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Bienamados Abbas, Abba presente en el corazón de cada uno, en la alegría de la ausencia y de la presencia, y en el espacio entre cada uno, aquí llega el tiempo de la Verdad, el tiempo que no concierne a ninguna conciencia y a ningún mundo, que cada uno encuentra en su presente y en su instante presente.
Vengo por mi presencia y por mis palabras, y con el Verbo, para traer a tu conocimiento el sentido de lo que se vive, a partir de ahora en cada corazón, donde el corazón a corazón ya no necesita justificación o intención. Ha llegado el momento de borrar lo que se creía, incluso hoy, sobre el contenido y la realidad de la conciencia.
En cada Abba se despliega esta escena última que naturalmente te posiciona por la gracia de la Inteligencia de la Luz y por la gracia de tu humildad en el Amor indecible, en el Último. Donde ninguna duda o deseo pueda emanar a través de esta forma, llevándote y conduciéndote, sea cual sea tu vivencia, al umbral del tiempo cero, donde es necesario comprender y aceptar que no hay nada que emprender o justificar, tanto en relación con la historia como con todos los mundos, en la verdad del instante, en la verdad del presente.
En cada uno de ellos se vive la misma alquimia, que te lleva a ver por ti mismo la inutilidad y la fatuidad de la conciencia, pase lo que pase en la pantalla de tu personaje, como en la pantalla de este mundo. En cualquier caso que ocurra dentro o fuera, es apropiado que ustedes acepten, es apropiado que estén allí, en el corazón del corazón, en el espacio entre sí, pero también entre ustedes con la misma intensidad e igualdad, para que la alegría desnuda pueda encenderse en cada uno en la consumación del Amor, y en el silencio de la conciencia misma.
La interacción de las circunstancias de vuestras vidas en la superficie de este mundo no debe conducir a ninguna justificación o cuestionamiento, sino simplemente a este silencio, en el que se vive la alquimia de la resurrección y la aceptación, restituyéndolos final y definitivamente a sí mismos, más allá de todo nacimiento y muerte, de modo que puedan regocijarse en este gozo silencioso e interior, despertándolos de lo que siempre ha estado presente, de que los velos del olvido y del ocultamiento, y de que los velos de la encarnación se habían endurecido y espesado progresivamente.
Todo esto es visto por cada uno, ya sea con el sufrimiento, ya sea en la fluidez, el resultado es siempre el mismo, permitiéndoles encontrarse a sí mismos tan pronto como la humildad de la aceptación y la acogida realiza en ustedes la presencia inefable y de la ausencia inefable, con el fin de dejar de depender precisamente de lo que todavía puede hacer que muchos aún puedan aliviarse y sufrir, lo cual es sencillamente un mecanismo habitual de la consciencia, y esto es lo que se puede hacer, en cualquier mundo y en todo el Universo que sea.
Ha llegado el momento de la boda final, la de la celebración perpetua de vuestra verdad absoluta, sin sufrir discusiones, preguntas o justificaciones. Y es en el silencio del espacio, presente entre cada corazón, abarcando todos los tiempos de la ilusión y todos los espacios del sueño de la creación, que termina, encontrándose idénticos, quienes jamás se han movido, que simplemente han atravesado todos los sueños en todos los mundos hasta este punto, donde el alfa y el omega ya no pueden distinguirse o separarse. Este es el Camino, la Verdad y la Vida del que se despierta y se encuentra a sí mismo, cualesquiera que sean los horrores de este cuerpo, cualesquiera que sean tus hábitos y lo que tu cabeza pueda decir al respecto.
Cada instante y cada momento se convierte ahora en una invitación a la vida real, que no depende de ninguna forma, tiempo o espacio, donde todo es perfecto, donde todo es completo, donde desde tu punto de vista todavía no se le llama nada, y donde contiene el todo, donde nada es necesario más que instalarse en esta alegría suprema de la resurrección.
