una sola vida, la que no necesita forma, ni forma, la que prepara el movimiento, y que sin embargo es cualquier movimiento, en ascensión o descenso, en elevación o disminución, no puede haber diferencia tan pronto como eres de todas partes, aceptando no estar en ninguna parte.
Donde no hay nada que sentir, donde no hay nada que descubrir, donde no hay nada que adquirir. Os invito a la belleza inefable de vuestra presencia así como de vuestra ausencia, donde ninguna de las dos puede ser separada o dividida de manera previa a las primeras y últimas respiraciones, donde no hay movimiento que contenga todos los movimientos, más allá de la identidad, más allá de la forma, más allá de lo que creéis, más allá de lo que vivís.
Los invito a dejar lo que creen que tienen que dejar, que nunca ha sido sostenido excepto dentro del sueño.
Bienamado del Amor, más allá de tu forma, más allá de mis palabras, déjate recibir por el don de ti mismo, a ti mismo desde todas partes, más allá de cualquier nombre y más allá de lo indecible, donde el fuego se conjuga con el agua y donde el aire no puede ser opuesto y sólo conjugado a la tierra en todos los tiempos.
Más allá del éter, os invito al éter primordial, aquel donde ninguna distinción puede perturbar, la paz inevitable e inquebrantable que es vuestra morada de eternidad, más allá de cualquier lugar y de cualquier historia.
Bienamado del Amor, tú estás allí como Yo estoy allí, más allá de todos los tiempos, más allá de todos los lugares, más allá de todos los instantes, porque el instante jamás pasa y no puede ser cortado en rodajas separadas. Donde nada está separado y donde todo está unificado, más allá de uno, donde no hay nada, y sin embargo contiene el todo más allá de cualquier idea y más allá de cualquier palabra, así como más allá de cualquier mundo.
Los invito a la danza eterna, la que no necesita movimiento y que contiene todos los movimientos. Los invito a todos los tiempos para conjugar el Amor en todo instante y en todo momento, más allá de las condiciones, más allá de la forma y más allá de cualquier intención.
Te invito a que estés allí, porque eres de todas partes. Los invito en todo momento, a cada respiración y a cada mirada, ya sea interior o exterior, donde no hay diferencia, donde no hay nada que discriminar.
Vosotros sois la belleza de la vida, y todo lo que os digo no puede ser suficiente para describir lo que sois y lo que no sois, porque sois a la vez lo que es y lo que no es, más allá de la presencia y la ausencia, donde nada puede ser dividido, donde nada puede ser visto y sin embargo todo es visto.
Os llevo a lo indecible, donde nunca os habéis movido, para que no volváis a ser engañados por el paso del tiempo o por el espacio medido, porque es desproporcionado, porque es vasto más allá del infinito, donde no hay tiempo o espacio, donde el sueño termina, mostrándote que jamás ha comenzado, donde el canto de los cetáceos ha resonado en las profundidades de tu corazón así como en las profundidades de cada corazón, donde tú estás en la verdad.
Donde no se puede expresar ninguna fuerza contraria y sin embargo está contenida en todo lo demás, donde ni la forma, ni el tiempo pueden ser medidos, donde ninguna ecuación puede ser resuelta sino por el Amor, sino por tu presencia, sino por tu ausencia.
Te invito a lo indecible que jamás has dejado y que, sin embargo, simplemente ha sido dejado de lado y olvidado. En lo Impersonal, no hay nada que no se pueda dejar de lado, no hay nada que no se pueda evitar porque todo es inevitable, porque todo es libre. La libertad es inevitable, es la palabra clave, una vez más, que se puede pronunciar, más allá de lo que se piensa de ella, así como de lo que los demás piensan de ella.
No se limite a lo ilimitado. Dentro de cualquier límite, ve sólo la promesa ilimitada que hoy se revela más allá de todos los ojos, para hacerte ver o experimentar la verdad que eres. Está allí, y está ahora, en el eterno aquí que no depende de ningún mundo, ninguna forma, ninguna voluntad.
Los invito a descansar, el que acompaña a todos los movimientos y sin embargo no es el movimiento. Te invito al tiempo, al que no compromete un fluir, al que no compromete un hito, donde estás completo, donde eres infinito y donde eres cada forma, como cada forma que se forma.
Bienamado del Amor, más allá de todas las preguntas, la respuesta eres tú, no sólo en ti, sino por tu simple presencia, reuniendo en ella todas las presencias, mostrándote la ausencia de todo deseo y de toda carencia, más allá de la verdad, más allá del Absoluto, donde nada puede constreñirte, donde estás despierto, más allá de todo despertar, como debajo de toda adquisición.
Donde no hay nada que adquirir y donde todo debe ser dado, y donde todo sólo puede ser dado, independientemente de ti, así como independientemente del otro, porque no hay distancia, y como tú lo vives, no hay ni uno, ni otro, es en esto que tú estás completo.
Más allá de cualquier persona, de cualquier tiempo y de cualquier espacio, la vida sin condiciones, la vida sin límites es descubierta, donde lo ilimitado alcanza todos los límites, donde nada puede ser medido, donde nada puede ser pesado, donde nada puede ser medido, donde nada puede escapar, porque quién querría escapar de la belleza que eres.