La Inteligencia de la Luz, que es la manifestación de su presencia dentro de este cuerpo, permite a todos, sin ninguna diferencia y sin distinción, revelar en sí mismo lo inefable que es, más allá de la forma y aún más allá de cualquier sufrimiento.
Están invitados a deponer las armas de toda lucha, toda dualidad, toda creencia y todo hábito, para estar completamente disponibles a la evidencia de quienes son.
Existe Ágape, existe Alegría que no depende de ninguna historia, de ninguna circunstancia, ni de ningún futuro, porque ha llegado, y está presente en el corazón del corazón de todos, sea lo que sea que tu cuerpo te diga, sea lo que sea lo que tu cabeza te diga, sea lo que sea lo que te digan los demás, en algunas circunstancias de relaciones o reencuentros.
Es, por tanto, una celebración permanente de la buena nueva, el tiempo de la alegría eterna, sin objeto ni sujeto, se apodera del corazón de cada uno, sea cual sea su vida, sea cual sea su cuerpo y sean sus hábitos.
Estás invitado en este instante de tu presencia, en este instante de tu escucha a simplemente acoger, más allá de mis palabras, lo que hay ahora, y que sólo puedes reconocer en una luz indescriptible, y en una ausencia indescriptible, poniendo fin de manera natural y cada vez más espontánea a las últimas reticencias y a las últimas resistencias.
Y en este instante, en la posición de acogida, en la posición de silencio, termina tu resurrección. La hora de tu despertar, que tú mismo has caminado, que tú mismo has imaginado y que tú mismo has creado, se resuelve con la misma intensidad en cada presencia y en cada forma de este mundo, como en cada mundo.
Esta celebración es la celebración definitiva que difunde la buena nueva a los cuatro Orientes y en todas las dimensiones. No tienes nada más que hacer que dejarte atrapar por la gracia de la Evidencia, y por la evidencia de la Alegría, poniendo fin a los últimos temores, hábitos y condicionamientos.
Y la alegría de la gracia sola, sin tu participación, te permite abrir los ojos a la verdad previa, absoluta y total de quién has sido siempre, sin importar todos los sueños y mundos que has recorrido.
Escuchen y oigan el propósito del Juramento y Promesa que se cumple en todos, de innumerables maneras, de innumerables formas, y que los conduce, espontáneamente, a vivir el pasaje.
No es una muerte, es tu despertar, la parte más profunda del sueño de la creación, donde todo es perdonado, donde todo es gracia, porque sólo fue un sueño, porque sólo fue una pesadilla, porque sólo fueron alegrías pasajeras, mientras que la alegría, auténtica y desnuda, ¡jamás pasará!
Fue dentro de las profundidades más profundas de la forma y densidad de este mundo que estaba encerrado, que ustedes decidieron, mucho antes de que tomaran forma, mucho antes de que se dieran cuenta, despertar. Más allá de todo juicio y apariencia, más allá de todo hecho, sólo hay evidencia de este despertar, esta gracia y esta alegría.
Sólo hay que aceptar, estar presente en el silencio del observador, para demostrarse a sí mismo que sólo se estaba soñando, que sólo se estaba jugando, que sólo se estaba sufriendo, porque se había decidido por uno mismo.
Así es como cada Abba difunde la buena nueva, sin querer nada y sin pedir nada.
Entonces, entre cada corazón, en el espacio de la escucha y de la acogida, se revela lo indecible, más allá de cualquier forma, así como de cualquier pensamiento. Nadie querrá oponerse a ello, sea cual fuere la reticencia final dentro de su personaje y dentro de las condiciones del sueño actual, que ustedes mismos han decidido más allá de cualquier memoria o reminiscencia posible.
En este mismo momento, de todas las maneras posibles, y en cada acto y hecho de sus vidas en este mundo, esta misma alquimia última se está develando, desde su despertar a la Verdad, de la cual ustedes están más allá de ser como más allá del no-ser. Nadie puede perderse, nadie puede perdérselo, nadie puede olvidarse de recordar lo que siempre ha sido, es y será, terminar con los deseos, terminar con la culpa, terminar con la justificación, así como la necesidad de cualquier demostración.
Así, cada Abba en formación es portadora de la misma buena nueva, que no necesita palabras, sino simplemente acogida, simplemente el abrazo de los corazones, más allá de toda carne y más allá de todas las contingencias. Tú eres la Eternidad revelada, más allá de la presencia y la ausencia. Así es como se consume la conciencia porque ha sido el agente del sueño, el agente de la creación, pero también el agente de la resolución.
Escucha y comprende lo que el Juramento y la Promesa te dice en la parte más íntima de tu silencio interior.
Más allá del apellido que has llevado y del nombre que llevas en este mundo, está lo que está más allá de lo que se puede nombrar y lo que se puede decir. Esta es la única solución que todos teníamos cuando éramos Uno, decidida, incluso antes de aparecer dentro de cualquier manifestación, e incluso más allá del primer mundo, como el primer sueño.
He venido a establecer el silencio de la Verdad, donde la Alegría sólo puede ser revelada desde el instante en que abres los ojos a la Verdad, y no a tus pensamientos, trayéndote de vuelta al pensamiento inicial, el del primer sueño de la primera forma, desde el paso del Absoluto al primer sueño del mundo, al primer sueño de la creación.
Ninguno puede evitarlo y no querrá evitar el momento colectivo de toda la creación.
En la misma pantalla del sueño que estáis viviendo, tanto en lo individual como en lo colectivo, se establece la misma regla, la que hace tiempo fue llamada la ley del Uno, y que los hizo hijos de la ley del Uno, incluso para aquellos de ustedes que jugaban con los hijos de Belial, con los hijos de la sombra. Ellos son sólo ustedes en otros momentos del sueño, en otros momentos del pensamiento y en otros momentos de la forma.
Entonces los invito en este día a que se recuesten y pongan sus cargas que todavía parecen llevar en el corazón de su Corazón, en el silencio de la verdad. Porque ninguna voluntad, ninguna intención, ningún deseo, puede conducirlos allí, sino simplemente en esta aceptación total de lo que tal vez conozcan y vivan, o de lo que tal vez todavía no conozcan y que, sin embargo, llama a cada minuto, como a cada respiración, a la puerta de su corazón.
Cada uno se reconoce en el otro. Existe el amor de Ágape, que no hace ninguna diferencia, que no hace ninguna propiedad, que no hace ninguna diferencia de acuerdo a las formas o pensamientos.
Ha llegado el momento de recordar a este extraño que sólo puedes reconocer, que sólo puedes vivir, dejando que la Vida viva tu vida, dejando que sea lo que es, y dejando que no sea lo que no es y jamás será.
Recuerden que jamás será un esfuerzo, que jamás será un camino a seguir, que jamás será un futuro, que jamás será una resolución de ningún pasado, sino simplemente su capacidad de estar en esa verdad desconocida, absoluta y total.
Sólo permanece aquí y ahora.
Entonces los cuernos de la abundancia se sentirán por encima de tu cabeza. Entonces el disco solar te suavizará con su radiación. Los diversos fuegos del corazón también se resolverán en el silencio de cualquier manifestación, dentro del gran vacío, donde te reconoces a ti mismo, sin ningún error, sin ningún pensamiento, y sin ninguna duda.
Entonces, Amado del Uno, tú que has sembrado los mundos y los has iluminado con tu presencia, simplemente recuerda quién eres, más allá del ser, más allá de la forma y más allá del sentimiento.
Sólo permanece allí, en el corazón de todos. Sólo tienes que permanecer ahí en cada rincón del espacio. Sólo hay que estar presente en el instante del presente, poniendo fin al tiempo ilusorio del sueño, devolviéndole a la inmovilidad cualesquiera que sean sus gestos, cualesquiera que sean sus ocupaciones.
Sólo puedes reconocerte a ti mismo, sólo puedes aceptarte a ti mismo. Tú sólo puedes ser lo que eres, ese Amor indecible que no conoce historia, ni futuro, ni pasado.