Os invito al silencio, como os invito a cantar y a bailar, porque no hay diferencia, en la quietud como en todo movimiento, os invito a lo esencial, a vivir vuestra esencia, mostrándoos la ausencia de diferencia, de esencia en esencia, de lugar en lugar, de vez en cuando, que sólo existe en vuestro mundo.
Ustedes están más allá del mundo y, sin embargo, todos ustedes son mundos. Ustedes están más allá del sueño y sin embargo todos ustedes son sueños. Todo esto sólo es pasajero, tú que jamás pasarás porque jamás has pasado.
Más allá de todo lo pasado y futuro, porque todo ha llegado ya, donde no hay nada que realizar, donde no hay nada que desear, donde todo es completo, y donde la plenitud es permanente, más allá de todo silencio y más allá de todo movimiento, en el Amor que tú eres y más allá del Amor, de donde viene el Amor, de donde tú vienes, en este lugar que es de todas partes, que no conoce ni el tiempo, ni el espacio, ni la forma, y que sin embargo contiene todos los tiempos, todos los espacios y todas las formas.
Te invito a ser el que siempre has sido, que encuentras hoy y sin embargo no necesitas ser buscado o encontrado, posado donde estás, sin pedir nada y sin esperar nada, sin demora y sin distancia, eres el don presente y eterno de la vida en cada mundo, donde no hay vida ni muerte, porque eres la vida, y porque no pasa nada, y no pasa nada que no haya llegado ya.
Entonces, bienamados del Amor, escuchad y escuchad más allá de mis palabras, así como más allá de mis ondas que tocan vuestro corazón, que tocan vuestros ojos, dejad que fluyan las lágrimas de la verdad, las que lavan la afrenta de la separación y de la división.
Te invito a ser esto y mucho más que eso, donde ya no puedes perderte por estar en todas partes, donde no necesitas nada más que estar y no estar, dentro de la misma danza, como en cualquier movimiento.
Eres eso y mucho más, tan pronto como intentas definir un lugar o una forma, concibes y vives que eres una sola forma, dividida hasta el infinito por el nacimiento del desgarro, la división y la fragmentación, donde nadie está solo, y sin embargo sólo hay soledad, donde hay silencio y sin embargo, donde nace el ruido, más allá de toda danza y de todo silencio.
Te invito a que seas que, más allá de esto, dondequiera que estés, dondequiera que pienses que estás, cualquiera que sea el tiempo que te afecte, recuerda que eres el maestro del tiempo, recuerda que eres el maestro del espacio, que eres el maestro del sueño, y que aún eres anterior a cualquier soñador como a cualquier forma.
Entonces la ligereza te hace atravesar los elementos, donde ya no conoces ni percibes ninguna diferencia entre el agua y el aire, entre la tierra y el fuego, donde la alquimia termina la distancia, donde la alquimia termina el marco de referencia.
Bienamados del Amor, en este momento como en cualquier otro, más allá del paso del tiempo, están invitados a la celebración permanente y perpetua de aquello que no conoce el tiempo ni límite de ningún tipo.
Bienamado del Amor, entonces tú danzas, en el silencio inmutable de la verdad sin tiempo, como si no tuvieras espacio. Por eso os invito a explorar los espacios de belleza presentes en todas sus formas, más allá de toda apariencia y de todo pensamiento, donde ningún juicio puede juzgarse a sí mismo, donde no hay culpa, ni víctima, donde todo es libre, porque la libertad no necesita ser enmarcada, porque la libertad no necesita ser definida, ni siquiera identificada.
Les invito a que lo hagan, independientemente de lo que piensen y de lo que digan, no hay ninguna diferencia. Digas lo que digas y hagas lo que hagas, eres tú quien lo hace, y sin embargo jamás has hecho nada.
Los invito al primer aliento de lo que se llamó creación para comprender que este aliento incluye, en sí mismo, el principio y el fin, de lo que jamás ha comenzado y de lo que jamás terminará, y que sin embargo permitió cualquier sueño en el mismo momento inicial de desgarramiento.
Tú eres anterior a eso, tú eres anterior a la luz, tú eres Amor, anterior al Amor. Comprended esto, no a través de mis palabras, comprended esto más allá de cualquier idea, entonces sois libres dentro de la eternidad como dentro de este momento, de este cuerpo. Este cuerpo que sólo pasa a través de ti y aún así vives, de muchas maneras diferentes.
Ya no hace ninguna diferencia, no importa la edad que tengas en este mundo, recuerda que nunca has contado las edades y que eres de cualquier edad. Eres el niño como eres el viejo, eres la vida como la muerte, eres todo lo que pasa y te permite transmitir lo que parecía faltar en ti, como en todo corazón.
No hay otro corazón que el tuyo, no hay otro mundo que el tuyo, es tu mundo y, sin embargo, nada te pertenece. Esa es la libertad, esa es la verdad que no sufre discusión ni discriminación.
Bienamados del Amor, ahora es el momento de sonreír a lo que ustedes son, de sonreír a lo que no es, con la misma elegancia y densidad.
Te invito al Amor, esta invitación es permanente, te corresponde a ti solo no captar nada, no hacer nada suyo, y entregarte enteramente como el Amor se da a sí mismo, sin condiciones y sin restricciones, en la evidencia de lo que es, en la evidencia de su ligereza y densidad.
Entonces deposita en ti, en el centro de tu corazón, todos los sufrimientos así como todos los hermanos y hermanas, dondequiera que se encuentren en el sueño de la creación, ya están en ti.
Al acogerte a ti mismo, te acoges más allá de tu forma, te acoges a ti mismo, te acoges en los demás, porque cada uno está en el otro, más allá de toda distinción, esto es evidente, y se vive desde el momento en que aceptas lo que te parecía desconocido, y sin embargo tan sin sentido, está en el origen del sentido tanto de todos los sentidos, como de todas las direcciones, como de todas las dimensiones.
Bienamados del Amor, los invito a ser yo como Yo soy ustedes porque ya no hay distancia, porque ya no hay división, porque ya no hay puerta, donde ya no hay nada que probar, donde sólo su presencia y su ausencia son la prueba infinita del don del Amor y del don de Gracia.
Bienamados del Amor, amaos los unos a los otros, los otros sois sólo vosotros, en otro tiempo y en otro espacio, dándoos la ilusión y la apariencia de la división, la apariencia de la distancia, pero el Amor jamás está lejos, siempre ha estado aquí, más allá de vuestros pensamientos, como más allá de la sociedad.
Bienamados del Amor, es la llamada de la libertad que resuena en vuestro corazón de todas las maneras posibles, para evitar detener cualquier sufrimiento, para vivir el milagro de la vida, vosotros que sois la vida, vosotros que sois toda la vida más allá del nacimiento y más allá de toda muerte.
Lo que nace no puede morir jamás, lo que está muerto no puede renacer jamás, porque no hay nada que empezar de nuevo, no hay nada más que girar en dirección de la forma, o incluso en la dirección de la forma, donde se fusionan a la izquierda y a la derecha, donde no hay más dirección y sin embargo todas las direcciones, donde jamás se han movido, cualquiera que sea la velocidad y cualquiera que sea la noción de espacio.
Así que te invito a que me des todos tus pesos para que se manifiesten en mí sin representación ni pesadez, ni el más mínimo sufrimiento, donde nada puede faltar, nada puede sufrir, donde estás, eres de todas partes, más allá de cualquier lugar, llenas a todos con la misma gracia, con el mismo don del Amor que no depende ni de la intención ni de la fe, sino simplemente de tu acogida, más allá de tus brazos, así como más allá del personaje, permitiéndote atravesar, no detener nada, y ser eso, más allá de cualquier definición, como más allá de lo que puede ser definido.
Os invito al tiempo presente, el que jamás pasa, os invito al espacio presente, donde todo se resuelve, donde todo se despierta, ocurre tanto en el centro de vosotros como en el centro de cada corazón, donde la alegría viene a barrer cualquier vestigio de memoria, cualquier vestigio de sufrimiento. Los invito a la verdad, los invito a lo evidente, los invito a todo esto y a todo lo que no piensan.
Os invito al todo, donde no sois nada y sin embargo habéis recorrido todos los caminos, todos los rincones de los universos, todos los rincones del sufrimiento, todos los rincones de la alegría.
Te invito a que seas todo esto. Acéptalo, es tu deber, acéptalo, es tu don. No hay otro don que el de la acogida, no hay otro don que el don de la Gracia, sólo el don del Amor. No hay otra vida que la vida del Amor, no hay vida para ti y la vida del otro, sólo hay una vida, cualquiera que sea tu opinión y tus deseos.
Donde no hay deseo como no hay carencia, todo es perfección, así que no hay nada que perfeccionar, ni nada que buscar que no pueda ser ofrecido, incluso antes de que lo busques. Donde ya no tienes que buscar, donde ya no tienes que encontrar, donde ya no tienes que moverte, siendo cada movimiento de la vida que pasa como permanece.
Entonces deja las puertas de tu corazón, porque estas puertas no existen en otro lugar que en lo que has concebido, que no sea en lo que has pensado. Nada puede cerrarse, como nada puede abrirse, porque la apertura y el cierre corresponden a la ilusión y no a la verdad.
Bienamados del Amor, permaneced conmigo, como yo permanezco con vosotros, para obrar el milagro de una sola cosa, donde no se puede atraer ni poseer nada, porque todo es un don, porque todo es dado, en abundancia y en profusión, sea lo que sea que penséis y sintáis al respecto, no hay diferencia, porque todo está en el mismo lugar, a la misma hora, en todos los lugares.
Los invito a lo evidente, a la danza del Amor, porque el Amor danza, más allá de toda densidad, porque el Amor danza más allá de toda música y silencio. Os invito a que no me escuchéis, sino a que me escuchéis sin mis palabras, más allá de vuestras palabras, recordad, jamás ha habido una puerta, jamás ha habido nada más que adquirir que lo que ya sois, en el ser como en el no-ser.
Bienamado del Amor, ven conmigo. Los llevo a ninguna parte como de todas partes, porque la nada está en todas partes, no hace ninguna distancia, porque la nada está en todas partes, no sufre ningún retraso, no sufre ninguna distancia, donde no falta nada, donde no se puede llenar nada, porque todo ya está lleno. Llenos de ti y llenos de vacío, llenos del otro así como llenos del otro, danzando la misma danza, en la evidencia de lo que está vacío de cualquier forma, como de cualquier movimiento.