Simplemente acepta que cada evento y cada elemento de tu vida está ahí sólo para hacerte redescubrir que eres la Vida, en cada sueño de todos, en cada mundo y en cada universo. Todo lo demás se vuelve incómodo y todo lo demás se vuelve pesado.
Entonces elévate, no a otro lugar, no a un futuro, sino al corazón de tu Corazón porque es tu deber. Este es el recuerdo de lo que jamás se ha movido, y sin embargo ha viajado a través de todos los mundos, todas las formas y todos los sueños.
Es simplicidad, es majestad.
Este es el don de la Gracia, que debe ser ofrecido a todos, en cada mirada, en cada abrazo, en cada palabra, donde no hay amigo o enemigo, sino simplemente a ti mismo. Porque cada uno es indudablemente todos los demás, no importa cuánto vacilen, no importa cuáles sean los temores finales que puedan tener. Están ahí sólo para que te resulte más fácil recordar lo que siempre ha estado ahí.
Les corresponde cultivar, cualesquiera que sean sus ocupaciones dentro de este sueño, la actitud más justa, la del silencio y la acogida, para que lo desconocido no sólo sea conocido sino vivido en su totalidad, a pesar de la aparición del fin del sueño en la pantalla de este mundo.
Es así, a través de tu posicionamiento, que no depende de ti ni de ninguna historia, que la buena nueva se propaga de una persona a otra, pero también a todos los universos y multiversos, llamando a cada sueño de creación a la misma resolución, al mismo fin, porque el sueño jamás ha comenzado. Se registró desde el instante inicial llevando en sí mismo el instante final.
De tu facultad de aceptación, incluso de lo inaceptable, yace la Verdad... la que jamás se ha movido, la que no necesita una palabra, una forma o un mundo, la que no necesita una explicación, la que no necesita comprensión.
Sé gentil contigo mismo, cualquiera que sea la dureza de tu cuerpo, cualquiera que sea la dureza de lo que llames tu vida.
Ser gentil con todos, con la misma igualdad y consistencia.
La Inteligencia de la Luz que son no los necesita. Simplemente necesita recordarte a través del silencio de la gracia, a través del silencio de tus palabras, a través del silencio de tus reivindicaciones y a través del silencio mismo de tus sufrimientos que sólo pueden ser atravesados y aceptados.
Cualesquiera que sean las manifestaciones de su vida, en un nivel físico o sutil, no tiene importancia y ya no representa ningún peso, excepto el de sus hábitos todavía presentes y que están siendo resueltos en este mismo momento. Todo es un pretexto para recordar.
En el caso de que pudiera describirlo como más dramático, como en el caso de que pudiera describirlo como más alegre y satisfactorio, escucha.
Escucha y comprende lo que te dice el silencio.
Aceptar el silencio, es la llave de la Gracia, es la llave del recuerdo.
Te has llamado por este apellido y este nombre, has pasado por fases de apertura o renuencia, fases de sufrimiento y alegría, que, como siempre, sólo están de paso. Sólo lo que no pasa es la Verdad absoluta. Y esto concierne a todos los Abba.
Permanezcan disponibles para sí mismos, perdonándose a sí mismos y a los demás. De esta manera, el perdón también trabaja, de la misma manera, hacia el don de la gracia y el don de remembranza.
Continúa viviendo lo que la vida te hace vivir, en cualquier caso, con la misma presencia, la misma lucidez y la misma transparencia.
Sed portadores de la buena nueva que ninguna palabra puede explicar, que ninguna postura puede hacer que la gente se adhiera, sino simplemente permaneciendo allí, ocupando el corazón de tu Corazón y ocupando todos los espacios de la creación, aunque no sean perceptibles para ti, aunque no parezcan sensibles para ti. En esto no hay nada que sentir, no hay nada que experimentar y no hay nada que pedir, y repito, nada que aceptar.
En silencio interior, pronuncien la palabra aceptación, y la resurrección saldrá a la luz. Y las lágrimas saldrán de tus ojos, al mismo tiempo que tus labios sonreirán de este sueño que ha pasado.
Aceptar el descanso o aceptar la sobreactividad con la misma igualdad. La Inteligencia de Luz y Vida, en este período, sabe mucho mejor que ustedes lo que necesitan. Porque eso es exactamente lo que decidiste, aunque aún no lo recuerdes completamente.
La aceptación misma y la alegría hará que cada hermano y hermana fructifiquen a su alrededor sin pedir nada y sin esperar nada.
Silencio
Y allí, en el silencio del espacio entre sí, en el mismo instante en que no fluye, donde no se puede medir nada, donde no se puede ver nada, sino simplemente ponerse de acuerdo. Cada uno está en el mismo lugar, el del despertar y el recuerdo.
Cualesquiera que sean los dolores de este cuerpo, cualesquiera que sean los dolores de tu personaje, no hay culpa, no hay esfuerzo que buscar o hacer.
Sólo tienes que permanecer allí y ya está.
Silencio
Son la presencia divina que se da a cada uno, más allá de toda energía, más allá de toda vibración. Simplemente, permanezca presente sin reticencias ni cuestionamientos.
Este es el camino de la infancia, el camino de la inocencia que siempre habéis estado, más allá de cualquier forma o historia, en el corazón de cada persona y de la misma gracia, digan lo que digan.
No hay diferencia porque sólo hay uno de ustedes, y es en esto que jamás ha habido nadie, porque fue un sueño, como todo lo que sucede, como la muerte y el nacimiento nunca han sido afectados por ello. Simplemente creíste en ello, para recorrer la historia de los mundos, para recorrer todos los sueños.
Sólo tienes que permanecer donde estás.
No hay nada que cambiar, simplemente hay que implementar, a través del silencio, la transparencia.
Todo lo demás es superfluo, todo lo demás es peso y todo lo demás no está vivo, sino que sólo ha pasado.
Silencio
Y la misma bendición emana del corazón de cada Abba, en el corazón de cada conciencia, de cada universo del sueño en este mismo instante. Todo lo que es ilusorio y todos los elementos del escenario del sueño, como se ve en la superficie de este mundo, se consumen a sí mismos. Este es un fuego de alegría y gozo, sea lo que sea que todavía pienses de ello.
Sólo permanece quieto, sólo presente, sin esperar ni esperar nada, sin miedo. Entonces el miedo se desvanecerá por sí mismo, entonces el sufrimiento no tendrá razón para desaparecer. demuéstralo, sea cual sea tu edad y lo que sea por lo que estés viviendo.
Silencio
Entonces Abba bendice cada Abba, en el instante presente y en el instante de escuchar y leer.
Manténgalo simple, no importa cuán complejo le parezca. La travesía es evidente desde el momento en que dices que sí. Pero este sí es incondicional, este sí es sin pero.
Es un Sí total del don de la Gracia, del don de tu vida a la Vida, más allá de la forma, donde no puede haber sufrimiento, ni condición, ni límite.
Silencio
Lo que les estoy diciendo, y lo que estamos viviendo en este instante, estará presente en cada instante en el despliegue de la ilusión del tiempo desde el instante en que lo acepten, trayendo cada día un despertar cada vez más total, donde no se puede desear nada, donde no se puede pedir nada, donde todo es aceptado como la evidencia misma.
Y es en el corazón de este silencio, de esta humildad, de esta simplicidad y de esta infancia que todo se les revela, más allá de toda energía, de toda vibración, de toda percepción de cualquier clase que sea.
Este es tu don y esto es lo que eres: el don total. Porque todo debe ser devuelto para poder ser devuelto a ti mismo.
Eres Abba, sea cual sea tu nombre, sean cuales sean tus sueños, sean cuales sean tus miedos. Recuerden que todo esto sólo promueve su despertar en el reino de la Gracia y la Verdad Absoluta, lo cual no depende de ningún punto de vista, posición o conciencia. Esta es tu morada y siempre ha pertenecido ahí.