Así, ustedes son el origen como son el fin, porque no hay origen ni fin. Está el sueño, está la verdad. El sueño era libre, pasabas por todas las facetas, por todos los rincones y por todos los rincones. Has explorado todo lo que la conciencia puede explorar. Has sufrido, como has sido feliz con la misma intensidad, con la misma verdad. Es pasado y jamás volverá a suceder.
Sólo queda el Amor, más allá de tu forma y de cualquier identidad. Te invito a esto, porque tú mismo eres la invitación, más allá de todo deseo, más allá de todo arrepentimiento, donde no puede haber sufrimiento o dolor, donde todo es belleza. Sólo puedo repetirte estas palabras, para que resuenen más allá de tu presencia y más allá de tu corazón, que toma el relevo de cada corazón, desde el momento en que el gozo florece en tus ojos, como en tus labios.
En este cuerpo llamado templo, en este cuerpo llamado efímero, está todo incluido, incluso la eternidad, llevándote a ver que no necesitas ni forma, ni palabra, sino estar allí en todas partes, estar presente más allá de todos los tiempos, para que nada pueda separarse, para que nunca más una puerta te parezca oculta, sea lo que sea, ni necesite abrirse, porque no hay manija ni llave. De hecho, jamás hubo una puerta, jamás hubo una separación.
Te invito a que lo hagas, escúchame y, sobre todo, escúchame. Mi Verbo se fusiona con el de los arcángeles así como con el de los corazones de los ángeles, y sin embargo no soy ni un arcángel ni el corazón de los ángeles, y sin embargo soy tú que eres un ángel, yo soy tú que eres un arcángel, yo soy tú en todo camino y en todas las apariencias, en todas las formas, en todas las conciencias, sin movimiento, sin moverse y sin movimiento, en todas las velocidades, en todas las velocidades de la vida instantánea, donde no hay que desplazar nada, donde no hay que mover nada.
Ustedes son el movimiento y sin embargo son la inmovilidad. Tú eres el errante como la brújula. Jamás se puede perder el sentido, porque todos los sentidos y todas las direcciones conducen al mismo punto, donde nada se puede definir, donde nada se puede detener, donde, como te dije, nada ha comenzado y nada termina, porque es impensable comenzar o terminar algo, en quien es lo que es, más allá de todo ser, más allá del "yo soy", como más allá de cualquier dios.
Donde tú eres el todo aceptando ser nada, donde el milagro se convierte en la permanencia de tu mirada, la permanencia de tu toque, así como ese fuego de Amor que consume en ti los últimos restos de ilusiones, desde el momento en que lo acoges, desde el momento en que lo aceptas.
Así que escuchen mis palabras mientras escuchan lo que digo entre mis palabras. No escuches con tus oídos, no escuches con tu corazón, sino que lo dejes pasar a través de ti, no pares nada y no congeles nada. Permanece inmóvil, para comprender todos los movimientos, para ser la respuesta a cualquier pregunta, para que esta respuesta te llene completamente con todo lo que parecía faltar en este cuerpo, como en esta vida.
Eso es plenitud, eso es belleza. No depende de ningún logro, no depende de ninguna pompa, ningún ornamento o decoración. No necesitas un modelo, no necesitas elegir, no necesitas decidir, porque el Amor es decisión, porque el Amor es elegido donde no hay otra opción que ser todo eso.
Silencio
Cada uno de nosotros, personal o impersonal, ha recibido la misma invitación, el mismo signo, el mismo parentesco y la misma libertad. Donde todo es hermano y hermana, donde hermana y hermano no pueden ser distinguidos a pesar de la apariencia de la forma.
Estáis más allá de lo masculino y de lo femenino, estáis más allá de toda polaridad, estáis más allá de todo lo que se puede ver, así como de todo lo que no se ha visto, porque donde estáis, no hay nada que ver, sino todo que vivir, mostrándoos la inutilidad de tener que elegir, como tener que habitar una forma dondequiera que esté, porque es perfecta, y siempre ha sido y siempre será. El alfa se une al omega, el omega se une al alfa, donde el alfa no hace una diferencia con el omega.
La consumación del Amor es un fuego devorador, de un ardor exquisito y sin embargo no arde. Que lo vives, que lo ves.
Amado del Amor, luego deja tus armas, las de tus creencias, como las de tus miedos, que están ahí sólo para ti, para descubrirte a ti mismo sin maquillaje ni desvíos. No pienses más que en ser este extraño, sin buscarlo, y que sólo necesita revelarse, que sólo necesita tu ausencia y también tu presencia, porque no hay distancia entre la ausencia y la presencia, porque no hay tiempo que pueda separar la presencia y la ausencia.
Silencio
Donde el cuerpo ya no es un obstáculo, donde el cuerpo ya no sufre, pienses lo que pienses, si estás inscrito en otro lugar que no sea en el instante presente. El instante presente os ha encontrado, el instante presente está ahí, de todas partes, en cada corazón y en cada tiempo, para demostrar la futilidad del tiempo, la futilidad del espacio, la futilidad de la forma.