Tú eres el Amor, el sustrato de la creación, el sustrato del sueño y la resolución del sueño. Más allá del flujo vital, del fuego vibratorio y del fuego ígneo, está el gran silencio del gran vacío que es también la gran plenitud, donde nada puede ser separado o dividido.
Silencio
En cada Abba entrego este gran silencio. En cada Abba entrego la única Verdad.
Silencio
Tú eres el Amor, ante toda luz, ante todo sueño, donde creador y criatura son sólo la misma verdad, acabando así con toda distancia, con todo sentimiento de falta, donde no se puede manifestar ni esperanza ni desesperación.
Acepta que todo está cumplido y serás realizado en la Verdad.
No necesitas nada más, sólo estar vivo, sólo estar lúcido, sólo en disponibilidad. Tal es la aceptación y tal es tu despertar a la morada final, conteniendo todas las moradas en las que has soñado en incontables conciencias, en incontables formas y en incontables dimensiones.
Déjate impregnar por el don de la Gracia. La hora del despertar colectivo está presionando cada vez que la Tierra está viviendo a partir de ahora. Sólo hay una salida, la de la Alegría desnuda, antes de toda conciencia y de todo mundo. No puede haber otras.
Lo has recorrido todo, lo has vivido todo, y esta vida en la que eres tan especial es sólo la consecuencia directa de todas las facetas de la conciencia que ya has vivido y que te ha llevado, en este momento, a tu acogida, a tu escucha, a tu lectura. Simplemente permanece presente en mi Corazón como en cada corazón, sin diferencia,....
Silencio
...con la misma intensidad y fervor,...
Silencio
...la misma esencia, el mismo espíritu y la misma nada.
Silencio
En esto te reconoces cada día, de manera cada vez más lúcida, cualesquiera que sean las reticencias, los miedos o los sufrimientos. Están ahí para eso y para nada más.
La Inteligencia de la Luz los lleva a no desear nada, a no proyectar nada, sino a aceptar todo, porque son todo eso, todo lo que sucede, todo lo que ha sucedido, y todo lo que se ha perdido.
Jamás puedes perderte en la verdad de Ágape. Jamás puedes engañarte a ti mismo o ser engañado desde el momento en que recuerdas, lo que siempre fuiste antes incluso de la creación y la disolución de los mundos de los sueños.
No existe la distancia, no existe el tiempo, no existe la forma, no existe el mundo, no existe nadie, sólo tú.
Silencio
Y esto pone fin a la fragmentación, esto pone fin a los cuestionamientos. Todo lo demás es vanidad, todo lo demás es hábito, todo lo demás es lo que escribiste para llegar a este punto, el punto del tiempo cero.
Esto sucede en toda forma, en todo planeta, en toda estrella, en toda dimensión.
Silencio
Entonces da Gracia a cada uno de los presentes de Abba, a cada hermano y hermana que sufre, porque aún no ha despertado completamente.
Silencio
Donde no hay nada que juzgar, y donde ningún entendimiento es útil para ti.
Escucha, oye y vive lo que tu corazón dice sobre el Corazón.
Silencio
Son el espacio que abarca todos los tiempos, y son el tiempo que abarca todos los espacios, sin ninguna especificidad, sin ninguna característica.
Silencio
Jamás ha habido distancia, excepto en el espacio del sueño ilusorio.
Jamás hubo tiempo, excepto en la curvatura del mismo.
Jamás ha habido nadie, y sólo el Amor que le sucede a cada persona como a todos los mundos.
Todo está ahí en este instante en el corazón de tu Corazón, en el corazón de la Evidencia. No pidas nada.
Permanece con Abba como Abba está con todos.
Silencio
Entonces Ágape, más allá de cualquier estado, de cualquier forma, es realmente quien eres, y jamás pasará, y sólo puede despertar cada día más intensamente, más auténticamente, de una manera más directa.