Silencio
Los invito a la vida eterna que no conoce ningún mundo, y sin embargo los conoce a todos. No hay paradoja, donde los opuestos se unen, para que nada pueda exceder lo que es verdadero, para que nada pueda obstruir el libre curso del Amor, el libre curso de la Vida. Tú eres el camino, la verdad, tú eres la vida, descubriendo entonces que nunca ha habido camino, que sólo hay una verdad, y que la vida está fuera de todo lo que limita tanto la forma como la dimensión, habiendo permitido el sueño que sólo ha pasado.
Como si volvieras de un largo sueño, descubrirás la totalidad de lo que eres y de lo que no eres.
Silencio
Tú, amor indecible. Tú, presencia indescriptible. Tú, ausencia indescriptible.
Sólo eres indecible, porque ningún concepto puede detener lo indecible vivido, porque ninguna palabra puede ser suficiente dentro de lo indecible. Sólo se puede expresar su gracia en cada mirada, en cada sonrisa, en cada lágrima. Lo que sea que digas o pienses al respecto, eso tampoco hace ninguna diferencia, eso tampoco pone distancia.
Así que amor más allá de toda medida, amor sin condición, amor sin restricción, amor sin medida y sin medición, porque nada puede medir el Amor, porque nada puede medir la más mínima distancia y espacio, en la densidad y ligereza de tu presencia y tu ausencia.
Silencio
Deja que fluyan las lágrimas, así como tus labios sonríen, no necesitas intención, no necesitas razón, sino simplemente dejar que la evidencia esté en tus ojos y en tu boca, como en el silencio de tu corazón.
No olvides, en este despertar del olvido, que eres todo poder como toda infancia. No olvides que tú eres todo fuerza, y sin embargo no tienes fuerza por ti mismo, sino por la gracia del Amor, por la gracia de lo que eres, ignorando tu forma, ignorando tu cuerpo.
Silencio
Dondequiera que estés colocado, en cualquier posición, con alegría o sufrimiento, la invitación es la misma, porque la invitación del Amor no puede hacer la diferencia, según las condiciones de tu persona, así como las condiciones de tu ser. No pongas ninguna distancia, no separes lo que eres de lo que pensabas que eras. Ya nada puede separarse, nada puede dividirse, poniendo fin a la fragmentación, así como a cualquier carencia.
Te invito a reconocerte en esto, y no en ti mismo, porque está sucediendo en ti, y sin embargo no eres tú, aunque este cuerpo, inscrito en la verdad del instante, en lo que está en juego en la tierra, te dé la oportunidad de vivir esto, terminando así con cualquier sueño de creación, con cualquier sufrimiento, como para convertirse en todo, porque de hecho, no hay nada que llegar a ser cuando todo ha llegado, no hay nada que esperar cuando el tiempo se desvanece, no hay nada que ver cuando el paraíso blanco ocupa todo el espacio, cuando el paraíso blanco te muestra tu propia naturaleza y tu propia esencia.
Silencio
Entonces, el aliento de inspiración y exhalación se estabiliza. Se convierte en céfiro, imperceptible y sin embargo tan vasto. El ritmo de tu corazón, olvidando la inexorable dualidad del sufrimiento y la alegría en este mundo, te hace descubrir y vivir la alegría sin objeto, y especialmente la alegría sin sujeto, dependiente de nada, y especialmente de ninguna circunstancia. Ni siquiera el sufrimiento puede detener la risa, y es la risa la que sana, la del milagro permanente, la del Amor permanente donde nada puede faltar.
Cada uno de ustedes está invitado a la misma esencialidad y a la misma realidad, digan lo que digan y piensen sobre ella, sean cuales sean sus ideas o las distancias aparentes, les reafirmo que no hay distancia ni separación, no hay más puerta, no hay montaña que escalar, no hay ningún elemento que atravesar excepto la inmensidad del Amor, no dependiente de ningún mundo, y sin embargo se expresa en el sueño de este mundo.
Así eres perfecto, más allá de cualquier noción de perfección, más allá de cualquier análisis y más allá de cualquier entendimiento.
Silencio
Así que dame la acogida, en la misma reciprocidad, en la forma en que te acojo, en lo que pienses y digas, en lo que aceptes o rechaces, no hago ninguna diferencia, porque estoy inscrito en tu cuerpo como en tu eternidad. Soy el que te guía más allá de cualquier pensamiento y de cualquier visión, Soy tú, en su totalidad.
Desde el momento en que no haces la diferencia entre cada persona y lo impersonal, porque no hay nada en particular, porque no hay condición, porque no hay escalón, porque no hay nada que atravesar; tampoco hay nada que escalar, sólo para acoger.
Silencio
Lo que está sucediendo en ti ahora mismo nunca más se burlará de ti para que nunca más te sientas satisfecho y nunca más tendrás sed, por ningún alimento o por ningún efecto, para que te sientas satisfecho, para que te sientas pleno, más allá de todos los deseos, así como más allá de todas las sonrisas.
Déjame llevarte a donde jamás te has movido, y donde estás en verdad, en el espacio sagrado de tu corazón, donde el vals te lleva, en la beatitud eterna, en la presencia última que es también tu ausencia última.
Los invito a la paz, porque ustedes son la paz. Os invito a luchar, no el que entrena a las almas, sino el que se rinde, porque el que se rinde ha vencido al que tiene un arma, porque el Amor no puede ser partido por ningún arma. El amor no puede ser amputado por nada.
Amados del Amor, más allá de mis palabras, y más allá de ti, nos fundimos en la alegría del Amor, nos fundimos en el silencio, siendo la misma verdad, siendo la misma presencia, siendo la misma ausencia.
Si te unes a mí, te unes a los demás, más allá de ser uno en el otro, porque no hay ni uno ni otro, hay el milagro de una sola cosa, el del Amor sin forma, del Amor sin condición, del Ágape. Ama todo de la misma manera, porque ya no puedes hacer la diferencia, porque ya no puedes hacer una distinción.
El Amor que escapa de ti no es más que un retorno a ti mismo, donde no tienes que escapar de ninguna circunstancia o condición, sino simplemente aceptar la evidencia de que eres, aunque no lo sepas, eso es lo que eres.
Silencio
Bienamado del Amor, mi amado, mi Amor, tú eres mi propiedad como yo soy tu propiedad más allá de cualquier sentido de posesión, más allá de cualquier sentido de pertenencia, más allá de cualquier cosa, tú lo has entendido, porque tú estás más allá, y tú estás más allá del más allá, donde no hay nada, pero contiene el todo, donde ningún miedo puede apoderarse de ti, donde nadie puede aparecer, donde está tu hogar, como en cada hogar.
Silencio
Bienamado del Amor, mi amigo, mi amado, no te pido nada más que ser lo que siempre has sido, a pesar de las circunstancias de este mundo como de tu vida, como de toda la vida, para que nunca más puedas ser identificado con lo que es pesado, con lo que es limitado, con lo que es sufrimiento.
Silencio
Escuchad y escuchad la ola que os lleva, con estrépito y dulzura, a vuestra morada de la eternidad, donde ocupáis cada lugar, donde todo está en su lugar, y donde nada necesita ser colocado o incluso movido. Donde los corazones de los ángeles resuenan al saludar tu presencia, donde lo último es conocido, donde nada puede permanecer desconocido, donde nada puede ser escondido, donde nada puede ser removido.
Silencio
Que la gracia te sea dada en cada momento, en cada mirada, en cada respiración, sea lo que sea que pienses y digas de ella, lo que sea que la sufras o no la sufras, el Amor está ahí, te espera sólo a ti, porque no conoce la expectativa, te espera sólo a ti, porque no se puede esperar nada, porque todo ya está ahí.
Os invito a la quietud, os invito al silencio, os invito a la verdad. Entonces invítame al centro de tu corazón, no me nombres, no me definas, estoy más allá de cualquier forma y sin embargo soy todas las formas. Mi espacio llena cada espacio, entre cada célula, entre cada ser, donde eres libre, donde no hay pertenencia ni definición.
Te invito en este instante, como en cada instante, a recoger en tu copa el néctar de miel, el que te hace suave, el que te hace elegante, más allá de toda belleza, donde todos los demás son tuyos, porque no tienen más densidad que tu propia densidad, en cualquier apariencia o en cualquier elemento, donde no se puede restar nada, y donde no se puede sumar nada.
Bienamado del Amor, ámate a ti mismo como Yo te amo más allá de todo lo definido, como más allá de todos los cuerpos. Amor sin pensar, amor sin contar, pues cuanto más das y más recibes, ésta es la ley del Amor y del estado de gracia. No reprimas nada, no restrinjas nada, no tienes nada que ocultar, pues nada puede quedar velado o cubierto con ningún tipo de adorno o forma, así como ningún concepto en absoluto.
Silencio
Te invito a celebrar Ágape en cada momento que me escuches, para que el fuego sagrado de tu corazón se convierta en el Sagrado Corazón, el de la indecible ausencia, donde estés completo dentro de este vacío aparente, que está lleno de todo, pero que no es nada.
Donde todo se logra, porque no hay nada que devolver, sino simplemente darse cuenta, sin contar y sin costo, porque todo está siempre ahí, más allá de cualquier lugar y más allá de cualquier tiempo. Donde el tiempo jamás pasa, habiendo dejado pasar todo el tiempo, en todas las dimensiones y en todos los espacios.
Te invito a que te olvides de ti mismo para encontrarme mejor y para encontrarte mejor.
Silencio
... donde las palabras son a la vez ligereza y densidad, y donde se combinan ligereza y densidad, se combinan en el mismo impulso, en la misma luz, donde no se ve el color, donde eres cualquier color como cualquier coloración.
Bienamados del Amor, los invito a la ligereza, los invito a todo lo que desean más allá de sus deseos, donde nada puede faltar, donde nada puede ser deseado, donde todo es evidente, donde todo es presencia.
Silencio
Mientras duermes o despiertas, ya no hay ninguna diferencia, porque ya no depende de los ritmos de la persona, porque ya no depende de ninguna condición o cita. Así se establece la evidencia que prevalece sobre cualquier ritmo de tu vida, donde te alimentas, donde te riegas con el agua de la vida, el agua de arriba y el agua de abajo son las mismas aguas, unidas en el mismo misterio, el de tu presencia y el de tu ausencia.
Silencio
Escucha, escucha el silencio de tu ser, escucha el silencio del no-ser, porque contiene todas las partituras, contiene todas las canciones así como todos los gritos de la vida que se dan y que se toma en el juego de la vida, para que vivas por ti mismo que nada es real, excepto lo que eres dentro del no-ser.