No tienes que hacer nada. No es un trabajo, no es un camino, no es un esfuerzo, sino simplemente lo indecible del instante presente.
Silencio
Todos resuenan en todos y mucho más que eso, porque todos están en todos así como todos están en todos, en las infinitas posibilidades, en los infinitos mundos y formas, en este mismo momento, en este instante presente.
Existe la Paz, donde jamás volverás a tener sed o hambre de ninguna experiencia o deseo.
Silencio
Esta es la bendición de Abba en este día por la gracia de la consumación del Amor, en el corazón del Corazón de todo corazón y de toda presencia.
Silencio
En silencio, en acogida y aceptación, allí y entonces, como en cada instante presente, como en cada evento o no evento, no importa.
Silencio
La Inteligencia de la Luz está disponible con fuerza en todos los que están disponibles, en todos los que acogen.
No tienes nada que hacer, sólo ser la Vida que te vive, y la Alegría está ahí, a pesar de los sufrimientos y temores, a pesar de las aparentes dificultades de tu personaje o de este mundo.
El caos sólo concierne al sueño y te hace feliz. El caos sólo se refiere a lo que sucede.
Así que tienes que decir "sí a lo que realmente eres", que sea conocido por ti, que sea interpersonal, que sea visto, que sea desconocido. La misma intensidad de revelación es para todos, el mismo despertar ha sonado para todos para salir del sueño, del sufrimiento, de la culpa.
Silencio
Y eso es ahora. Este es el don de Abba, que se presentará con cada aliento, cada día y cada noche.
Silencio
La forma de mi cuerpo os acompaña constantemente, porque Soy de ustedes y nada más que ustedes, y sin embargo cada uno de ustedes, con la misma intensidad, con el mismo don de la Gracia. Sólo puedes reconocerte a ti mismo, sólo puedes despertar.
Sé gentil, sé paciente, sé humilde y, sobre todo, sé sincero.
No hay nada que ocultar cuando el don de la gracia está ahí, ni dolor, ni alegría, ni sufrimiento. Acepta todo porque eres la aceptación, la aceptación del sueño y la aceptación del fin del sueño.
Silencio
Sean espontáneos y auténticos, tanto en su sufrimiento como en su alegría. No hay nada que puedas hacer al respecto y la aceptación es la solución.
Silencio
Soy Abba y Soy cada uno, sin ninguna diferencia. Y te saludo con el don de la gracia.
Recuerda, no un pasado sino el origen del sueño, y te reconocerás a ti mismo.... sin visión, sin forma y sin energía, en este gran silencio en el corazón del Corazón.
Sello estas palabras en el corazón de tu Corazón. Resonarán en cada momento de tu vida.
Es suficiente ser el Abba que tú eres, más allá de la forma, más allá de tu forma, así como de toda forma de Abba en este mundo.
Entonces dirás también - más allá de ser el Camino, la Verdad y la Vida - que yo y el Padre somos lo mismo. No hay criatura que no sea el creador. Los creadores del sueño, en su sagrado femenino encontrado y el canto de Phahame, los han acompañado hasta este momento.
Y entonces te bendigo.
Silencio
Ha llegado el momento de que el silencio de mis palabras actúe a través de tu acogida y de la consumación del Amor.
Que sea lo que sea. Que sea lo que siempre ha sido. Nada puede limitarte, ni siquiera tu forma. Esta es la Libertad donde no hay ni interior ni exterior, sino simplemente la libertad del don del Amor, de la resonancia Ágape, restituyéndote a ti mismo.
Silencio
Abba regresa a su morada, en todo corazón aquí presente, como en todo mundo.
Saludo tu despertar.
Silencio
Saludo a tu Amor.
Silencio
Te digo por los siglos de los siglos, en el Amor desnudo e inefable.
AMATCHI ABBA
ENOHA MIS KAYA
ATOUNS MA KAYA
ATUNSKA
***
A través de Jean Luc Ayoun
Les Transformations.
Transcripción del francés: https://www.facebook.com/Transcriptionsfr
Traducción al español: LMF
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