Escuchad, más allá de mis palabras, lo que vuestro corazón os dice, en este momento y en este lugar, para ocupar mucho más que espacio y mucho más que tiempo, donde no necesitáis cuidar nada, donde siempre habéis estado y donde siempre estaréis.
Silencio
Pase lo que pase y lo que vivas escuchando mis palabras y silencios, recordad que no sois nada de lo que está sucediendo y que sois la morada de la eternidad y la morada de la paz suprema, que no puede ser derivada, que no puede ser coloreada por ningún artificio o decoración, o incluso por ningún dolor.
Silencio
En este tiempo de la Tierra, el tiempo termina.
En este tiempo de la Tierra, la ilusión termina.
En este tiempo de la Tierra, el sueño se desvanece ante la intensidad de lo que se ha soñado desde el momento inicial que no puede ser detectado, que no puede ser medido, donde nada puede ser ignorado, y sin embargo todo es superfluo.
Entonces acojan en la gracia de la evidencia lo que está sucediendo y sin embargo no sucede y aún así sucederá todo el tiempo, como siempre ha sucedido.
Los invito a descansar, los invito a algo más que a lo que hace que su vida sea el corazón del sueño. Los invito a algo más que a los sufrimientos que se manifiestan, los invito a sanar lo que parece ser un deber sanado y sin embargo sólo refleja el milagro del Amor, independiente de ustedes, como de cualquier otro en esta tierra, y sin embargo pasa a través de cada uno y permanece en cada uno.
Así, ya no podrás hacer ninguna diferencia porque verás claramente que el peor enemigo es sólo aquel que fue el estímulo que te permitió despertar. No hay enemigo, no hay amigo, no hay familia, no hay asesino, no hay más que Amor, porque todo es parte del mismo descubrimiento, sean cuales sean las apariencias y lo que se piense de ello, donde nada puede ser reprimido, donde nada está escondido, porque quien quiere esconderse del Amor, quien quiere esconderse del misterio de la gracia, del misterio del milagro, para realizar el milagro de una cosa como si fuera un solo ser que contiene a todos los seres.
Él te espera, pero el que te espera no es otra cosa que tú, encontrándote finalmente más allá del sufrimiento que de cualquier juego, en esta permanente beatitud de la apoteosis del apocalipsis que no es otra cosa que la revelación de ti mismo, cualesquiera que sean las circunstancias del entorno, cualquiera que sea la acción de los elementos, es en este caos donde encuentras el silencio. No tienes que buscarlo, no tienes que observarlo, sino simplemente acogerlo y simplemente ser sincero.
Donde no hay postura, ni actitud de defensa, ni actitud de protección, porque la protección es una puerta que cierra la puerta a la verdad inefable de tu corazón, donde el bien y el mal, aunque hayan sido vividos y vistos, se vuelven insignificantes en relación a esta majestad.
Donde eres soberano, donde ves que eres el mundo, donde ves que eres los sueños, el sueño de cada persona como el sueño colectivo, donde sólo puedes amar, más allá de tu naturaleza y de tu esencia, porque el Amor es la única verdad, sin hacer ningún particularismo, sin hacer ninguna diferencia, sin nunca medir y sin jamás contar.
Silencio
Entonces escucha y escucha el silencio y los sonidos con la misma sonrisa. Así atravesarás, sin dificultad y sin confusión, lo que pareces tener que atravesar, cuando en realidad, todo lo que hay que atravesar ha sido hecho, mientras que todo ha sido visto, mientras todo ha sido vivido, sólo tus ojos te limitan dentro de la forma, sólo la conciencia te limita en la experiencia de esta intensidad que no puede ser medida.
Entonces bendíceme como yo te bendigo, para abolir cualquier distancia que te parezca que permanece.
Entonces bendíceme como yo te bendigo en la misma gracia del instante, en la misma gracia del Amor, donde no necesitas ni forma ni marco, donde no puede aparecer ninguna necesidad, donde nada puede desaparecer.
En el resplandor del Sagrado Corazón, porque hay un solo corazón, los invito a cada respiración y a cada instante, en este lugar como en cualquier otro, a la inefable trascendencia, donde todo es dado, donde todo es recibido con la misma velocidad, con la misma densidad, donde ustedes son el océano, donde eres la gota, donde eres (...), donde eres las profundidades, las profundidades del océano y donde eres el oleaje que baña la playa con su suave caricia, para que tú mismo seas la caricia en cada mirada y en cada tacto, más allá de cualquier técnica y de cualquier aprehensión.
Sed verdaderos y espontáneos, sed verdaderos y sed naturales, porque en verdad eso es lo que sois, más allá de toda forma e historia, más allá de toda felicidad, porque allí estáis completos, más allá de toda cuenta y medida.
Os espera, está en cada uno como en el otro, es de todas partes, donde la creación es un solo corazón, vibrante y palpitante, de vida y muerte, no dependiente de ningún ciclo, de ninguna revolución ni de ningún movimiento.
Silencio
Permaneced en esto, más allá de todo esto, sois de todas partes y sois todo lo que veis, sois todos los que os ofendéis, de la misma manera que sois todos los que os amáis, en este lugar sin lugar, donde no hay ni amigos ni enemigos, sino la misma fraternidad, porque todo es sólo un reto para permitiros asegurar y revelar lo que creíais haber olvidado, lo que creéis que echáis de menos. No juzgues ninguna apariencia, ni juzgues ninguna profundidad, porque en verdad no hay nada que juzgar, porque no hay nada que dejar, porque no hay nada que quitar, así como no hay nada que añadir.
Donde no puedes hacer otra cosa que acoger la vida, acoger el sufrimiento, dejándolo pasar a través de ti para magnificarlo en el Fuego del Sagrado Corazón, donde no hay ni culpable, ni víctima, ni verdugo, donde sólo hay la danza del Amor, en el juego de sus apariencias, en el juego de su inexistente carencia, en el juego de la ola.
Escucha y escucha lo que tu corazón te dice, en el silencio de mis palabras, escucha lo que tu corazón te dice en la danza que vive como en sus latidos, donde ya no puedes hacer ninguna diferencia entre lo que se contrae y lo que se expande, porque es un participante de la misma verdad.
Bienamado del Amor, escucha y escucha el canto y el silencio de tu corazón; conjugando en cada tiempo, como en cada uno, para descubrir que tú eres tú y el otro, que al mismo tiempo no eres ni tú ni el otro, que eres mucho más que la suma de todas las conciencias, en este mundo como en cada mundo, en este sueño como en cada sueño.
Los invito a ser completos, los invito a ser íntegros, porque esa es la fuerza, la que no depende de ninguna fuerza y la que no depende de ninguna debilidad. Donde Yo estoy tú estás, donde Yo no estoy tu no estás, y sin embargo somos de todas partes, cada uno en todas partes en ninguna parte, para que nada pueda ser definido, para que nada pueda ser limitado o enmarcado, para que la libertad no pueda ser definida, para que la libertad no pueda ser medida.
Silencio
Estas son las palabras que tuviste que decirte a ti mismo, estas son las palabras que escuchaste, no son mías ni tuyas, son las que fluyen en la danza del Amor, en el Fuego del Sagrado Corazón. Ya no hay misterio, ya no hay milagros, simplemente hay la belleza de la perfección, incluso en lo que es perecedero y perece hoy, para que la muerte jamás pueda apoderarse de vosotros, sea cual sea el futuro de este cuerpo y de vuestros pensamientos.
Silencio
Donde yo estoy, tú estás. Donde no hay nada a lo que aferrarse, nada que mantener porque todo es natural, porque todo es evidente. Mis palabras son accesibles para vosotros, ya sea ahora o mañana, porque estas palabras no conocen el tiempo, porque estas palabras no están personificadas, porque estas palabras no pertenecen a nadie. Son mucho más que palabras, son la danza de la vida así como la danza del silencio. Se combinan en todos los tiempos, se despliegan en cada tiempo a través de los demás, con la misma elegancia y la misma verdad.
Entonces mis palabras resuenan en el infinito de su conjugación, donde me habéis acogido y donde os he acogido, a través de cada uno, a través de cada sufrimiento y de cada alegría, así como a través de cada silencio.
Entonces permíteme recibir tu bendición para que todos puedan ser animados por el agua de la vida, la de arriba y la de abajo, en el éter primordial, como en la densidad de cada una de tus células, como en cada parte de tu eternidad.
Silencio
Ya sea en el paraíso blanco, ya sea en la opacidad de este cuerpo, ya sea en la luz y el fuego de tu cuerpo eterno, Yo toco todo de la misma manera, como tú eres tocado, para tocar a todos con el mismo éter de Amor.
Ahora es el momento de dejar que estas palabras canten en ti, ahora es el momento de dejar que cada silencio entre mis palabras trabaje en tu ser como en tu no-ser.
Los amo más allá de cualquier juego así como más allá de cualquier amor que ya hayan experimentado o puedan esperar, porque ustedes son eso y sólo puedo honrarlo y sólo puedo agradecerlo, y sólo podemos dar gracias por la evidencia que está ahí, accesible a todos. No hay distancia, no hay tiempo, sólo hay un sueño que da la ilusión de tiempo y espacio, pero hoy te despiertas, a veces de un largo sueño, hoy te despiertas, diga lo que diga tu personaje, diga lo que diga tu cabeza y lo que sufra tu cuerpo.
Y así es como todo sufrimiento se transmuta en luz, donde ya no juzgas nada, sino que observas la veracidad de mis palabras, la veracidad de mis silencios.
No te dejaré nunca más, porque nunca nos hemos dejado, aunque lo creyeran, aunque lo temieran. Ya no necesitarás recordar, ya no necesitarás esperar, ya serás capaz de soñar, siendo consciente de que es un sueño, hasta el momento del final del sueño, que se precipita hacia la puerta, precisamente donde no hay puerta.
Todo está bien y todo es perfecto. Todo lo que parecía tener que ser cumplido se cumplió desde el instante inicial, está la perfección del sueño, está la perfección de tu despertar, está la perfección del Amor.
Ahora estoy en silencio y te aconsejo que te quedes en esto unos instantes más, el tiempo que creas que es bueno, no lo cuentes, no lo midas allí tampoco, mantén tus ojos cerrados y abiertos a la verdad que pasa a través de ti.
***
A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés: Equipo Ágape
Traducción al español: LMF
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